Habían pasado 5 días desde mi encuentro con "él", después de eso jamás volví a encontrarlo en la escuela o sentí su presencia cerca. Evan se había convertido en mi chaperón encargado de llevarme a la escuela por las mañanas y traerme de vuelta a la mansión por las tardes.
Hoy era sábado por lo cual no necesitaba ir a la escuela. Me desperté recostada sobre la cama entre los brazos de Damian aprisionándome como siempre, desde aquel incomodo día en donde esos lobos pervertidos nos observaban no habíamos vuelto a tener intimidad. Al parecer Damian se encontraba muy ocupado con un asunto, en realidad no hablaba de ello conmigo pero debía ser algo importante, ya que usualmente tenia que salir a visitar otras manadas y siempre llegaba muy tarde en la madrugada.
Me gustaba verlo dormir, se le veía tan dócil y hermoso, por instinto comencé a acariciar su cabello entre mis dedos, adoraba esa sensación.
– Buenos días – Dijo aún con los ojos cerrados y voz adormilada.
– Lo siento, no quise despertarte – Dije avergonzada mientras retiraba mi mano.
– No te preocupes – Dijo mientras se acercaba más a mi cuerpo tomándome por las caderas – Dame 5 minutos más – Susurro mientras volvía a quedarse dormido sin remedio.
Le dedique un tierno beso en su frente y me libere con cuidado de entre sus brazos esperando que no se despertara. Me dirigí al cuarto de baño y tome una ducha, me coloque una de las sudaderas de Damian, cuando estaba en casa solía hacerlo.
Cuando salí su presencia me sorprendió, no había vuelto a hablar con ella desde aquel día.
– Damian vamos despierta – Dijo Dalí mientras revoloteaba el enorme cuerpo de Damian sobre la cama.
– ¡Ah! Dalí déjame dormir – Dijo con pesadez, mientras Dalí se percataba de mi presencia y me veía con detenimiento.
– Buenos... buenos días – Dije un tanto dudosa.
– Buenos días – Dijo Dalí haciendo pucheros.
– Dalí... – Dijo Damian mientras se cubría con la sabana – ¿No tienes algo que decirle a Aimi?
– Lo siento – Soltó al fin después de una larga pausa – Nunca debí gritarte ese día, ni decir esas cosas, lo siento.
– Descuida – Dije dedicándole una sonrisa – No ha pasado nada, además supongo que tenias razón.
– No... – Dijo exaltada – Mi hermano me lo ha explicado todo – Soltó sin yo entender sus palabras.
– ¿Qué es lo que te ha explicado?
– Que Aimi es una persona de corazón noble – Dijo con orgullo – Que prefieres herirte primero a ti antes que lastimar a otras personas – Continuo explicándome con asombro.
– ¡Ah! Dalí por el amor de la diosa luna... ya cállate – Bufó Damian mientras revoloteaba sobre la cama.
– ¡Ajaja! – No pude si no más que soltar una sonrisita divertida – Y todo esto ¿Te lo dijo tu joven y agresivo hermano? – Espeté con sarcasmo en mis palabras.
– Si – Dijo entendiendo el sarcasmo – Creo que esta completamente enamorado, se ha vuelto un completo tonto – Dijo para terminar riéndose junto conmigo.
– ¡Ah! ustedes dos – Soltó Damian levantándose de la cama y tomando prisionera a Dalí entre sus brazos para matarla de la risa haciéndole cosquillas – Tú también... ¿Qué se supone que significa esa risita? – Espetó y me aprisiono entre sus brazos dándome un suave beso en los labios.
ESTÁS LEYENDO
Ocúltate
WerewolfAimi una mujer lobo de descendencia pura se ha obligado a creer que es débil e inútil, ocultando su propio pasado, viviendo día a día maltratos y burlas por parte de su manada, creyendo que incluso su propio mate la rechazaría sin dudarlo. Pero... ¿...