~Capitulo 30~

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Después de que Gona se lo pidiera, Luh encendió su cámara para que pudieran verse.

--Hola-- saludó con una pequeña sonrisa.

--Te ves lindo hasta desarreglado-- dijo Gona, riendo por lo bajo-- quería hablar sobre el video que subiste ayer.

--¿Lo viste?

--Claro, siempre veo tus vídeos-- dijo sonriendo-- ¿Por qué dijiste que todo quedó olvidado?

--¿Quieres que todos lo sepan? ¿Tan pronto?

--Luh... ¿Te avergüenza esta relación?-- preguntó con seriedad.

--No, joder. Pero siento que es muy pronto como para decírselo a los suscriptores.

--Sin embargo ayer querías ir veloz en la relación-- sonrió con picardía-- me quitaste la camisa. ¿Qué querías hacer?

--Lo siento, es que...

--¿Estabas excitado?-- preguntó, causando que Luh se sonrojara.

--Tal vez-- respondió cabizbajo para que su pareja no viera el color que tenían sus mejillas-- creo que me dejé llevar.

--Entiendo, yo también quería disfrutar los últimos minutos a tu lado. Después de tanto tiempo aguantandome las ganas-- dijo mordiéndose el labio.

--¿Te puedo hacer una pregunta?-- levantó la mirada solo para ver como Gona se ponía serio.

--Lo que sea, anda.

--¿Desde cuando te gusto?

--Creo que me empezaste a gustar cuando jugábamos solos los dos. ¿Recuerdas esos tiempos? Fue una buena época-- dijo con una leve sonrisa-- Te hago la misma pregunta, dime desde cuando te gusto.

--No lo sé, supongo que fue cuando me ayudaste a superar a Mah, y al verte en el hospital... tan débil y herido. Gona, me gustas mucho-- dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

--¿Te gusté cuando estuve en el hospital? ¡Vaya formas de enamorarte!

--No, joder. Me refería a que...

--Olvidalo-- Gona rodó los ojos mientras negaba con la cabeza.

--Gona... tenia miedo de que murieras, estaba muy preocupado por ti-- dijo con expresión triste.

--Eso demuestra que me quieres-- dijo sonriendo.

--Obvio, te quiero, siempre ha sido así.

--Y yo te quiero a ti, osito mio.

--Por cierto... ¿Ya no te duele el pecho?

--Solo la costilla, pero muy poco, ya no te preocupes tanto.

--Tío, es normal que me ponga así.

--Te preocupas demasiado, a veces hasta das miedo-- Gona rió por lo bajo.

--¿Esperas que no me importe mi novio?

Gona se sorprendió al oír a Luh decir esas palabras, pues hasta el momento, no se había referido a él como "su novio", y esto le causó una enorme sonrisa.

--Ya olvidalo-- Gona agarró el osito de peluche que le había regalado Luh, el cual tenía al lado de la computadora-- Cambiando de tema... me gusta mucho tu regalo, huele a ti-- dijo acercándolo a su nariz para olerlo-- ¿Le echaste de tu perfume?

--Sí-- respondió Luh, con una pequeña risa tímida-- y tu camisa aún huele a ti.

--Cierto, mi camisa. Cuidala bien, era mi favorita.

Todo Puede Cambiar {Gonuh} TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora