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- Jejeje... mi hermosa lobita blanca ¿Pero dónde te has metido? - Tarareaba en forma de una melodía burlona.
¡¡Que no me encuentre por el amor de la diosa luna!!
- Dime... ¿A dónde has huido? ¿Dónde te has escondido? - Seguía él con esa maldita canción que erizaba cada uno de los vellos de mi pelaje.
¡¡Diosa luna, te lo pido protégeme!!
- ¡¡¡Ah!!! Te encontré, mi hermosa loba albina.
Aisha se paralizo al verlo, simplemente dejamos escapar un aullido lleno de temor.
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- ¡Diosa luna, te lo pido protégeme! - Dije entre sueños para despertar totalmente exaltada.
Por mi rostro escurrían enormes gotas de sudor, mi respiración entrecortada hacia eco con el ritmo acelerado de mi corazón. Todo a mí alrededor daba vueltas, el simple hecho de recordar aquellos ojos dorados hacia que el estómago se me revolviera. Busque con la mirada por la habitación pero Damian no se encontraba allí, con mis manos rodee mis piernas e intente calmarme.
Aimi no te preocupes - Dijo Aisha con preocupación - Ha sido solo una pesadilla.
¿Qué haremos si nos encuentra? - Mi voz temblaba al igual que mi cuerpo.
No lo hará, no te preocupes - Dijo firme Aisha - Además, ahora tenemos a Damian y Aaron, ellos nos protegerán.
Pero... él es capaz de matarlos - La simple idea de ver morir a Damian me hacía estremecer.
No seas tonta, Damian y su lobo Aaron son muy fuertes. No olvides que nosotras también lo somos, si es necesario los protegeremos - No dijo más y corto la conexión.
Tenía razón, Damian era el alfa de los alfas, no solo por su descendencia familiar, su destreza y fuerza también contaban. Salí de la cama y me dirigí al baño, en realidad sentía muchas nauseas de recordar a aquel hombre, sin poder contenerlo más saque todo el miedo y terror que se había posicionado en mi interior. Tome una ducha rápida y busque algo de ropa entre las cosas de Damian; al final me decidí por una sudadera negra igual de larga que la que me había puesto el día anterior, sin ánimos de querer mejorar mi aspecto, simplemente me coloque la gorra sobre la cabeza.
Salí de la habitación, esta vez la mansión estaba repleta de gente, miembros de la manada claro está, seguramente el día de ayer Damian los había corrido a todos como consecuencia del alboroto. Mientras algunos me veían con cierta duda, otros me dedicaban sinceras sonrisas y sus respetos como su luna.
- ¡Oh! tú debes de ser Aimi - Dijo una pequeña niña de apenas unos 6 años.
- Así es - Dije sin energía alguna - ¿Cómo es que lo sabes?
- Eso es fácil - Dijo con una enorme sonrisa en su rostro y señalándome con el dedo - Esa ropa le pertenece a mi hermano y quien más sino su luna para usarla - Dijo con total sinceridad - Si alguien más la usara ya estaría muerto.
- ¿Tu eres la hermana pequeña de Damian? - Dije con total sorpresa, no lo sabía.
- Mi nombre es Dalí... Dalí Blair.
- Eres realmente bonita - Confesé mientras jugaba con sus rizados mechones de rubio cabello - Pero ¿Cómo es que no te pareces tanto a Damian?
- Eso es porque mi hermano se parece más a mi padre, yo por el contrario me parezco más a mi madre.
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Ocúltate
مستذئبAimi una mujer lobo de descendencia pura se ha obligado a creer que es débil e inútil, ocultando su propio pasado, viviendo día a día maltratos y burlas por parte de su manada, creyendo que incluso su propio mate la rechazaría sin dudarlo. Pero... ¿...