¿Morir? Cap. 8

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Narra Samuel:

Ya había llegado la noche y me di cuenta que no había hecho nada más que dormir bajo las sombras de un árbol así que fui a casa y deje que la noche terminara.

Al día siguiente tampoco hice nada, estaba un poco asustado de la ausencia de Guille pues no había señales de él y nadie sabía donde vivía cosa que me didficultaba encontrarlo.
Aun así me la pasaba con Alvaro, aquel chico era muy agradable y compasivo, incluso cómico, aunque debo admitir que en estos días me costaba trabajo sonreír por todo lo que pasaba. Lo de Perla y la desaparición de Guille. Ambos me dejaban confusos.

Terminando el día fui al café de mi papá, me sentía cansado, el día había sido lento y aburrido. Quería ir a dormir urgentemente pues mis parpados me pesaban.Sin embargo el sueño se fue justo cuando llegue allí, mi padre sonrió y se fue mientras contemplaba en días a Guillermo, sano y salvo. Quería abrazarlo pero temí que se enfadara.

-Hombre Guille. ¿Dónde has estado?- pregunte intentando no parecer preocupado al 100%

- Fui a ver a mi abuela que se puso super mal y en todos esos días recordé que... me gusta más estar sólo- junte mis cejas confundido más de lo que ya estaba y suspire con estres.

-¿Qué?- hable casi solo para mi. No podía aceptar lo que oía, no quería que Perla tuviera razón, no... No quería dejar a este chico. Algo me lo impedía.

- Me di cuenta que me estresas y ostigas. Somos muy diferentes y eso te vuelve insoportable. Así que regresa con Perla y por favor dejame ahora si en paz. Como lo debiste hacer en el puente...- las primeras palabras fueron como flechas directo al pecho y algo punzante se hizo presente en el. Se supone que él se la había pasado mejor el día de la comida y que todo estaba bien ¿Por qué tenía que darle vueltas a la historia?

Observe como se encamino lejos de mi y no lo quice permitir. Lo alcancé y junte mi mano a la suya para detenerlo y girarlo a mi. Ambos nos vimos sin palabras en la boca y aquello me daba una sensacion rara. Lo mire directo a sus ojos al igual que él, en verdad eran un tanto especiales.

No entendía del todo por qué quería que se quedará y aún así lo detenía de irse, de dejarme de hablar, y es que era frustrante no saber por qué los dos lo hacíamos.

-Deja de decirme si y no y luego si y luego no ¿Quieres? Yo no estoy jugando Guillermo, yo en verdad formo un amistad ¿Dime que haces tú?- hable molesto de su caracter indeciso. Podía ser paciente pero no auguantar sus cambios de decisión.

-Yo la destruyo antes de que sea tarde- pronuncio lentamente. En verdad no tenía que ser así.

-¿Por qué?- cuestioné con falta de aire. Con el corazón oprimido.

-Porque así me lo han dicho- arrebato su mano y me dio la espalda marchándose a un paso lento. Sin embargo no quise hacer nada, estaba muy débil y mi papá había regresado por no verme adelanté. Me fui con él e intenté entender todo lo que dijo. Todo.

Me recoste en mi cama y mire el techo, mi cabeza estaba hecha nudos y usualmente no suele estar así. Era extraño lo sucedido y no tenía sentido, nada de lo que dijo concordaba. ¿Acaso su abuela le dijo "No te juntes con Samuel. Sólo es mejor"? Porque vaya que si fue así la señora esta un tanto desequilibarda. Pero... ¿Por qué la insistencia en que perdone a Perla? ¿ Era verdad que alguien se lo dijo o él mismo lo decidió?

Me sobresalte al ver como mi ventana se abría lentamente y en ese instante pensé que sería Guille subiendo como la otra vez. Salté de mi cama y corrí a la ventana, me asome y la sombra definitivamente no era la de él.

-¿Guillermo? - pregunté por si acaso.

-No, soy Perla. Ayudame esto es dificil- reclamo y me quede sorprendido solo un momento, de que viniera . La ayude a entrar mientras pensaba como es que por primera vez solo por la "culpa" de Guille ella venía a disculparse.

¿Morir?-Wigetta-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora