Reinado de corazones

Caras conocidas

Ella, al ver mi expresión, se echó a reír, dejando la bandeja sobre una pila de libros situada encima de una mesa.

— Oye chico, tranquilo, parece que hayas visto un fantasma— dijo sin dejar de reírse, tapándose la boca con la mano en forma de puño

— P-pero tú, n-o no deberías de existir; vamos, que no existes, estoy seguro de que fue algo que comí y estoy alucinando. Sí, será eso, ¿pero eso no me afectaría a la barriga? , pe-pero entonces el-ella está aquí, me ha traído el desayuno y me está mirando— dije murmurando más posibles respuestas que no hacian más que liarme más.

— Cuidado no te vaya a dar un infarto— dijo sin dejar de reírse

Ella parece que se lo pasa muy bien, pero es imposible que esté hablando con ella, no es más que una creación de alguien.

— Pe-pero tú eres... — sin terminar la frase ella dijo el nombre que tanto temía oír.

— Sí, soy Yuffie, aunque por lo que veo no hace falta que me presente— dijo con una sonrisa en la cara, como si se alegrase de que la conociera.

Yuffie es el personaje de dos juegos de fantasía bastante famosos. Originalmente fue un personaje secreto en el Final Fantasy VII, y posteriormente, fue un personaje secundario en el Kingdom Hearts. 

Ella es una chica bastante alegre, simpática y muy agradable, con una actitud bastante pasota, nunca le ha dado mucha importancia a sus problemas, tiene la piel un poco morena, el pelo corto y negro, con una cinta, ojos marrones, de constitución delgada, vestida con una camisa corta, sin mangas y de color negra, un pantalón vaquero a juego y unas botas negras, lleva dos cuchillas, una a cada lado del pantalón, y en la espalda un shuriken del tamaño de mi pecho, tenia el mismo aspecto que en el juego. En general diría que se parece a un ninja

— Pero eso no es posible, tú no eres real— respondí perplejo.

Ella deja de sonreír, parecía haberse tomado la frase bastante mal, pero al instante ella empezó a reírse otra vez.

— Pues entonces me dirás como es que hablas conmigo, a lo mejor es que estás loco— respondió moviendo un dedo en círculos cerca de la cabeza y sacándome la lengua.

— Sí, creo que es lo más probable, me habré vuelto loco— concluí con la cabeza gacha.

— Pues vale, decidido, estás loco— ella sonrío y me dio suaves golpes en la cabeza con los nudillos.

— Yo... yo...— suspiré y deje caer mis hombros.

— Bueno, si necesitas alguna explicación, tomate el té y sal, pero sólo si la necesitas eh— dijo mientras camina hacia la puerta.

Al instante, salte de la cama y corrí detrás de ella, ella se dio la vuelta y me empujo con una mano deteniendo mi carrera.

— No, no, primero tienes que tomarte el té— dijo mientras cerraba la puerta en mis narices.

Me pareció oír una risa antes de que la puerta se cerrase del todo, me quede unos segundos mirando hacia la puerta,y al momento, corrí a por la bandeja con la taza de té, me serví y me lo bebí todo de un trago, antes de que todo bajara a la barriga note un calor intenso.

— ¡Agua! ¡Agua!— grité, y acto seguido, huí de la habitación como alma que lleva el diablo; al abrir la puerta me encontré con Yuffie, con la cara roja, aguantándose las ganas de reír, y con un vaso de agua en la mano.

— T-toma— me dijo tapándose la boca con la mano.

Cogí el vaso de agua y me lo bebí de un sorbo.

— Buaa— solté una bocanada de aire en señal de satisfacción, y le devolví el vaso.

—Bien, sígueme— dijo mientras empezó a caminar con la cabeza gacha riéndose para sí misma.

Llegamos a una habitación con un gran ordenador, un sofá y estanterías llenas de libros.

— Por favor, siéntate, enseguida te explicamos lo que pasa— seguidamente entró en otra sala, y al rato salió con alguien que me resultaba muy familiar.

— Claro... como no— dije en un tono irónico, cuando veo a la persona que se sienta al lado mío.

— Bien chico, creo que sobran las presentaciones por mi parte.

— Ni que lo digas— respondí con un tono un tanto desanimado.

Era Yen Sid, un mago creado por Disney para un corto musical, y que luego fue añadido al juego Kingdom Hearts II; llevaba una capa azul que le cubría todo el cuerpo, y un gorro terminado en punta con todos los astros, tenía una larga barba grisácea, y su cabello largo era del mismo color, cabe añadir que era bastante alto. La túnica no dejaba ver más allá de eso.

— Antes que nada, me gustaría saber el nombre del chico — dijo escrutándome con su seria mirada.

— Cierto, no me he presentado, soy Rua, un placer— respondí tendiéndole la mano.

Él miro mi mano, y la rechazo con la mirada.

— Bien, como ya te habrás dado cuenta, estás en el mundo del Kingdom Hearts

— ¡¿Mundo?! Esto es un maldito juego— dije liberando la tensión que tenía dentro de mi.

— Por favor, no interrumpas— me interrumpió sin cambiar apenas su expresión de seriedad.

— Lo siento, por favor continúe.

— Bien, como iba diciendo, has sido traído a este mundo para poner orden, el mal se está apoderando de todo y no hay nadie que ponga fin a esto.

— ¿Y Sora? él es quien os salva siempre, ¿no?

— Él y muchos de los héroes de este mundo han desaparecido, por ello, para mantener el equilibrio, he tenido que buscar ayuda fuera de este mundo, en el mundo real, por eso estas aquí.

— Pe-pero... creo que se han equivocado al elegirme, mírame, no soy ni fuerte ni listo, no soy muy valiente que digamos, y la estrategia no es que sea mi punto fuerte, creo que no soy vuestro héroe— comente desanimado

— Un héroe no se descubre de la noche a la mañana chico, un héroe es como un segundo corazón, que sólo empieza a latir cuando las circunstancia lo necesita— diciendo eso, pude ver como por primera vez en nuestras conversación, sus ojos se llenaron de vida.

— Pero es que yo sólo...— murmure 

— Tranquilo chico, no estás solo, ya es hora de que los tres seáis reunidos— hizo un chasquido con los dedos, y se abrieron dos puertas dejándome ver dos caras conocidas, dos caras que pensé que nunca volvería a ver.