Su Mirada Me Cautivó #SMMC [TERMINADA]

El móvil, propiedad privada.

-¡Jessica, huele a quemado!-se escuchó gritar a Jimin desde el salón a lo que, corrí hacia donde él estaba y lo mire alarmada.

-¿Dónde?-pregunté cuando él me miró.

-Allí.-dijo, señalando la cocina. Al instante ya me encontraba en la cocina, buscando lo que se había quemado.

Cuando ya me di cuenta de que no había absolutamente nada quemándose, volví al salón donde estaba Jimin con dos móviles.

Lo sabía.

-¿Quién te dio permiso para andar con un móvil de otra persona?-pregunté mientras me ponía detrás de él y posaba ambas manos en sus hombros y los apretaba con fuerza.

-Bueno, lo vi ahí en..en la mesa y pues l-lo cogí y tal..-dijo, comenzando a ponerse nervioso.

Sin decir nada, se lo arrebaté de las manos y pulse en el historial, a ver donde se supone que entró en mi teléfono.

Historial :

Twitter , Snapchat , Instagram , WhatsApp , Álbum ...

Entré en Twitter primero y vi lo que había subido.

"Hey yo! My gilfriend is so shy and she forgotten her mobile phone in my house, but I really love her💕"

Giré mi cabeza para mirarlo y nada, ni se inmutaba, hasta que una notificación me entró al Twitter.

"A @/park jimin le ha gustado tu tweet"

"@/parkjimin a retwitteado tu tweet"

Rodé los ojos en forma de expresar mi descontento. En fin,¿Dónde entró más?

Snapchat.

Entré veloz como el rayo y, la foto que tenía puesta por él era..muy sexy, la verdad sea dicha y el mensaje era cierto.

"I'm so hot and Jessica loves me."

Cierto, Jimin, cierto.

Como ya me aburrí de mirar lo que Jimin había entrastiado en mi teléfono y en mis redes sociales, comencé a fastidiarle un poco la mañana.

-Jiminie,¿me quieres?-dije mientras posaba mi cabeza en sus piernas e intentando distraerlo con el juego de la Play Station al que estaba jugando.

-Aha, si mucho.-susurró concentrado en el juego a lo que puse un puchero, claramente, actuando.

-Pues me enfado.-contesté ya un poquito enfadada mientras me quitaba de encima de sus piernas y me sentaba lejos de él en el sofá.

Crucé los brazos encima de mi pecho. Sentí como me miraba medio apenado.

Cerré los ojos y giré la cabeza, hasta que, dejé de oír el sonido de la Play Station, la había apagado.

-Jessica, no te enfades.-dijo mientras agachaba su cabeza.

-Quieres más a una máquina de juegos que a mi, muy bien.-dije mientras aguantaba una sonrisa.

Lentamente abrí los ojos y lo veo sentado de rodillas en el suelo enfrente de mi y haciendo cara de perrito.

-¡Era broma, ha ha ha! Pobrecito, mi niñito pelirrojo.-dije mientras me sentaba encima de sus piernas en el suelo y ponía mis dos piernas alrededor de su cintura, quedando los dos bastante cerca el uno del otro.

-No entiendo porque te enfadas así..-susurró y yo, solo pude pasar ambas manos alrededor de su cuello, acercándome a sus labios carnosos.

-¿Por qué eres tan besable?-pregunté sintiendo su respiración casi en mi boca.

-Tal vez porque tu me haces serlo.-dijo al fin y junto sus labios con los míos de una vez por todas.

Nuestras bocas se movían al compás que habíamos marcado ; bonito, simple y suave pero sensual.

Sus manos rápidamente viajaron hasta mi espalda, la cual comenzó a acariciar por debajo de la camiseta ancha que llevaba puesta.

Un escalofrío me recorrió de arriba a abajo, cosa que nunca antes me había pasado, ni con las caricias que me daba Dani en las piernas cuando dormíamos. O bueno, cuando yo dormía.

Seguimos en ese plan pero sin hacer nada más hasta que, comencé a sentir los labios resecos.

De esto que, cuando me quería separar en el último beso para coger aire, va y me muerde el labio fuertemente y con rudeza, hasta tal punto que hizo que sangrara.

-¡Hey, menudo bestia!-grite mientras aguantaba el dolor y el picor que comenzaba a tener.

Sonrió y, con ayuda de su lengua, limpió el rastro de sangre que había echo la herida a lo largo de mi mandíbula.

Me sonrojé al nivel máximo y lo abracé por el cuello como si no hubiera mañana alguno y solo estuviésemos él y yo.