Narra Samuel:
Llevaba ya tres largas semanas con un gran nudo en la garganta las 24 horas del día, me sentía el peor humano del mundo, quería estallar y golpear todo lo que estuviera a mi alrededor, deseaba regresar el tiempo en la época mas brillante de mi vida, quería parar de llorar y salir a recuperar lo que estaba perdiendo.
Hace unos muchos días, después del maravilloso beso entre Guille y yo, Frank paso a verme a mi casa, yo estaba solo y apenas podía imaginar a lo que venía a hacer acá... tan solo pensarlo de nuevo me estaba consumiendo dolorosamente.
-¿Quién?- pregunte después de oír que sonó el timbre.
-Soy Frank- me congele al escuchar que era él quien estaba afuera. Abrí la puerta dudoso y apenas que entro la poca luz del sol a mi casa, un puñetazo me recibió tan fuerte que me hizo caer al suelo con dolor. Lo mire desde abajo desconcertado y sobando mi mejilla.
-¿Qué haces aquí?¿Por qué has hecho esto?- Frank lanzo una risa como si supiera yo la razón de su llegada.
-¿Te parece gracioso jugar así conmigo?- ...no podía saber que lo bese, no podía, no había nadie en el baño, ni afuera. Mi corazón se detuvo.
-¿De que hablas? - no diría nada, porque no tendría por que saberlo.
-No me quieras ver la cara Samuel ¿lo besaste? El día de tu cumpleaños en ese karaoke- él no sabía nada, me convencí fuertemente de que no había manera de que supiera con claridad lo que paso en ese baño.
-Claro que no.
-¿Y por qué se encerraron en el baño? ¿Por qué ha estado tan raro?- estaba sudando, mentir no se me daba tan bien pero esto era de vida o muerte, no debía fallar más.
-Se atasco la puerta...y no sé por qué Guille esta así, solo pregúntale- lanzo un suspiro que mostraba la furia que había dentro de él.
-Te lo has buscado- concluyo y se marcho sin antes decirme -que sepas que no te he golpeado mas veces solo porque no quiero que Guille se preocupe por ti- azoto la puerta y se fue. Me quede ahí pensando en como habría descubierto lo que paso aquel día.
Me estremecí ante el recuerdo, hacía ya tiempo que no tenia miedo, a nada, y ahora es que me mantenía atento ante cualquier cosa tratando de no causarle problemas a mi hermana. Era complicado mantenerme distante con Guille, él era tan dulce y tierno que no podía ser tan seco e indiferente, se me hacia imposible.
Me distraía tanto pensando una y otra vez en Frank y en lo que era capaz de hacer si le decía algo al menor sobre lo que me hacia para no estar a su lado que me estaba distrayendo en mis tareas y exámenes. Todo últimamente marchaba mal en mi vida.
Salí al patio y me encontré con Alvaro desayunando. Me senté a su lado triste y cansado, aquel insomnio de siempre me atacaba y ahora lo hacía más estas noches. El de nariz grande dejo de masticar y me miro curioso.
-¿Qué ha pasado? - pregunto mientras limpiaba su boca con una servilleta. Subí los hombros mostrando toda mi tristeza y suspirando. -No me digas que de nuevo te arrepientes del beso...-
-¿Qué?- lance un poco molesto ante tal sospecha.
-Solo mírate, te vez arrepentido- fruncí mi ceño.
-No lo estoy.
-¿Entonces por qué no le has dicho nada?- mi corazón se contrajo al oír esa pregunta salir de sus labios, si tan solo pudiera ser tan fácil.
-No creo que deba meterme en la relación de ellos ¿sabes?- su mirada no fue nada amistosa.
-¿Hablas en serio?- mire abajo con un nudo en la garganta y pude alcanzar a escuchar la risa de mi hermana dentro de mí, como si de alguna manera mi subconsciente me recordara porque no debía arriesgarme a ir por él -No lo puedo creer, Sam. ¿Después de todo lo que has llorado por él vas a dejar que se quede con Frank así como si nada? ¿A caso no te duele pensar en lo que él puede sentir por tu forma de actuar o en lo mucho que lo has confundido?
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¿Morir?-Wigetta-
FanfictionEsta historia no se aleja de una realidad, hemos leído y hablado acerca de miles de relatos de amor, conocemos casi cada probabilidad de lo que llega a suceder durante todo el transcurso pero Guillermo no sabe nada de historias de amor, la suya fue...