Todo Puede Cambiar {Gonuh} TERMINADA

~Capitulo 36~

Luh se encontraba viéndose al espejo, revisando que su chaqueta negra, camisa azul, y jeans oscuros estuvieran impecables y perfectos.

--¿Listo para irnos?-- Gona apareció por su espalda, causándole un pequeño sobresalto.

--¿Ya me puedes decir a donde iremos?-- preguntó volteando hacia él.

--Te lo había dicho antes, es una sorpresa. No te preocupes, no es nada malo-- dijo al ver el gesto de duda de Luh, quien luego suspiró al asistir.

Gona llevó a su pareja a caminar por Málaga, compraron un helado y disfrutaban del ambiente.

Cuando se estaba haciendo ya tarde, llegaron a un gran lago, en el que se podía usar botes de pedal para explorarlo.

Se subieron a un bote color blanco y entre los dos empezaron a pedalear.

--Tío, es hermoso-- habló Luh, al llegar al centro del lago, donde se hacía visible el atardecer.

--Por eso te traje. ¿A que no es romántico?-- preguntó Gona, acercándose a él para abrazarlo por la espalda.

--Sí que lo es-- Luh se volteó para quedar frente a su pareja-- te amo, Gona-- le dio un tierno beso.

--Y yo te amo a ti, osito mio-- dijo sonriendo con alegría-- Pero tienes que prometerme no volver a hacer lo mismo que en esa fiesta si quieres que lo siga haciendo.

--¿Cuándo lo superarás?-- rodó los ojos-- Ya te pedí perdón.

--Es que en serio dolió lo que me hiciste-- dijo Gona cabizbajo.

--Bien, te lo recompensaré. ¿Qué quieres que haga?

--Sabes bien lo que quiero-- sonrió con picardía-- pero tú "no estás preparado"-- hizo las comillas con sus manos.

--Macho, es que no sé, será mi primera vez con un hombre-- Luh se mostró nervioso.

--Ya, la mía también e igual no tengo miedo.

--Gona, sí quiero pero...

--Ya dijiste-- interrumpió emocionado-- en cuanto lleguemos a casa, me tendrás que complacer.

--Y-Yo no sé si podre-- se sonrojó bastante mientras se echaba lentamente hacia atrás.

--¡Es más, hagamoslo ahora!-- Gona se abalanzó hacia él y lo empujó hacia atrás, causando que éste quedara acostado bajo él.

--¿Ahora? ¿En este bote?-- a Luh le temblaba la voz debido a lo nervioso que estaba.

--Claro. ¿Por qué no?

--Estás loco, no deberíamos hacer esto aquí-- trató de apartarse, pero Gona puso resistencia.

--Se está haciendo de noche así que no tenemos peligro de que nos vean.

Y era verdad, las pocas personas que se encontraban en el lugar, se iban al ver que oscurecía. Pero era algo obvio, ya que varios anuncios de los al rededores advertían que no se debía estar ahí de noche, ya que seria difícil ayudar si alguien cae al agua y comienza a ahogarse.

--Por favor, Lurl, quiero hacerlo contigo--decía Gona, con una gran sonrisa.

Luh debía admitirlo, estaba excitado al ver a Gona sobre él y sentir como sus miembros chocaban entre si. Pero no quería dejarse llevar, pues tenia miedo de que los descubrieran.

--Te lo prometo, cuando lleguemos a casa dejaré que me hagas lo que quieras, pero ahora detente, por favor-- suplicaba tratando de mantener normal su respiración.

--No quiero detenerme-- Gona comenzó a besarlo apasionadamente, provocando leves movimientos en Luh, esto causó que el bote se moviera de un lado a otro y estuviera a punto de voltearse.

--Nos caeremos, y sé que tú no sabes nadar-- dijo Luh, poniendo más fuerza para lograr soltarse del agarre de su pareja-- Y no creo que pueda salvarte yo solo.

--Eres un aguafiestas-- Gona se fue al otro extremo del bote-- Quería aprovechar este momento tan romántico-- se quejó poniendo cara de tristeza.

--Perdón, pero estoy hablando en serio-- Luh miró hacia el agua mientras pasaba su mano por esta-- no soportaría verte de nuevo en el hospital, y menos muerto.

--Bien, como digas-- Gona rodó los ojos en señal de molestia-- ¿Entonces nos vamos?

--Ven acá-- le tomó la mano para halarlo hacia él y poder verlo mejor con la luz de la luna-- Te lo juro, en casa hago lo que tú quieras, no importa lo que sea.

Gona se limitó a sonreír para luego darle un tierno beso en la mejilla.

Pedalearon hacia la orilla, donde dejaron el bote.
Para irse de ahí, tenían que subir una pequeña cuesta, pero esta estaba llena de lodo, lo que causó que Luh resbalara y cayera hacia abajo, donde se golpeó con un par de rocas, para luego hundirse en el agua.

--¡Luh!-- gritó Gona, con la vista fija en donde el agua seguía moviéndose, pero no había señal de su novio.

Gona corrió cuesta abajo, con cuidado de no resbalar. Se metió unos centímetros en el agua pero aún no lo veía.

Unos segundos después, Luh salió dando un gran bocado de aire y comenzando a toser.

--¡Luh! ¿Estás bien?-- Gona lo abrazó con fuerza.

--Sí, eso creo-- respondió agitado-- me golpee el hombro, fue todo.

Gona se apartó para ver como estaba, y efectivamente, tenia una herida en el hombro, la cual sangraba un poco. Esta había provocado que no pudiera nadar muy bien como para subir rápido a la superficie, por lo que casi se ahoga.

--Me preocupaste-- Gona lo abrazó otra vez-- pensé que te había pasado algo.

--Tranquilo, estoy bien-- dijo entre una pequeña tos.

Ambos fueron caminando lentamente hacia la casa, donde apenas llegaron, Luh se sentó en el sofá mientras Gona buscaba el botiquín.

--Deberías ir a cambiarte, estás muy mojado y te enfermeras-- comentó Gona, después de sentarse al lado de Luh y comenzar a ponerle un poco de alcohol en la herida.

--Tú también deberías, estás igual que yo-- dijo Luh, conteniendo el gesto de dolor que le causaba el escozor en el hombro.

--Yo nunca me enfermo-- dijo riendo un poco.

Para terminar, Gona puso algunas vendas en la herida para cubrirla y mantenerla cuidada.

--Gracias-- Luh le regaló una bella sonrisa.

--Ya sabes, Lurl, siempre estaré para ayudarte, incluso si no te lo mereces por rechazar una perfecta escena de amor-- dijo caminando hacia el baño para dejar el botiquín, después volvió para arrecostarse a la pared que Luh tenia en frente.

--Tío, ya dejalo, pronto lo haremos.

--Claro, como esta noche tampoco querrás por "tu accidente"-- Gona se mostró molesto al hacer las comillas con sus dedos.

--En serio dolió, casi muero-- bromeo con gestos de niño pequeño.

--Ya, claro, siempre con tus excusas.

Luh se puso de pie y fue hacia su novio, para acto seguido rodear su cintura y acercarlo hacia él.

--Te lo prometí, y mañana lo cumpliré-- se besaron haciendo un juego de lenguas entre los dos.