Un cyborg

53 4 0
                                        

Cuando llegamos al recibidor de la nave me encontré con una grata sorpresa; era Silver.

Para quien no lo sepa, Silver es el malo/bueno de la película: ''El planeta del tesoro''. Era un ciborg mitad humano mitad máquina; toda la parte derecha de su cuerpo estaba hecha de engranajes y tuercas; tenía un brazo que podía transformar en múltiples herramientas y armas; y un ojo que se volvía rojo cuando este se enfurecía.

— Gilito, ¿pero no se supone que él es malo?

Le susurré por lo bajo a Gilito, que no parecía estar nada alterado.

— ¿Que pasa, chavalín? ¿no te fías de un rufián espacial como yo? No tengo derecho a cambiar... 

Él pareció escucharme y dijo eso mientras soltaba una gran carcajada.

— Después de la película él se volvió un pirata honrado, hace trabajos como cazarrecompensas y busca tesoros — respondió Gilito.

— Y sin hacer daño a nadie inocente, he de añadir — dijo Silver haciendo una reverencia y apoyando su gorro en el pecho.

Throan que estaba esperando su turno para hablar dijo:  

— Que grande loco, que crema; soy muy fan tuyo, Silver; siempre esperé una segunda parte de su película; un placer, soy Throan. 

Throan le extendió la mano y Silver le respondió con un fuerte apretón de manos.

—  Un placer, señor Throan, y la señorita ¿quién es? 

Silver miró entre nosotros y Yumiko estaba desde atrás mirando con cara triste, parecía que había estado llorando después de lo que pasó.

— Hola, soy Yumiko.

Su tono no mostraba gesto de emoción alguna.

— Que chica más guapa, ¿no crees Morfo?

De su cinturón salió una espada que se elevó en el aire, después de un breve susto la espada se transformó en una  pequeña nube de color rosa con dos ojos saltones que se acercó a Yumiko y empezó a frotarse en su mejillas.

A Yumiko pareció gustarle ya que no se apartó y lo acariciaba con su dedo índice.

— ¿Y qué le trae por aquí, Silver? ¿Le apetece pasar y hablamos mientras nos comentas?.

— ¿Por qué no pasan ustedes, mejor? Mi barco es mas grande y ya les había preparado una cena con todo mi cariño.

— Es verdad, que tú eras muy buen cocinero — dije imaginándome suculentas comidas que no había probado.

— Claro zoquete, él era el cocinero del barco. 

Throan que me miró con decepción me dio una pequeña colleja que hizo olvidarme de todas las comidas que en ese momento estaba pensando. 

— A mí me parece buena idea — dije mientras me frotaba la cabeza.

— Todos de acuerdo pues. 

Silver nos hizo un gesto para que lo siguiéramos y todos entramos a su barco. El barco tenia aspecto de navío pirata en el algunas extrañas criaturas estaban en la cubierta limpiando, algunas nos miraban con cara de pocos amigos, otras nos ignoraban y otras nos saludaban con la mano.

Llegamos a un comedor iluminado por varios candelabros, en el centro una mesa redonda repleta de todo tipo de comida, se podía ver algo de carne y fruta pero también se podía ver otro tipo de alimentos cuyo aspecto no conseguía comparar con nada que conociera.

— Pónganse cómodos, camaradas; espero que la comida sea de vuestro agrado, me he tomado las molestias de preparar un pequeño buffet con comida nutritiva para el viaje.

A mí se me iban los ojos a la comida y en el momento en el que Gilito dio la señal de salida, empecé a llenar mi plato como un poseso

— ¿Y de qué querías hablar con nosotros, Silver ? — Gilito comía educadamente mientras decía eso

—  Me he enterado de lo sucedido en el mundo de Monstruos S.A., sé por lo que puede estar pasando la jovencita. Por eso, con permiso del Rey Mickey, por supuesto, he decido ofrecerle un puesto en mi tripulación y que nos ayude en nuestra misión.

— ¿Qué misión tienen ustedes, Silver? — dijo Throan con interés. Parecía que el también quería unirse.

— Mi misión es la de surcar el espacio y buscar todas las naves rebeldes posibles, interceptando ataques a mundos y como misión secundaria encontrar el lugar donde tienen retenidos a los Héroes.

— Pues yo me apunto — Throan se levanto sin pensarlo apenas, pero Gilito lo detuvo.

— Silver, ahora mismo acabamos de perder a Jeroham, y Throan aún no se ha hecho al equipo. Si te llevas a Yumiko, nos veremos más vulnerables.

— Vaya... no había caído en ello... 

— Yo me quedo aquí.

Yumiko interrumpió con voz secante y continuó:

— Si tengo la posibilidad de encontrarme con Jeroham en esta labor, no voy a ir con ustedes estando él por ahí y yo buscando cristales.

— Es cierto que es más probable que encuentres  a Jeroham si te vas con Silver, ya que después de lo que pasó el loco no se dejará ver durante un tiempo; pero, aun así, no es seguro del todo.. . — Gilito se había puesto pensativo mientras decía esto

— Me da igual, si es más seguro así, es lo que quiero.. .

Yo preferí no entrar en el tema, entendía ambos puntos de vista.

— Creo que no la vamos a poder convencer Gilito, será mejor que se quede. La conozco poco, pero su punto de vista esta bastante claro, yo me quedaré pero a ella deberíamos dejarla.

Throan era bastante maduro cuando de temas serios se trataba y solía dar buenas opiniones.

Gilito suspiró y dijo:

— Bueno, no queda otra, se quedará pues; pero Silver, danos un tiempo de cobertura en lo que Mickey nos manda a alguien nuevo para el grupo.

— Claro, les tendré bien agasajados en nuestro humilde navío hasta entonces.

— Mandaré un mensaje de inmediato a Mickey, no creo que tarde en contestar.

— ¡Capitán, nave no identificada a la vista!.

La voz que provenía de la popa nos alertó a todos, que salimos del comedor a toda prisa para ver que pasaba.

Al llegar a la popa Silver le quitó el catalejo al que la había advertido y observó a través de él.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 03, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Reinado de corazonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora