No es un adiós, si no un hasta luego.

1.9K 155 13
                                    

De repente, el teléfono de Jimin comenzó a sonar encima de la mesa pequeña, en frente del sofá. Con dificultad, logró cogerlo.

Claro, me encontraba encima de él con la cabeza apoyada en su pecho mientras que me acariciaba el cabello lentamente.

Sonreí al ver su cara enrojecida por el esfuerzo que tuvo que hacer. Al momento, descolgó el teléfono mientras lo llevaba a su oreja.

-¿Si?-preguntó mientras intentaba levantarse, simplemente me aferré más aún a su torso mientras que sentía como intentaba levantarse.

-Si, soy yo,¿ocurrió algo?-volvió a preguntar. En su rostro comenzaba a aparecer un sentimiento de preocupación. 

Al ver la mueca que había puesto, dejé que se sentara en el sofá mientras que yo me sentaba a su lado. No era para espiar pero no me gustaba como había empezado esto.

De pronto, su rostro comenzó a ponerse pálido como la nieve y su teléfono resbaló de entre sus dedos, cayendo al suelo. Sus ojos comenzaron a humedecerse.

Oh, mierda.

-¿J-Jimin..?¿Te encuentras bien?-pregunté mientras que me acercaba lentamente a él. Solo dirigió su mirada hacia mi y negó con la cabeza.

-M..Mi abuela..-su voz se entrecortaba hasta que, dejó salir un sonoro sollozo y cayó -literalmente- entre mis brazos.

Me abrazó o por lo menos, eso intentaba hacer. Mientras le acariciaba su espalda, le dirigí hacia el sofá de nuevo mientras que mandaba que se sentase.

Mi madre apareció de repente por las escaleras, se acercó preocupada a nosotros y yo solo agité mi mano en señal de que se fuera. Así lo hizo y se marchó silenciosamente.

(...)

Después de un buen rato, cuando Jimin ya se encontraba calmado, intenté preguntar la causa de su tristeza otra vez.

-Jimin, eh Jimin,¿quieres que hablemos de ello? Igual puedo hacer algo para ayudarte.-separé su cabeza de mi hombro y, con ambas manos sobre sus mejillas, obligué a que me mirase.

Su cara enrojecida, sus ojos rojos también y muy húmedos, su nariz goteaba y tenía sangre en el labio inferior de tanto morderlo con sus dientes.

Pasé uno de mis dedos por su labio inferior, quitando la mayor cantidad de sangre de este. Después, con ayuda de mis labios, di un beso en cada una de las lágrimas que caían por sus mejillas.

-Respira hondo y tranquilízate, yo estaré siempre aquí, Jimin.-susurré y apoyé mi frente sobre la suya. Nos quedamos así durante un buen rato hasta que decidió separarse.

Tomó aire y comenzó a hablar.

-¿Te acuerdas de que te dije que tenía una familia en Toronto, verdad?-asentí y dejé que continuase.-Bien, ellos principalmente vivían en Toronto pero, cada mes de Abril, se iban a Japón para pasar un par de semanas con mis primos que vivían allá. Pues de la que iban camino a casa, u-un camión..pasó por un semáforo en ro-rojo, arroyando el coche de mi t-tío..En este iban mi tío, mi abuela y mis otros dos primos..Los demás están bien p-pero m..mi abuela..-contó para después, comenzar a llorar de nuevo. 

Apoyé su cabeza en mi hombro y lo seguí abrazando, la verdad que con estos temas se pasa muy mal y más sabiendo que ya no puedes hacer nada para remediarlo. 

Lo único que te queda es llorar.

-¿Van a celebrar algo tu familia o..algo por el estilo?-pregunté cuando vi que se había calmado un poco más.

-S..si, dentro de tres días harán un funeral, después de la autopsia, aunque no sé para qué narices la quieren..¡Aaaghh!-gritó y, de la nada, dio un puñetazo al sofá lo que provocó que saltase del susto.

-¡Jimin! Por favor, no me asustes así..-susurré mientras me alejaba un poco de él, dejando que el aire atravesara en hueco entre ambos. Me miró con aquellos ojos tristes cuando solo puedes aferrarte a una sola cosa porque, simplemente no tienes nada más.

-P-perdón, Jess..-susurró también y bajó la mirada. Sentí pena después de que lo hiciese, de verdad que él no tenía la culpa de aquello.

Me volví a acercar a él y pasé mis brazos alrededor de su cuello, aferrándome a él o, más bien, dejando que él se aferrase a mi.

Así hizo, al segundo, sus brazos habían atrapado mi cuerpo y juntos, comenzamos a decirnos cosas de consuelo, o por lo menos eso creía yo.

Aunque no conociese a su abuela ni a nadie de su familia, para él se ve que era importante en su vida aunque no estuviera junto a Jimin. Se ve que la quería mucho.

-Entonces..¿quieres que te acompañe a Toronto?¿O prefieres ir so--?-comencé a decir pero me cortó, dejando un casto beso sobre mis labios. Lo miré confusa.

-Ya hablaremos de eso luego, Jessica, por ahora solo..quedémonos así un rato..por favor.-dijo contra mi cuello. Al sentir su respiración chocando contra mi cuello, miles de descargas fluyeron en mi interior.

No dije nada y apoyé mi cabeza sobre la suya y así nos quedamos durante un buen rato. Me dolía mucho verlo así.

-'Te apoyaré en todo lo que esté en mi mano, Jimin, juro que nunca te dejaré.'


Su Mirada Me Cautivó #SMMC [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora