Todo Puede Cambiar {Gonuh} TERMINADA

~Capitulo 21~

Capítulo exorinha
A los que no les gusta, igual leanlo, es importante para la historia.

Macu, Sara y Exo se habían quedado en un hotel mientras la situación de Gona se mejoraba.

Después de unos días, Macundra tuvo que irse por situaciones de su trabajo, pero se aseguró de mantenerse informado de todo.

Uno de esos días, Luh les había avisado que Gona salió del hospital y que se encontraba en su casa, por lo que decidieron ir a verlo ahí.

--¿Listo para irnos?

Sara vestía con su ropa de siempre: unos jeans y una blusa cualquiera, junto a tenis color negro.
Exo se puso una camisa de maga corta color gris, jeans y tenis cafés.

--¿Podemos hacer otra cosa?-- preguntó Exo, un poco perezoso, sentado en la cama de la habitación de Sara.

--Tío, tenemos que ir a ver como está el Gonis.

--Lo sé, pero... aún no me siento preparado para hablarle como antes, necesito tiempo.

--¿Y qué quieres hacer entonces?-- preguntó ella, sentándose a su lado.

--Una cita contigo-- dijo de golpe, ocasionando sorpresa en Sara-- tal vez con eso pueda atreverme a ver a Gona.

--¿C-cita?-- sus mejillas se ruborizaron.

--Como amigos. ¿Te parece bien?

--Por mí está perfecto-- sonrió con timidez-- ¿Adónde iremos?

--Vamos a almorzar, busquemos un restaurante-- se puso de pie y extendió la mano hacia Sara-- ¿Viene, señorita?

--Obvio-- ella le tomó la mano y salieron del hotel.

Buscaron por unos minutos hasta llegar a un restaurante poco elegante, perfecto para un almuerzo casual.

--Deberíamos grabar algo, hace mucho que no subimos un video y los suscriptores están preguntando-- mencionó Exo.

Ambos esperaban la comida, sentados en una mesa para dos personas.

--¿Crees que sea buena idea explicarles lo que pasa? Pienso que no deberíamos-- dijo Sara.

--Ya pero, es que no dejan de preguntar.

--Solo digamos por twitter que estamos de vacaciones, así no se preocuparan.

--Aún creo que debemos decirles lo que pasa, ellos siempre nos apoyan en todo.

--No creo que Gona quiera que lo sepan-- dijo con seriedad-- recuerda que todo esto es por él.

--Eres muy rariña-- Exo rió.

--¿Y ahora que dije?-- trató de mostrarse molesta.

--Eres mala con todos, pero cuando están en malos momentos, eres como un ángel.

--No soy mala contigo-- mostró una sonrisa-- pero es verdad... solo doy lo que cada uno se merece.

--¿Y yo que merezco?

--Una paliza en el cock-- ella rió.

Luego de comer, salieron a caminar por un parque cercano. Pasó un rato y se sentaron en una banca bajo un árbol.

--Ya deberíamos ir a casa de Luh, se hace tarde-- habló Sara, con la mirada arriba en la hojas.

--¿Crees que Gona me perdone?-- preguntó Exo, cabizbajo.

--Claro, sabes como es él, es solo un niño inocente, seguro ya lo olvidó.

--Pero no quiero verlo aún, no mientras esté en ese estado.