Capítulo 26: Verdad x Verdad

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Una espectacular mañana de sábado, la chica Rosner fue a la cocina por su leche con cereal, se encontraba sola en el lugar, hasta que llegó Paula, quien denotó una modorra de desconcierto en el rostro de la muchacha.

-Qué temprano Denise, ¿Algún panorama para hoy?

-No, ninguno -revolvía la leche con la cuchara constantemente.

-¿Sucede algo? -preguntó preocupada.

-No, no me sucede nada -agregó con una exhalación enérgica, tratando de reponerse de su desánimo -¿Y tú Paula tienes algún panorama?

-Ahora debo ir al supermercado, doña Amanda me mandó a comprar algunas cosas que se acabaron.

-¿Por qué no va ella? -Preguntaba retórica -Lo que le sobra a Amanda aparte del apetito, es el tiempo.

-No importa, a mí me gusta ir de compras.

-¿Sabes? Te acompañaré.

-Sería estupendo.

-Aguarda un momento, iré a colocarme zapatillas.

-Bien, esperaremos con Samuel en el auto.

En cinco minutos Denise estuvo lista y los tres partieron. No encontraron todo lo que Amanda había pedido en la lista, así que tuvieron que pasar por algunos otros supermercados para encontrar lo que andaban buscando, pero aún faltaban algunas cosas.

-No entiendo qué tiene Amanda en la cabeza, cómo pide estas cosas tan raras, debe ser un suplicio para ti Paula buscar todo, porque si te falta algo, ya me imagino como se enoja -decía Denise mientras iban en el Mercedes.

-Siempre encuentro todo lo que me pide.

-Sí, pero luego de pasar por cuatro o cinco supermercados...tengo la necesidad de decirte que lamento que mi papá haya conocido a Amanda -comentó entre la broma y la molestia -Cuando estábamos solos todo era más relajado para ti y Samuel.

-Sí, ¿Pero qué es la vida sin la presión? -habló Samuel sonriente, mirando por el retrovisor.

-Vamos, sean sinceros conmigo, Amanda tiene la tendencia de someter a cualquiera que esté bajo su mandato.

-Sí, quizás un poco...-masculló Paula -Ella no tiene la culpa de haber sido criada siempre en cuna de oro.

-No era tan rica...de hecho cuando conoció a mi papá, su familia estaba casi en la quiebra.

-Entonces es sólo una mala costumbre que tiene.

-Muy bien dicho Samuel.

Al aparcar en el estacionamiento del supermercado, se bajó Paula y Denise, mientras Samuel quedó escuchando un partido de futbol que transmitían por la radio. La joven iba con un lápiz en la mano tachando las cosas que ya habían comprado de la lista. Entraron y sacaron un carrito.

-Okey, veamos...-decía la chica tratando de leer las palabras del papel -Nos faltan las alcaparras, la cúrcuma, las salchichas alemanas, el té de germinado de trigo y unas cuantas cosas más.

-Usted vaya por esas y yo por el resto.

-Me parece bien.

-Nos vemos después en el pasillo de los lácteos.

Denise fue al pasillo de las especias por la cúrcuma, pensó que le iba a tomar más trabajo encontrarla, pero por suerte estaba a la vista junto a la pimienta negra. Antes de doblar a la próxima sección vio a Andy, parecía bastante serio, llevaba una bolsa de carne y unas cuantas cosas más. No lo había visto desde hace tiempo, incluso antes de que él discutiera con Kevin. La chica siempre lo vio como alguien de bajo perfil, de hecho era el que menos opinaba, quizás al no haberlo hecho desde siempre, se fueron acumulando esas ganas de decir lo que pensaba con respecto al funcionamiento de las juntas de PK.

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