Todo Puede Cambiar {Gonuh} TERMINADA

~Capitulo 20~

Los días pasaron, Luh y Gona disfrutaron todo ese tiempo de la compañía del otro.

Era definitivo, ninguno de los dos se la pasaba mejor con alguien más.

--¿Entonces puedo irme hoy?-- Gona le preguntó a Ailyn, quien estaba de pie frente a la cama.

--¿Qué parte no entendiste? Creo que puedes irte ya, sólo ten cuidado de no lastimarte por un tiempo-- ella le dedicó una sonrisa-- me parece que tienes un buen cuidador para eso-- volteó a ver Luh, quien estaba sentado en el sofá.

--Bueno, entonces...

--Solo te pondré un delgado yeso en la parte de tu costilla, así te recuperarás más rápido-- interrumpió sin prestar atención-- yo me encargaré de los papeles, tú alistate para despedirte de este lugar.

--Ailyn...-- Luh se acercó a ella y puso las manos sobre sus hombros-- gracias por la ayuda.

--No nos pongamos sentimentales-- ella rió-- sólo es mi trabajo.

Luego de que todo estuviera listo, pudieron salir de la habitación y ir hasta la salida del hospital, acompañados de Ailyn, quien ayudaba a Gona a caminar.

--¿Ese es mi auto?-- preguntó Gona, en cuanto vio su vehículo frente a él, cuando llegaron al parqueo.

--Sí, Sara quiso arreglarlo para ti-- mencionó Luh-- y entre todos lo pagamos.

Gona se limitó a sonreír, para acto seguido entrar en el auto y sentarse en los asientos traseros.

--Espera-- Ailyn sujetó el brazo de Luh antes de que se fuera-- te deseo suerte, Lutfi.

--Gracias-- él le mostró una alegre sonrisa.

--No sé si nos volveremos a ver, pero igual me alegro de que salgas de este feo lugar-- desvió la mirada hacia Gona, quien estaba distraído con el celular-- y espero que lo que elijas, sea la mejor decisión para ambos.

--Yo también lo espero-- dijo algo desanimado.

--Lutfi, ojalá que algún día entiendas lo que sientes... yo sé que lo amas, pero eres muy tonto para aceptarlo-- rió ante su propio comentario-- te lo aseguro, tampoco es tan extraño salir con alguien del mismo sexo, yo lo hago y no es la gran cosa.

--¿Tú eres lesbiana?-- preguntó con un tono absurdo y torpe.

--Creí que se notaba-- ella rió con fuerza-- ahora veo que lo oculto bien. Por cierto, esa amiga tuya... Sara, ¿cierto?, es muy guapa.

--Lo sé, pero ella...

--No hace falta que lo digas-- puso un dedo sobre los labios de Luh para que se callara-- yo tengo novia, no necesito saber si otras mujeres estarían interesadas en mí. De todos modos...-- dió unos pasos hacia atrás y extendió la mano hacia Luh-- buena suerte en tu vida, y dile a Gonzalo que le deseo lo mejor en la suya también.

--Gracias por todo-- agradeció agarrando la mano de la enfermera y mostrándole una sonrisa.

Después de la conmovedora despedida, Luh se sentó en el asiento del conductor y comenzó a manejar hacia su casa.

El camino no era largo, pero fue lo suficiente como para que Gona se quedara dormido. Se acostó a lo largo de los asientos traseros y usó su brazo como almohada.

Luh se estacionó frente a su casa y apagó el motor, luego se giró y fijó la mirada en su amigo.

--Que tierno es-- mencionó con una gran sonrisa-- Gona, despierta-- le movió el hombro con cuidado de no lastimarlo.