¿Morir? Cap. 42

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Narra Samuel:

Palomita tras palomita entraba a mi boca sin que las saboreara si quiera, las comía sin tener idea de que eso hacía, mi cabeza estaba en el espacio que no prestaba atención a nada. Mi vista estaba puesta en el gran televisor de Alvaro el cual proyectaba una película titulada "Duro de matar", pero aunque esta me gustara no tenía ni la más minima ganas de verla.

-Creo que, Samuel disfruta mucho de la película como siempre- dijo Miguel a Alvaro siendo sarcástico.

-Ya...¿Crees que nos escuche?- en realidad lo hacía aunque no prestaba mucho atención. Era muy decepcionante para mis sentimientos como humano reconocer que el amor de mi vida se iría a vivir lejos de mi, aun después de todo.

-Si, creo que realmente nos ignora. No puede lamentarse para siempre...¿no?- No entiendo porque acepto, él en verdad no lo ama para nada y le gusta vivir aquí, por fin consiguió amigos que lo aprecian de verdad y nos dejara por alguien que lo abandono un año.

-Claramente no, lo que necesita es ir con Guillermo y rogarle que se quede- Pero no, decidió irse con él frente a todos ni siquiera lo dudo tanto ¡No pidió mínimo tiempo para pensarlo! Le sonrió y lo beso frente a todos... frente a mi y no es como que nunca los haya visto besándose pero esta vez el dolor fue peor.

-Mejor aun le llamare a Guille para que venga y hablen y se amen para siempre- Me había mirado antes de aceptar, ignoro a todos por completo y yo se lo pedí con mi mirada, le intente decir que no me dejara. Sé que igual no era un claro mensaje sin embargo se dedico a verme y aun así después de regresar al mundo él acepto.

-No, sería muy obvio. Y si vamos por un café e invitamos a Guille para que se encuentren "sin querer"- Estuve a punto de derramar un lagrima al ver como festejaban felizmente...no podía evitar sentirme más culpable al conducirme a este destino. Yo lo amaba demasiado y verlo ser feliz con otro era asqueroso. Lo peor es que Frank no regreso aquí por Guille sino mas bien por su estúpido trabajo de niño rico y aun teniendo mucho a su ventaja me amenaza, eso no era amor...estaba arrebatándome gran parte de mi felicidad.

-Va, tengo ganas de salir un rato. Anda, despiértalo de su sueño- Él llego a mi vida para cambiar la forma en como veía a las personas, para salvarme de aquella toxicidad de los mismo y para que conociera a las que en verdad valían la pena, me ayudo a aceptar quien soy y a nadar mucho mejor.

-¡Samuel!- me grito Alvaro desde el otro extremo del sofá. Lo mire desinteresado y prestando la mayor atención posible que podía brindar. -Vamos por un café.


Llegamos a la cafetería más cercana, con suerte no quisieron ir a la de mi padre porque me preocuparía tener que encontrarme con Guillermo por su trabajo y verlo sonreír como si todo estuviese bien cuando en verdad él sabe que no es así. Creo que en el fondo estaba molesto de la decisión que tomo y aquello me volvía bastante  inmaduro ya que las miles de veces en las que yo decidí erróneas elecciones él trato de entenderlas y respetarlas.

La pareja de viejos amigos hablaban sin parar, no les hacía ni el mas mínimo caso como cuando estábamos en la casa, tampoco parecían muy interesados acerca de mi estado y aquello era bueno por qué no me sentía con muchas ganas de hablarles de mi dolor.

-¡Hola!- saludo alguien a mi lado. Voltee a mirar de quien se trataba y me di cuenta que era Guillermo quien hablaba tan energético. Genial.

-Hola-  dije sin ganas mientras miraba a Alvaro y Miguel fulminante ¿Por qué tenían que invitarlo?

-Perdón, Sam. Creí que escuchaste que iríamos todos al café- Nege ligeramente la cabeza tratando de no ser obvio acerca de que no lo quería ver tal y como estaba ahora en el aspecto emocional. Él se sentó a mi lado sin mostrar conflicto con sus sentimientos, como si fuera igual que al inicio.

¿Morir?-Wigetta-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora