Ocúltate

Especial 3: ¿Debería matarlos?

POV Damian Blair

"¿Pero que diablos esta pasando?" me preguntaba en mi mente, de pronto un aroma familiar apaciguó mis pensamientos, lo conocía bien, era una clase de droga para mí. Evan y Aimi habían regresado de la escuela, me invadió la duda de si quería ver a Aimi o no.

Pronto alguien toco la puerta de mi despacho para después abrirla, con esa personalidad despreocupada y alegre entro Evan hasta colarse a una silla y tomar asiento, mientras detrás de él se dejaba ver Aimi con la cabeza agachada y mirándome de vez en vez de reojo con cierta duda.

– Damian hemos regresado – Dijo Evan.

– Eso es lo que veo – Dije de manera despectiva sin prestarles importancia.

– Hemos regresado... Damian – Dijo Aimi con un hilo de voz débil, lleno de vergüenza y arrepentimiento, tome con fuerza el papel que tenia entre mis manos, no me gustaba hacerla sufrir pero aún me sentía muy enojado con ella.

Oh! Vamos no seas orgulloso – Dijo Evan a través de la conexión – ¿Qué no piensas hablarle?

Cállate! No es de tu incumbencia – Gruñí molesto, por un momento hubo una larga pausa.

Damian – Dijo Evan con voz seria y firme, nada típico de él, lo cual llamo mi atención, simplemente le dedique una mirada llena de duda – Hay algo que debo informarte.

¿Qué es? ¿Qué sucede?

Esta mañana en la escuela – Comenzó a explicarme dejando ver en su voz que él tampoco sabia a ciencia cierta lo que había ocurrido – Algo parece haber perturbado a Aimi.

¿Qué es lo que ha pasado? – Gruñí totalmente enfurecido – Cuéntamelo todo.

Sinceramente no comprendo muy bien todo, pero esta mañana choque con ella en uno de los pasillos de la escuela. Cuando la mire de cerca estaba temblando de miedo, su respiración era agitada, probablemente alguien la perseguía – Hizo una larga pausa – Mientras intentaba tranquilizarla agudice mis sentidos, pero no pude localizar nadie sospechoso alrededor, probablemente huyo del lugar.

¿Le hizo algo? ¿Esta herida? – Pregunte con desesperación.

No te preocupes, no esta herida – Dijo intentando tranquilizarme – Solo estaba un poco alterada.

– ¿Por qué diablos me lo dices hasta ahora? – Grite furioso mientras daba un puñetazo sobre el escritorio, vi como Aimi brinco del susto.

– Lo siento, como la situación estaba bajo control, no creí necesario molestarte con ello – Dijo totalmente despreocupado ese niñato.

– ¿Qué diablos fue lo que paso? – Exigí respuestas mientras observaba con detenimiento a Aimi, quería comprobar con mis propios ojos que no se encontraba herida y pude vislumbrar rastros de lágrimas secas sobre su rostro.

– Lo siento... yo – Dijo con la voz temblorosa.

– Maldición – Bufé dejando escapar un profundo suspiro – Con todo el trabajo y los problemas de la manda, ahora sale esto – Concluí mientras colocaba la palma de mi mano sobre mi frente, ahora la cabeza comenzaba a dolerme.

– Damian – Comenzó a explicar Evan – Tal vez deberíamos... – Pero siendo interrumpido abruptamente por Aimi.

– Lo siento Damian – Espetó Aimi – No es nada grave – Ahora que me daba cuenta había mal entendido mis palabras – Lo solucionare por mi misma – Su voz era temblorosa y llena de dudas – Así que no es necesario que te preocupes más por ello – Concluyo para salir huyendo antes de poder explicarle.