Tonto.

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Han pasado 2 semanas.

2 semanas sin hablarle. Sin ver su hermosa sonrisa, sin oír su melodiosa voz, sin verle dormir plácidamente como siempre lo hacía, sin sus carnosos labios.

Me estoy muriendo literalmente. Llevo más de 5 días que lo único que como durante el día es un simple sándwich de queso, o de jamón york.

Necesitaba hablar con él.

-Hey Jess, hoy va a venir un amigo a pasar la tarde,¿te importa?-preguntó Tae de repente, sacándome de mis oscuros pensamientos.

-¿Por qué iba a importarme un amigo tuyo? Es tu casa.-respondí seca y fría. Me daba pena de él. Estaba aguantándome todos y cada uno de los días, saliendo para cosas concretas y nunca dejándome sola.

-Entonces nada, si me necesitas, estaré abajo,¿vale?-dijo y, antes de salir, dejó un pequeño beso en mi frente. Cerró la puerta tras de él.

Sólo hice una mueca antes de volver a tumbarme boca abajo en la cama de la habitación que Tae había preparado para mi.

Estoy muy agradecida con él. Aunque al principio solo intentase acercarme amorosamente a él, siento que todavía me ve como la novia de un amigo preciado. Y supongo que es intocable.

Cuando me dejó claro que no quería nada conmigo por las indirectas y eso, me rendí por completo, dejándome llevar por el tren que me conduce a la muerte en concreto.

Después de estar echada durante un buen rato, decidí salir de la habitación hacia la cocina para un vaso de agua.

Para mi desgracia, no encontraba los vasos o simplemente, no tenía fuerzas para ponerme a buscarlos, así que me fui al salón a pedirle a Tae un vaso.

Pero, al atravesar la puerta, una cabellera arananjada se encontraba junto a Tae que, estaba de espaldas a la puerta.

Solo pude tragar en seco, tan en seco que comencé a toser, captando la atención de los dos. Me miraron al instante.

En la mirada de Tae solo podía distinguirse la gran sorpresa. Y en la de Jimin..Bueno, pensé que se le saldrían los ojos de las órbitas.

-Perdón, podéis seguir con lo vuestro.-susurré volviendo a dirigirme a la cocina cabizbaja y con las manos en los bolsillos del pantalón del pijama.

-¡Jessica, ven!-gritó Tae. Me quedé quieta a la mitad del camino, sin saber que hacer.

-¿Qué quieres? Solo salí para buscar un vaso.-dije cuando sentí su presencia detrás de mi mientras que su mano reposaba en mi hombro.

-Habla con él. Yo ya le dije lo que le tenía que decir, y él está muy preocupado por ti. no tenía ni idea de dónde estabas, a parte, él también quiere hablar contigo.-susurró en mi oído, dándome pequeños empujones hacia el salón.

Me quedé detrás de la puerta, esperando a ver que hacía Tae con la situación en la que nos encontrábamos los tres. Incómoda.

-¡Jimin!¡Tengo que salir un momento!¡Si necesitas algo, Jess se encuentra en la cocina!-gritó Tae mientras me hacía señas por lo bajo de que entrara al salón pero yo me negaba.

Cuando la puerta se cerró y Tae se encontraba fuera de casa, corrí hasta el piso de arriba, metiéndome en mi habitación.

Comienzo a oír pasos por el pasillo.

Mi corazón empieza a latir más y más rápido.

¿Qué hago ahora?¿Qué hará si entra a esta habitación?¿Que voy a decir?¿Qué me dirá él?¿Simplemente se irá sin decir nada?

Miles de preguntas invadieron mi espacio mental, para segundos después, dejarme la mente completamente en blanco.

La puerta comenzó a abrirse.

Yo nerviosa, me senté en mi cama, dándole la espalda a la puerta.

-Oh perdón, me confundí.-la voz de Jimin provocó que me recorriera de arriba a abajo un escalofrío, haciendo que abra mis ojos de par en par.

-¡E-espera, Jimin!-grité antes de dejar que cerrase la puerta, levantándome al instante y quedándome espectante.

Vi como volvía a a abrir la puerta, apareciendo él delante de mi. Tenía puesta una camiseta negra con rayas blancas, una de esas cazadoras que tanto me traían loca de color negra, unas botas hasta las pantorrillas negras y unos vaqueros desgastados.

-E..escucha, J-Jimin..-susurré mientras que con la mano le hacía señas de que entrase a la habitación por completo.


'Me haces sentir como la primera vez en el autobús.'

Su Mirada Me Cautivó #SMMC [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora