~Capitulo 9~

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El sol que entraba por la ventana había iluminado el rostro de Luh, haciéndolo despertar.

Se dio cuenta que se había quedado dormido en la cama de Gona, al lado de él.

La noche de festejo y un poco de tragos lo mataron del cansancio, provocando que buscara un lugar cómodo para dormir en cuanto ayudó a su amigo.

--Joder-- susurró al ver la hora en su teléfono, dándose cuenta que eran las dos de la tarde.

Se levantó con dolor de cabeza, fue al baño para lavarse el rostro y acomodó un poco su cabello frente al espejo.

Miró a Gona, el cual aún dormía. Su cabeza tenía una pequeña herida por atrás, que sangraba lo suficiente para notarlo pero no para manchar la almohada.

--Debió pasar cuando se cayó y se golpeó con la baranda-- dijo tratando de tranquilizarse para saber que hacer al respecto.

No se le ocurrió otra cosa más que agarrar un poco de papel higiénico y limpiar la herida. Luego humedeció un pañuelo y se lo puso en la frente para bajarle la alta temperatura que tenía debido a la resaca.

En ese momento sonó su teléfono, haciendo que pegara un pequeño brinco de susto. Sara lo llamaba, y él contestó con el miedo de que quisiera hablar sobre lo ocurrido esa madrugada.

--¿Estás bien?-- preguntó Sara, con tono calmado.

--Sí, solo un poco cansado.

--¿Y Gona? ¿Cómo está él?

--Aún duerme, tiene mucha resaca. ¿Exo está igual, no?

--Sí, no despierta y ronca horrible-- se quejó rodando los ojos-- por cierto... tenemos que hablar sobre lo que pasó.

--No, no es necesario-- dijo él, con nerviosismo.

--Claro, tío, sí es necesario, no podemos dejarlo así.

--¿Pero qué es lo que quieres hablar? Ambos sabemos lo que pasó, y sabemos que fue por lo ebrio que estába.

--¿Entonces planeas ignorarlo y olvidar todo?

--¡Tía, me dijo que me amaba y luego me besó! Es obvio que fue por el alcohol.

--Sí, tienes razón, exageró por tantos tragos, estába demasiado borracho.

--Sara, por favor... no hables de esto con nadie, mantenlo en secreto-- dijo con voz recaída-- Exo y Macundra no deben saberlo, no sé como se lo tomarían.

--Seguro no los dejarán de molestar con el Gonuh-- ella rió-- no te preocupes Luhser, no diré nada.

--Gracias-- suspiró-- No sé como hablaré con Gona de esto.

--Tal vez no sea tan incomodo como pienses, ten fé, puede que ni se acuerde y así podrás llevarte este secreto a la tumba. Digo... estába muy borracho. ¿Tú te acuerdas de algo que haces cuando estás así?

--La verdad no...

--Tal vez pase eso y así solo nosotros dos sabremos lo que pasó, manteniéndolo en secreto. No te preocupes tanto.

--Gracias Sarinha-- agradeció con una sonrisa calmada.

--Me avisas cuando Gona despierte para ir a verlo, por el momento tengo que cuidar a Exo ya que Macundra se fue a comer.

--Macu siempre igual-- dijo con una leve risa-- sí, te avisaré, adiós.

Luh colgó la llamada para luego ponerse a ver televisión, sentándose en uno de los sofás de la habitación.

Todo Puede Cambiar {Gonuh} TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora