Abro lentamente la puerta y entro despacio. Su persiana está levantada y entra algo de luz proveniente de la calle. Cuando estoy a punto de llegar a la cama creo ver que está vacía y me tenso. Busco el interruptor en la pared y enciendo la luz. Una corriente eléctrica recorre mi espalda cuando descubro que no hay nadie en la habitación y comienzo a alterarme.
—¡Laura! —grito su nombre, me giro y cuando estoy a punto de salir a buscarla veo su silueta venir por el pasillo.
—Así que... estabas aquí. ¿Por qué coño estás en mi cuarto? —se detiene. Debido a la oscuridad solo puedo distinguir su figura.
—Yo... solo quería... yo... —me rasco la cabeza—. Soy incapaz de dormir sabiendo que estás molesta conmigo —suelto todo el aire de mis pulmones.
—¿Y qué esperabas con tu comportamiento de hoy? ¿Que te lanzara pétalos de rosa?
—No busco eso. Es que ese tío...
—Ese "tío" —recalca— es mi amigo y estoy harta de que le trates así. Miki está teniendo demasiada paciencia contigo. Hace tiempo que debería haberte puesto los puntos sobre las íes.
—¿Y yo no me contengo? ¡Se está tirando a mi hermana y todavía no le he matado! —no contesta y vuelve a caminar hacia mí. Tiene una especie de cojín en sus manos—. ¡Nadie me entiende!
—Mañana iremos a verles y les pedirás perdón por el espectáculo. No ha estado bien eso que has hecho.
—Nunca —respondo secamente.
—Pues seguirás durmiendo en otra habitación hasta que lo hagas —miro con más atención a sus brazos y mis ojos se abren cuando descubro lo que trae con ella.
—¡No me jodas! ¡Suelta a ese bicho ahora mismo! —me aparto cuando pasa a mi lado.
—¿Te dan miedo los gatitos? —no respondo—. Pero si es un amor... mírale —me lo acerca y me aparto de nuevo. Besa su peluda cabeza y arrugo mi frente—. ¿Quién es el gatito más bonito del mundo? —le habla como si fuera un bebé—. Tú, ¿a que sí? —pega su nariz a la suya y por un momento desearía ser el jodido gato—. Salí a beber agua y al regresar oí maullidos y ruidos extraños en tu cuarto. Abrí para ver si estabas bien y vi que solo él estaba en la habitación.
—Él fue el culpable de que saliera. Suéltalo. Te arañará.
—¿Zeus arañarme? ¡Pero si es el gato más adorable del mundo! Todos en el barrio le conocen. Tiene por costumbre colarse en las casas. ¿Verdad? —le pregunta como si fuera a responder.
—Eso no hace falta que lo jures...
—Ha dormido muchas noches conmigo. ¿Verdad, bonito? —vuelve a hacerle arrumacos—. Siempre que sabe que estoy en el pueblo viene a visitarme —siento calor en la cara. No me gusta eso que acaba de contarme. Por nada del mundo quiero a ese odioso gato merodeando por aquí.
—Bueno, sácale para que pueda volver a su casa. Estarán echándole de menos —lo miro y me bufa—. Es tarde y estará cansado —es lo primero que se me ocurre decir para deshacerme de él. Presiento que quiere afilarse las uñas en mi piel, y no me gusta nada la idea.
—¡Ay, no! Pobrecito. Pasará la noche aquí —lo deja sobre la colcha y comienza a mullirla con sus afiladas uñas para acomodarse—. Mira cómo sabe lo que tiene que hacer —sonríe—. Sigamos durmiendo, todavía falta un buen rato para que amanezca —levanta las sábanas y se mete en la cama. Doy un paso hacia adelante y la alimaña vuelve a bufarme. Sus ojos brillan como si fuera el mismísimo diablo.
—Hasta después —salgo de la habitación cabreado y cierro la puerta. Esta vez ha ganado él, pero haré todo lo posible por que no le sea tan fácil la próxima.
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El tormento de Álex - (GRATIS)
RomanceLas imprudencias se pagan y eso es algo que, por desgracia, Alex sabe muy bien... Un hombre atormentado por una mala decisión, una promesa cada día más difícil de cumplir y un sentimiento que creía olvidado amenaza con florecer de nuevo en su interi...