No te duermas sin mi.

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Aunque lo nuestro fue distinto a un simple hola, sentimos ambos lo mismo con respecto a la amistad. Quién sabe si, en un futuro, nos enamoremos el uno del otro.

No me importaría mucho, la verdad, pero a mi me basta con estar así con un chico como él.

-¡Corre, que nos pisan los talones!-gritó Jimin mientras me agarraba la mano y corriamos cogidos de la mano.

Mi respiración solo me alcanzaba para reírme mientras corro, me fatigoso muy fácilmente.

Cuando llegamos al portal de su casa, bueno, de la casa de uno de sus amigos pero que nos la dejaba para un par de meses, nos adentramos en el ascensor los dos.

Yo intentaba recuperar la respiración mientras que él se reía de mis caretos raros que ponía cuando estaba cansada.

-No puedo más, estoy demasiado cansada..-susurré y apoyé mi cabeza sobre el hombro de Jimin.

Él solo subió sus manos hacia mi pelo y lo acariciaba, como si fuera un perrito con un pelo muy bien cuidado y que le encantaba tocar.

Al llegar al apartamento, noté como entraba a su habitación para cambiarse, así que, yo hice lo mismo.

Cuando ya me encontraba cambiada y todo de ropa, sentí como tocaban la puerta suavemente.

-¿Qué quieres, Jiminie?-pregunté mientras me sentaba en la cama.

-Me siento solito,¿me podrías hacer compañía hasta que me duerma?-preguntó desde el otro lado de la puerta pero, sinceramente, sonó como un niño pequeño.

-Entra, miedoso.-dije mientras me reía ligeramente por lo bajo.

Al verlo entrar, pensé que se me caía el alma al suelo, nunca lo había visto tan..¿sexy?

Llevaba puesto un simple pantalón de pijama de cuadros azules y blancos, una camiseta de tirantes negra y su pelo se encontraba demasiado despeinado, lo que me provocó que suspirase.

-A ver, sinceramente,¿a qué has venido?-pregunté ya cuando él se echó en la cama, o mejor dicho, dentro de mi cama y yo estaba de pie, observandolo.

-Pff, solo quería intentar dormir contigo,¿no puedo ni intentarlo?-preguntó y, antes de que pudiera decir nada, agarró mi mano y me empujó hacia la cama, quedando encima de él.

Solo nos separaba una bendita sábana.

-¡Jiminie!¿Qué haces?-pregunté pero fue como si él ni se inmutase porque agarró mi cara por ambos lados y me obligó a acercarme más a él.

Ahora, centímetros nos separaban. Me empecé a sentir muy nerviosa, igual demasiado. Me quería mover de ahí, pero mi cuerpo no respondía.

-Solo.. Déjame probar una cosa que quería hacer desde que nos conocimos..-susurró contra mis labios y, al final, los juntó.

Fue un beso largo, corto, francés, italiano.. Era de todos los tipos, o eso era lo que yo sentía.

Su boca y la mía, nuestras respiraciones entrelazandose entre sí, ambas narices se rozaban alguna que otra vez.

De pronto, una de sus manos viajó hasta mi espalda y, con un hábil movimiento, ahora era él, el que se encontraba encima de mi.

Ya no nos separaba nada.

Su beso comenzó a volverse más y más profundo, dejándo de lado que nuestras lenguas llevaban un rato jugando entre sí.

Yo ya no podía más pero, al sentir como su amiguito se encendía poco a poco, mi mente, despertó y, de un empujón, lo aparté de mi.

Él me miró extrañado, aunque bueno, lo entiendo, no es que sea normal calentar a una persona para luego, dejarla con el calenton.

-P..Perdón, no.. No quería llegar hasta ahí, no tenía control, perdón, Jessica..-dijo apenado mientras se escondía debajo de las sábanas, a lo que sonreí.

-Hey, no pasa nada, y si lo hubiéramos echo, tampoco me arrpentiría, la verdad.-susurré mientras le abrazaba por debajo de la sábana. Pude sentir como sonreía.

Se dio la vuelta, quedando yo sobre su pecho y con ambas manos alrededor de él como un koala.

-Buenas noches, pequeña.-susurró contra mi cabeza, dejándo un beso ahí.

Le iba a decir lo mismo pero entre el cansancio que tenía, el olor que emanaba su piel y lo a gusto que estaba, me dormí al instante entre aquellos brazos.

Su Mirada Me Cautivó #SMMC [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora