¿Morir? Cap. 25

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Narra Guillermo:

Ya había pasado una semana y diría que nombrar a está  sería muy fácil pues le pondría "El tío que no dejo de molestar ni un segundo" y si, hablo de Frank, por dios, ya no puedo más, no me molesta que me busque sino que sea él pidiendo oportunidades, invitándome a salir o simplemente cuidandome como si no supiera hacerlo. Se me hacía más difícil seguir odiándolo como cuando llego y es que de verdad que un simple recuerdo me hace recuperar hasta el mínimo sentimiento. En fin no había forma de alejarlo no después de ese casi beso que una señorita del aseo interrumpió y vaya que se lo agradezco porque no si no hubiera sido ella terminaría empujándolo yo lejos de mis labios.

En cuanto a Samuel después del día en donde no falto nada para besarnos, cosa que me habría encantado, lo note muy nervioso como si escondiera algo comolicado, lo cual no entendía pero también fue muy amable conmigo desde que se entero de mis heridas...que mierda resulto eso, no quería que viera que en el fondo si que soy débil pero al menos ya sabría más de mí ¿no?

-Guillermo ¿puedes decirme que es lo que acabo de explicar?- alce la mirada de mi cuaderno en blanco y note que el profesor literalmente estaba a lado mío esperando una respuesta la cual sabía que no tendría. Mis compañeros me miraron y observe el pizarron buscando el tema del que se hablaba pero solo me halle con formulas raras. -Ponga más atención Sr. Díaz- aclaro y continuo hablando, suspire tranquilo para esta vez hacerle caso.

Tocaron el timbre para receso, salí del salón aburrido y me encamine al árbol donde siempre quedábamos de vernos los tres  pero antes de poder dar un paso más alguien me tapo la boca y me jalo hacía un aula sin gente. Me arrebate de la persona asustado y me encontre con la sonrisa más fea que halla visto, Andre ¿no se conformo con molestarme con eso de las prontas navidades? fruncí mis cejas e intente mostrar mi calma para no darle el gusto.

-¿Recuerdas en lo que quedamos hace tiempo?- hablo de manera pervertida caminando un paso hacía delante sin yo hacerme atrás. Supe a que se refería y sentí un escalofrío recorrer mi columna por su intento de violación.

-¿Y tu novia?- la pregunta que le hice manera inesperada hizo que se detuviera sorprendido por no saber como contestarla.

-¿Ella qué?-

-¿Qué pensara si se entera que hemos tenido eso?- cuestione para distraerlo mientras buscaba una manera de huir con estilo. Al parecer lo que dije lo dejo pensando un rato cosa que me dio tiempo de analizar la situación en la que estaba. Cuando entramos él cerro la puerta con llave para que no saliera y coloco la misma en el bolsillo trasero de su pantalón de manera sigilosa...no me gusta la idea que se formaba en mi mente pero si intento pelear caeré al suelo como pluma pues a penas se plantar un puñetazo.

-No tiene porque enterarse, sería peligroso para ti- regrese a la realidad y pensé fuertemente el plan que había formulado hace un rato, esta vez sería yo quien me salvara, sería yo quien me defendería porque sé que no necesito de nadie más que de mí.

-Es cierto-

-¿Oh acaso le vas a llamar a Franki o Sami  para que te salven? No seas gallina- se burlo y puse lo ojos en blanco fingiendo control en mi cuerpo.

-Nunca dije que me quería ir- nuevo Guille aquí voy. Alzo las cejas y esta vez yo me acerque a él lo suficiente para que nuestros pechos se rozaran. Realmente sentía el vómito en mi garganta amenazando en salir...que difícil sería esto.

-No sé que planeas, pero me gusta...- dijo seducido por la forma en como me junte a él. Intente sonreír como todo galan y puse mi mano entre su cintura para tenerlo bien pegado a mí. Trague saliva por mi forma de comportarme y lo extrañamente asqueroso que me sentía. 

¿Morir?-Wigetta-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora