Lo grande que es el mundo.

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Los rayos de sol entraban por la ventana a y me comenzaron a atacar como pequeñas cuchillas afiladas. Me removí en busca de sombra, pero choqué con algo duro pero cálido.

-Hmm..-salió de mi boca un pequeño gemido.

De pronto, siento como que alguien me empuja más hacia si y me abraza.

-Buenos días, enana.-susurró aquella voz tan melodiosa contra mi pelo, a lo que, no pude contener una sonrisa.

-Ahamm..-mi habla por la mañana no daba para mucho, la verdad.

Nos quedamos así por un buen rato, hasta que nos decidimos levantarnos de aquella cómoda cama.

-Pss, mientras tu te duchas, hago yo el desayuno,¿vale?-dije mientras me disponía a bajar las escaleras.

-¡A sus ordenes, señora!-gritó cuando yo ya me encontraba abajo del todo.

Reí mientras sacaba unas tostadas, la mantequilla, la mermelada y un par de huevos que había en la nevera.

Cuando ya tenía echos los dos huevos y colocados en un plato cada uno, metí las tostadas en la tostadora donde ahí, tuve que esperar a que saliesen.

Mientras estaba untando de mantequilla y mermelada cada tostada, siento como unos grandes brazos rodean mi cintura y siento una respiración en mi nuca.

-Huele demasiado bien..-susurró contra mi nuca. Me entró un escalofrío por la espalda.

-C..Claro..-dije con un nerviosismo que se notaba a leguas de aquí, y también por mi enrojecimiento pensando en lo que casi pasa ayer.

A ver, tampoco me hubiese arrepentido, porque ya hace más de 10 meses que llevamos así y ya nos conocemos bastante bien, somos como amigos que..que se besan y nada más.

-Te noto nerviosa,¿será que no puedes estar a menos de 1 metro de mi y ya ponerte nerviosa?-dijo mientras dejaba pequeños besos en mi cuello, como si estuviese marcando el territorio.

-P..Para..-susurré mientras me retorcía entre sus brazos, intentando escapar.

-Okey, pero sólo porque tengo hambre.-dijo como un niño pequeño mientras cogía su plato y lo llevaba a la mesa. Yo hice lo mismo.

Estuvimos la mayor parte del desayuno, estuvimos hablando, otra vez, de nuestros estudios y sobre donde queríamos ir. Hasta que salió el tema.

-Oye,¿te gustaría acompañarme a ver una cosa? Hace ya bastante que te la quería enseñar, solo que..Nunca me atreví..-dijo lentamente mientras yo acariciaba su mano de la misma manera.

-¡Claro! Porqué no. Voy, me visto y nos vamos. Ah, tu también deberías vestirte y eso.-dije mientras me refería a que por casa, andaba sin camiseta.
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<Después de un par de horas..>
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-Tranquila, tu solo confía en mi, te tengo bien agarrada.-decía cada vez que me veía miedosa o hacia algún sonido de terror.

-¡No veo!¿Falta mucho?-pregunté ya cansandome pero, en ese mismo instante, paramos en seco.

-Ya estamos aquí.-dijo Jimin por detrás de mi. Mis ojos lo primero que vieron fue una gran explanada de mar a nuestro alrededor.

Miles y miles de kilómetros de mar había delante nuestro, unos cuantos barcos pesqueros y lanchas se encontraban en el puerto y, personas disfrutando el calor y tomando algo llenaban las calles.

-¿Qué te parece?-preguntó mientras volvía a hacer lo mismo que lo de por la mañana, abrazarme como si no hubiera mañana y dejando besos en la nuca.

-Creo que..me encantas.-dije sin pensarlo dos veces a lo que, cuando salió de mis labios, rápidamente me los tape, rezando por que no lo haya escuchado.

-¿Te encanto? Ah, ya lo sabía.-susurró mientras hacia que me girarse sobre mis talones, quedando delante de él.

Yo ya me había puesto roja ya desde que me había abrazado pero, ahora, sentía como mi corazón iba a más de mil por hora.

Sin decir absolutamente nada, posó una de sus manos en mi barbilla, haciendo que alzará la vista y, mirándonos fijamente, unimos nuestros labios, dejándo que el tiempo y la marea hicieran lo demás.

Su Mirada Me Cautivó #SMMC [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora