Última hora de la jornada de la tarde, el tiempo del examen estaba por terminar, Denise se sentía muy perturbada, distraída, pero aun así contestó todas las hojas de respuestas. Ayer en la noche no tuvo cabida en su cabeza para estudiar, sólo se quedó con la materia que había visto con Allison el día sábado y un poco del repaso que hizo el domingo. Terminó cinco minutos antes de que se acabara la hora y media, echó una última mirada a las hojas y las entregó al maestro, él miró su prueba y luego a la joven por sobre sus lentes enarcando sus cejas canosas.
-Espero que le haya ido bien señorita Rosner.
-Espero lo mismo...permiso maestro- le respondió inexpresiva y salió del salón con su mochila colgando sobre uno de sus hombros. Cuando iba en pleno pasillo principal que da a la salida, sonó el timbre, el recinto se llenó de bullicio por los jóvenes que salían de sus salones de clases.
Llegó a la acera de la calle, sacó su celular y comenzó a revisar los mensajes en Whatsapp, algunos eran de Kevin: Cómo va todo? Ya sepultaste al tipejo?, La chica no pudo evitar sonreír cuando vio lo escrito.
-¿A dónde vas dulzura?- la joven se detuvo lentamente, mirando hacia el lado y deformando la curva que tenía en sus labios en una línea recta, Caleb estaba afirmado en el tronco de un árbol de brazos cruzados.
-¿Qué haces aquí?-le preguntó molesta. Mientras él la observaba serenamente de pies a cabeza como si fuera una impresora que escaneaba con sus ojos. Mojó sus labios para hablar.
-Vengo por tí.
-¿Qué te hace pensar que quiero irme contigo?-le interrogó despectivamente. El chico se llevó una mano detrás de su cuello lánguidamente, mirando las ramas del árbol.
-Bueno...-quedó pensando –Recuerda que anoche no acepté tu tarjeta...aún no te digo mis condiciones- la chica se puso nerviosa, ¿iba aceptar lo que le pidiera?, si dinero no era lo que quería, ¿entonces qué podría ser?, ya que también descartaba la posibilidad de que él quisiera tener algo con ella, habiendo tanta chica linda, no se fijaría en su persona. Aún no se decidía a contestar.
-¡Denise!- gritaron a metros de ella, la joven miró y las chicas se acercaron, era la misma colorina de ayer con su amiga, quedaron mirando con timidez al muchacho que estaba junto al árbol –Denise, ¿No nos vas a enseñar los cálculos matemáticos que nos están torturando?
-Ah, lo había olvidado completamente- contestó distraída –dame media hora- le dijo a Caleb disfrazando la molestia que tenía con seriedad absoluta
-Como quieras dulzura- expresó serenamente con una sonrisa que hizo estrechar sus ojos.
Las chicas iban subiendo las escaleras de la entrada de la escuela con Denise.
-¿Quién era ese chico tan guapo?-le preguntó la muchacha pelirroja un tanto sobresaltada por la conmoción que le causó ver a Caleb.
-Es obvio que es su novio-agregó la amiga –le dijo dulzura.
-No es mi novio...es el hermano de una amiga- replicó cortante sin despegar la mirada de enfrente.
-Ah, de la rubia con quien siempre andas...en esa familia sí que hay buena descendencia, todos son lindos.
-Eso parece- añadió Denise entre dientes.
Entraron a la biblioteca y se dirigieron hacia las mesas de estudio, dejaron el cuaderno de una de las chicas sobre ésta, Denise quedó de pie en tanto que las muchachas se sentaron a cada lado de ella. Leyó el enunciado del ejercicio con la mayor concentración que pudo en esos momentos.
-¿Qué no entienden de esto?- consultó la joven Rosner, ya que ella lo encontraba sumamente fácil.
-Todo- le dijeron a coro. La chica exhaló y decidió por sentarse para explicar más cómoda.
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La Traceur
AcciónDenise Rosner, una adolescente de dieciséis años, a escondidas de su familia y de todo su círculo de élite, es integrante del único grupo de parkour de la ciudad de Johannesburgo, Sudáfrica; liderado por Kevin, el apuesto instructor que le ha enseña...