¿Morir? Cap. 5

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Narra Guillermo:

El día anterior había sido horrible. Yo había pensado que me la pasaría bien pero en cuanto su amiga me aventó la primera pregunta supe que nada saldría como me lo esperé. Era entendible que Samuel me dijera que ella era super amable, él es él y nadie puede contra una persona que siempre ve el lado positivo de la gente con tal de apreciar algo de ellos.

Debo admitir que aunque trate de tomarme todo con calma por cada vez que me retaba estaba a nada de gritarle y salir corriendo como una niñita, me hacían sentir demasiado inútil e indefenso, estaba muy molesto de que me odiara solo porque una vez le conteste mal. Sé que nunca me disculpe pero no sentía la necesidad de hacerlo, al contrario me daba vergüenza porque sabía que no merecía una contestación así pero es que ese día la pase muy mal, Andre me había insultado de todas las maneras y mi padre había roto una de mis chamarras, la ira  simplemente me había cegado y jamas pensé que tuviera tanto rencor por aquello.

A pesar de que Perla tenía un carácter muy posesivo y agresivo podía notar cuanto querría a Samuel, y sabía que si yo estaba con él arruinaría esa gran amistad. Tal vez simplemente debería dejar de interrumpir en sus vidas, intentar no causar estragos entre ellos.

La idea me mato un poco, pero es que yo sabía lo que era perder una muy buena amiga...era demasiado horrible y no quería que a él le pasara eso, sin embargo me molestaba tener que dejar de hablarle solo por salvar una relación cuando yo ni siquiera tengo una ¿era necesario? diría que si. Cuando perdí a mi amiga quiso matarme, no solo lo quise, lo intente. Había tomado una soga pero esta era demasiado vieja que se rompió, ya no quería existir porque sentía que había perdido todo aunque aquella soga rota la vi como otra oportunidad de conocer a alguien más que me salvara de ahogarme y si fue así.

Han sido 4 veces las que he tratado de quitarme la vida pero de una u otra forma siempre me salvo. Una vez recuerdo que fue ella quien me detuvo, en otra fue alguien a quien jamas volví a ver...la soga y una fui yo, había esa esperanza en mi corazón de que las cosas algún día mejoren y dejen de ser tan del asco, aquella llama que me mantiene un poco fuerte es para esperar que salga el arco iris. Llego, Samuel pero aun no estoy tan seguro de que el sea mi esperanza.

Fui a trabajar después de pensar tanto en que sería lo mejor y me decidí no ser el estorbo que todos dicen que soy.

El día paso veloz, hubo mucha gente en el lugar y todos estábamos muy apurados atendiendo y dándole sus pedidos a la gente. Me divertí bastante, me encontraba tan distraído en mi trabajo que apenas me alcanzo para pensar en mis desgracias.

Cerramos el lugar y arreglamos las cosas para limpiar lo suficiente. Hector me pago lo del día y me dio un poco más debido a mi gran esfuerzo, según él. Me sentí tan contento porque sabía que hoy podría comer algo mas que un sándwich con jamón y queso.

Finalizamos y todos salimos del local, justamente Samuel llego para ver a su padre, lo ignore con disimulo pero el me detuvo al notar que me iba. Yo no quería decirle nada, solo deseaba que continuara con su vida antes de que me conociera.

-¿Esta todo bien?

-Si, Samuel. Pero me tengo que ir, perdón.

 -Te ves molesto- me detuvo nuevamente.

-No lo estoy, solo no quiero interrumpir en su amistad quiero que se arreglen y estén bien. Es feo perder un amigo.

-No pasara eso, Guille.

-Yo solo no quiero causarles mas conflictos- me fui rápido de ahí antes de intentara pararme, no podía decirle más mi corazón se haría pequeño si continuaba, aparte de que moría de hambre y necesitaba rápido ir a comer.

¿Morir?-Wigetta-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora