Todo Puede Cambiar {Gonuh} TERMINADA

~Capitulo 11~

El día se sentía pesado, una noche completa de fiesta había sido demasiado para Exo, quien no estaba acostumbrado a salir tanto de casa, y menos a festejar tan seguido.

Pero no se arrepentía, fue una de las mejores noches de su vida. ¿Y por qué? Pues había pasado un rato largo con su mejor amiga: Sara.

El despertador sonó a las tres de la tarde, debía despertar aunque no quisiera.

Se levantó perezosamente de la cama, dando un largo bostezo mientras frotaba sin cuidado sus ojos.

--Vaya noche-- dijo para luego estirar brazos y piernas, recordando todo.

Pues sí, la verdad había sido una gran fiesta para todos, pero no había duda de que los que se divirtieron más fueron él y Sara.

En cuanto se habían separado de los otros tres, se pusieron a bailar juntos. No les importaba como se veían o si golpeaban a las personas de su al rededor. Querían pasarla bien, disfrutar lo máximo posible de esa fiesta, no importaba nada más.

La noche se pasó entre carcajadas y bailes extraños que hacían para hacerse reír entre si.

--Sara es la mejor-- dijo con una gran sonrisa al verse al espejo, para así ver las enormes ojeras en su rostro.

(...)

Sara despertó de una forma muy... "antidama". Su ropa de esa noche, que se había quitado para dormir más tranquila solo llevando ropa interior, se encontraba tirada en el suelo. Las sabanas habían caído de la cama y las almohadas se encontraba esparcidas por las esquina de esta.

--¡Mieeerdaaaa!-- se quejó exhalando, su cabeza dolía y el cansancio era grande.

Se levantó y se fue directo a bañar, saliendo unos minutos después, poniéndose una blusa azul y unos jeans sencillos.

Por instinto revisó su teléfono, dándose cuenta que Macundra había mandando un mensaje al grupo de whatsapp, en el que están solo los cinco. Él proponía tomar un café en una cafetería que antes le había llamado la atención; Gona y Luh eran los únicos que habían confirmado.

-yo iré 😉-
Envió convencida de que esa famosa bebida caliente la haría sentir mejor y le quitaría el cansancio.

-sí voy🙋-
Confirmó Exo, provocando en Sara una pequeña sonrisa.

(...)

Luh estaba acostado en la cama, viendo el techo de la habitación.

Acababa de ver el mensaje de Macu, y aceptó al parecerle una gran idea para pasar sus últimos días en ese país.

Pensaba en esa noche y en lo bien que se la pasó junto a Gona, no sabía que se podía divertir tanto en un lugar donde no era posible hablar con nadie más que con sus amigos.

Dobló la cabeza hacia su izquierda, fijando la mirada en una esquina del suelo, donde estaba la camisa manchada y a un lado la chaqueta que le había prestado Gona.

Se levantó quejándose del cansancio de su cuerpo, se dio un rápido baño y se puso la primera ropa que encontró en el desorden de su maleta. Agarró la chaqueta y se la echó al hombro, para así llevársela a su dueño.

Fue hacia la puerta de la habitación de Gona, la cual al tocar se abrió sola, por lo que él pasó sin importarle.

--¿Gona, estás aquí?-- preguntó pasando la mirada por el lugar, dándose cuenta que estaba perfectamente ordenado a comparación de su habitación.

Gona no lo escuchó, y al pensar que estaba solo, salió del baño con solo un bóxer puesto.

--¡¿Q-qué haces aquí?!-- gritó al ver a Luh, para luego entrar inmediatamente de donde acababa de salir, cerrando así la puerta de un golpe.