Denise al llegar a la mansión, cruzó el antejardín y llegó al patio. La mesa estaba puesta con los platos y los cubiertos, la escena por alguna extraña razón le parecía desoladora, sentía una brisa electrizante en el ambiente que le puso los pelos de punta. De pronto escuchó ruido desde la entrada y vio a su padre con Samuel y Paula llegando con un pastel de crema adornado con fresas.
-¡Sorpresa! -dijeron los tres al mismo tiempo. La chica se sintió aliviada.
-¿Qué es esto? -preguntó la muchacha más repuesta, curvando sus labios sin entender la situación -Todavía faltan dos semanas para mi cumpleaños.
-Lo sabemos -dijo Paula.
-¿Entonces qué estamos celebrando?
-De estar aquí, juntos, como una familia -mencionó Lionel dejando el pastel en la mesa, invitando a su hija a que tomara asiento.
-Genial -respondió Denise sintiéndose automáticamente entusiasmada.
Estuvieron platicando por horas, fue una instancia muy agradable, las carcajadas que habían estado ausentes en la mansión Rosner por tanto tiempo habían vuelto a oírse, mucho más por parte de Paula y Lionel claro, pues ellos eran los más divertidos en estos asuntos cuando estaban en un círculo de confianza.
Hace un rato que Denise había comenzado a retirar los platos sucios de la mesa hacia la cocina. El día se había ido y la tranquilidad de la noche invadió el lugar.
-Creo que fue mucho por hoy, me iré a dormir -dijo Samuel.
-Yo también, mañana es un nuevo día y hay que trabajar -comentó Paula -Buenas noches a todos.
-Buenas noches -dijeron.
-Que descansen -les respondió Denise.
Lionel y su hija quedaron solos, sentados en las sillas playeras que ocupaba Amanda. El señor Rosner observaba las estrellas del firmamento mientras que Denise divisaba el fondo del patio.
-Es raro que una casa como la de nosotros no tenga una piscina -dijo ella muy pensativa, recordando sin querer la alberca de la casa de Erika en donde había caído.
-Eso la hace especial del resto de las casas que hay en el barrio.
-Sí, tal vez -la chica se encogió de hombros respondiendo más que nada por inercia.
-¿Quieres una piscina para tu cumpleaños? -preguntó curioso mirándola con preocupación.
-No, no -respondió Denise en pausadas negativas, volcando su atención hacia su padre.
-Qué alivio, porque si quisieras una piscina habría que remover el estanque de piedras y no me agrada para nada esa idea.
-Ni aunque se pudiera construir en otra parte del patio, no estaría de acuerdo, el estanque me recuerda a mamá cuando le dabamos comida a los peces y me hablaba de ellos.
-Qué bueno oír eso de ti cariño. Amanda me pedía todo el tiempo que construyéramos una piscina en ese lugar, ya me tenía aburrido.
-A propósito de Amanda ¿Cuándo piensa volver?
-No lo sé, quizás en unos días, en unas semanas o en unos meses, en estos momentos me da lo mismo, que se tome el tiempo que quiera...bien-suspiró, tomando una pausa- Me iré a terminar algunos papeleos al despacho, para irme a dormir pronto, mañana es un nuevo día y debo levantarme temprano, al igual que tú, recuerda que volverás a la escuela -se levantó del asiento.
-Sí, lo sé, pero estaré un rato más acá, la noche está muy agradable.
-No te tardes mucho -le dio un beso en la frente y luego se retiró de allí.
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La Traceur
AcciónDenise Rosner, una adolescente de dieciséis años, a escondidas de su familia y de todo su círculo de élite, es integrante del único grupo de parkour de la ciudad de Johannesburgo, Sudáfrica; liderado por Kevin, el apuesto instructor que le ha enseña...