¿Morir? Cap. 51

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Narra Samuel:

¿Qué era esa pestilencia? Estaba tan fuerte que podía sentir como se llenaban mis pulmones con aquel terrible olor... ¿Dónde estaba? Todo eran tan oscuro y borroso, lleno de puntos por doquier que lo más probable era que solo existieran en mi mente...¿Por qué me dolía todo? Mis huesos se sentían pesados, mi cabeza más en especial.

Abrí mis ojos y trate de acoplarlos a la oscuridad del lugar, mi visión aun estaba nublada, cada vez que me movía un poco me hacía más consciente de lo que pasaba y un nuevo dolor me punzaba en el cuerpo.  ¿Cuánto tiempo estuve desmayado?

Pestañee con fuerza regresando al mundo, me queje un poco tratando de sentarme en el piso aun sin ver con claridad mi alrededor. Tenía sangre húmeda en mi cabeza chorreando un poco, limpie mis parpados y trate de recordar que había pasado.

Lo último que había en mi cabeza era que, Georgina me detuvo para regañarme... Por fin me acople a la nitidez del lugar y pude ver frente mío un cuerpo blando con un charco de sangre debajo de este. 

-¡Mierda!- grite asustado ante aquella primera imagen. Me levante de inmediato como si ninguna molestia existiese mientras que mi respiración se aceleraba sin dejar de verlo. Nunca había estado cerca una escena semejante a esta...aquel hombre era, era el padre de Guillermo. Por fin recordaba todo.

Ignore a este, pensando de inmediato en donde estaba Guille, mire hacía el interior de la habitación y lo encontré desplomado sobre una pared, corrí de prisa para saber si estaba con vida.

Me senté a lado de él con un enorme nudo en la garganta que sentía iba a ahorcarme.

-¿Chiqui? ¿Estas ahí?- pregunte con mis ojos empañados. Su cuerpo estaba manchado de rojo, su rostro , todo él.

Mire su mano y en ella halle el arma que me dio Georgina para Guille, él lo había matado. Me salvo ¿qué habría sido sin la pistola? Temí pensar en aquel futuro alterno, nunca estuve tan cerca de la muerte y mucho menos de este modo.

Limpie su rostro para pegarlo en mi pecho, se veía tan dormido y yo estaba tan en shock que no podía hacer otra cosa. Una gran mancha de sangre posaba sobre su camisa, cubría su abdomen como si lo hubiese recorrido, seguía fresca.

-No me dejes- masculle pensando para mi mismo ¿Qué estaba pasándome? No podía hacer nada, estaba congelado. Mancharme mis manos de su sangre era un poco traumatizante.

Saque mi teléfono de mi chamarra, su pantalla estaba quebrada pero aun funcionaba. Pensé en que llamar pero mis dedos temblaban y me era incapaz controlarlos así que ví que el primer número que aparecía era el de mi tío policía pues todo este rato mi familia y yo estuvimos comunicándonos con él para un evento. No pensé más y llame, esperando que no tardase en contestar, abrazando el cuerpo de mi novio hacía el mío.

-¿Sam? ¿Qué pasa?- trague saliva tratando de hablar.

-Tío, por favor, ve ven- me calle un poco tras trabarme esperando poder hablar - Guille esta herido.- complete tras aspirar aire varias veces incapaz de respirar.

-Samuel tranquilo ¿dónde están?- mire asustado al menor de haberlo perdido para siempre, desconectado de todo mi alrededor. Mi voz sonaba como si estuviera atrapada dentro de mi estomago -Samuel por favor se claro ¿Tú estas lastimado?

-Si, si, ambos. Ven, no sé....- silencie un minuto tragando saliva- no sé si esta muerto.

-¿De qué hablas? Mira, dime donde están, de inmediato llegaran a atenderlos.- asentí aun sabiendo que no me miraba.

En cuanto le di la dirección de su vivienda colgué la llamada para poder sostenerlo mejor sobre mis brazos. Pegue mi rostro de su cabello, llorando al no saber que iba a suceder, creyendo que esta vez estaba perdiendo todo. Sintiendo la culpa recorrer todo mi cuerpo, yo le había hecho esto...

¿Morir?-Wigetta-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora