Albert
Estábamos en noviembre y ella estaba distante de mí desde aquel día en mi casa. Sé que me había pasado, pero ella había sido la que comenzó ¿O yo por llevarla a mí habitación? ¿En la sala hubiera pasado lo mismo?
No sabía cómo arreglar las cosas.
Aún manteníamos la relación pero se estaba volviendo seca. No percibía los mismos sentimientos que venían de ella. La sentía con mucha desconfianza. Le dije para ir a su casa y se negaba, que ella fuera a la mía y rotundamente negó. Y al final terminábamos haciendo las tareas en la biblioteca.
Una de las cosas que me enteré para ese momento que Gabriel y Gisell habían comenzado una relación de noviazgo. Era extraño verlos tan juntos. Pensé que eran muy diferentes. Pero luego me recordé a mí mismo lo que surgió entre Sofía y yo. Les di la razón.
Las evaluaciones terminaron, quedaban solo pocas y del resto solo la más grande del último semestre, el proyecto en el que trabajamos todos juntos los cuatro: Gisell, Gabriel, Sofía y yo. Y a pesar de la distancia que hubo, difícilmente pudimos estar de acuerdo en algunas cosas para el día final. Solo quedaban dos semanas para ello y antes de eso ya tenía que arreglar las cosas con Sofía.
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Un día luego de presentar un examen no me aguanté. Esperé que terminara y salió del salón. La tomé por la mano y la jalé hacia un salón que estaba solo.
—Sofía ¿Qué pasa? —Yo sabía perfectamente lo que pasaba, pero quería escuchar su versión.
—¿Qué pasa de qué? —Preguntó.
—Con todo, con lo nuestro. Ya no siento que es lo mismo, todo se está apagando. Desde aquel día en mi casa has estado muy distante y esto no puede seguir así.
—Albert. Lo sé y lo siento. Fue mi reacción. La culpa no es solo tuya, o solo mía es de los dos. Eso no debió pasar.
—Pero no pasó nada. Nos detuvimos.
—Sí, pero es que me molestó mi reacción, tu reacción.
—Pero Sofía ya pasó. No pasó nada, es lo importante.
—¿Y si hubiera pasado?
—Ya. Ya —La tranquilicé, pero no parecía muy convencida. La miré de nuevo a los ojos —Lo que quiero es todo sea como antes, que no exista esa desconfianza entre los dos. Es muy incómodo, todo estaba siendo tan monótono. Casi no nos vemos —Asintió.
La fundí en un abrazo y ella dejó que todo pasara. El cariño volvió a retomar su lugar poco a poco, como todo venía antes de lo sucedido.
Me sentía muy cómodo de nuevo. Comenzamos a salir a comer, a salir en cuarteto junto a Gabriel y Gisell. La pasábamos muy bien los cuatro. Nadie se metía en nada. Nos reuníamos los cuatro en casa de uno de nosotros y veíamos películas hasta el amanecer, pedíamos pizza o lo que fuera y comíamos. Todo excelente.
Estando en casa apareció Gabriel para que jugáramos, a pesar que ya se nos venía la defensa del proyecto encima. Ya teníamos todo listo, solo quedaba que cada quien estudiara lo que debía. Sin embargo él se apareció una semana antes de eso para planificar algunas cosas:
—Albert ¿Sabes que he estado pensando?
—¿Qué cosa?
—Gisell y yo estamos a punto de cumplir un mes. Pero no quiero hacerle cualquier regalo. Y pensaba en que podríamos planear una salir lejos tú, Sofía, Gisell y yo.
—Pero si es su aniversario ¿Qué vamos a hacer nosotros allí? —Pregunté.
—Somos amigos, el cuarteto. Sé que es lo nuestro, y además tampoco es que estaremos siempre juntos. Habrá momentos en donde cada quien tendrá su intimidad, su tiempo con su chica.
—Bueno sí, pero no sé si para nosotros sería incómodo.
—Tendría que hablarlo con Sofía —Dije.
—¡Que es para que le hagamos una sorpresa! —Gritó mientras reía.
—¡Ah cierto! Por poco lo olvido.
—¿Entonces qué dices? —Preguntó.
—¿Pero qué tienes planeado en mente?
—No sé... pensaba ir una casa playera y quedarnos un fin de semana. O alquilamos un apartamento esos dos días.
—No sé si a Sofía le permitan ir. Ya es mayorcita pero le prometí a su padre que no pasaría nada y que la respetaría.
—¿Y quién dijo que pasará algo? En ustedes está el control que se deben tener —Me quedé en silencio. Él tenía razón. Pero era algo que muy pocos tenían en momentos de perdida de noción.
—¿Tu tendrás tú control? —Pregunté burlándome.
—No lo sé. Yo lo tendré, a menos que ella sea quien me descontrole —No pude evitar reír. A él si no le importaba eso.
—Bueno, hagámoslo. Pero yo no podría quedarme con ustedes por Sofía. La cosa sería para nosotros de ida y vuelta ¿Te parece? Y luego tendrán un día para ustedes solo completamente.
—Si para ti está bien. Entonces para mí no hay ningún problema.
—Entonces quedamos así. ¿Cuándo será el dichoso día de su aniversario? —Preguntaba de nuevo.
—Dentro de tres días.
—¡Eso es ya mismos! ¿Por qué no me avisaste con más tiempo?
—Lo había olvidado. ¿Tienes suficiente dinero?
—Sí, si tengo pero me hubiera gustado haber planeado mucho más.
—¡Qué cosa no puedes planear en tres días, por favor!
—¡Mucho! —Exigí.
—Bueno ¿Te anotas o no? —Preguntó.
—Sí, sí me anoto, pero para luego, con cosas así, avísame con tiempo.
—Aja. Entonces ¿Cuando las sorprendemos?
—Mañana. Digámosle que vamos a la playa, pero hay que llevar suficiente cambio de ropa, porque será todo el día y... que también habrá piscina.
—Sí me parece bien.
—Entones así será.
Terminamos de hablar y él se fue de casa. Dentro de 3 días saldríamos. Era martes, el viernes en la noche tendríamos que estar listo, salir en la madrugada del sábado, sería el día de salida, para regresar el domingo en la tarde. Y llegar el martes a defender.
Luego de que Gabriel se fuera, decidí ir a casa de Sofía, a pesar que ya era de noche, pero debía contarle.
Yo que voy llegando y ella que va entrando a su casa, la llamé:
—¡Sofía! —Ella volteó, me miró y sorprendió.
—¿Qué haces aquí a esta hora?
—Es que te tengo que dar una noticia.
—¿Cuál?
—¡Iremos a la playa!
—¿En serio?
—Sí. Y también irán Gabriel y Gisell. Es su aniversario de mes.
—¡Qué bueno! ¿Cuándo?
—Salimos en la madrugada del sábado. Lo único es que... no sé si habrá inconveniente con tu padre.
—Cierto... pero no lo creo, tengo oportunidad de amansarlo de aquí ahora —Me hablaba como si se refiriera a una mascota.
—Está en tus manos entonces. Ah casi olvidaba, debes llevar suficiente ropa. Ya que habrá también una piscina y quizá demos un par de vueltas.
—¿Y dará tiempo para todo eso en un día?
—Si lo habrá, créeme.
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Instante (Terminada)
General FictionPodría ser el amor perfecto entre ellos, si Sofía siquiera mantuviera una relación con Albert. Pero no, son simples conocidos que estudian la misma carrera universitaria. Ella está intentando superar su pasado mientras que se centra en sus...