4: Sensaciones

6.1K 451 26
                                    

Siento unas sábanas rozar mi piel, tan suaves, tan cómodas. Ni mi cama es tan acogedora ¿Dónde estoy? ¿En un cuento de hadas? ¿Cómo es que me siento tan bien? Una sensación cálida y satisfactoria recorre todo mi cuerpo, lo que hace que me estiré, deleitándome con la comodidad en la que me encuentro. Abro mis ojos y desaparece mi mundo de fantasía, estoy aún en el cuarto de Eiden, me ha dejado encerrada aquí hasta que cambie de opinión. No le voy a dar el gusto, no voy a irme sin la información que necesito, aunque eso no lo sabe, ni creo que se lo vaya a decir nunca.

Me siento en aquel colchón, observo la habitación, es bastante lujosa a diferencia de las demás. Aunque parece sin uso, como a estrenar ¿Será cierto que no está de acuerdo con lo que hacen aquí?

Levanto mi muñeca y miro también la pulsera celeste. Al principio pensaba que sería un problema tenerla, pero si me aleja de Clow, me trae alivio aun cuando quiero enfrentarlo.

"Es mía".

Las palabras que Eiden ya ha repetido varias veces, ahora retumban en mi mente, no comprendo qué es esta sensación, ¿por qué no es de molestia? No me irrita en lo más mínimo ¿Qué es lo que pienso de él? Aún no lo entiendo y algo me dice que no quiero comprenderlo. No sé, por alguna extraña razón, no deseo saberlo.

Escucho una llave en la puerta y levanto la cabeza, vuelvo de mis pensamientos. Presiento algo que no me agrada. Me salgo de la cama y me quedo expectante mientras el sonido se escucha al abrirse la entrada. Quien entra es mi pesadilla, otra vez, y en esta ocasión estoy sola. Lo extraño es que mi mente piensa en Eiden mientras estoy paralizada, viendo al hombre que me da más pavor en toda la tierra, Clow.

"Esto no quedará así".

Lo había dicho, pero no pensé que sería tan pronto, aunque si lo piensas él... él es un hombre obstinado, obsesivo y posesivo, jamás se rendiría tan fácil. Por eso, por eso tengo miedo, siento que mi personalidad puede volver a ser la misma de antes. Sé que suena tonto, pero creo que Clow puede destruir esa barrera que he creado con tanto esfuerzo, destruirla y destruirme. Debo ser fuerte, no puedo perder.

—Gatita. —Mi piel se eriza al oír ese sobrenombre, pero continuo mirándolo directo a los ojos, eso me da fuerza. ¿Por qué? Porque antes no podía, antes él me obligaba a mirarlo, yo solo cerraba los ojos. Ahora, yo lo veo, directo y sin ningún pudor.

—¿Qué? —E incluso le respondo.

Clow observa cada movimiento que doy y se acerca despacio. Me acaricia el cabello poniendo su rostro en frente del mío.

—Te extrañé, no sabes cuánto te extrañé. —Me agarra de la cintura y empuja mi cuerpo contra el suyo, puedo sentir su erección—. ¿Lo notas? —pregunta, pero yo ni me inmuto. Me doy cuenta que quizás no puedo caer en la oscuridad de mi mente otra vez. Sonrío y él continúa observándome detenidamente—. Estás cambiada.

—Puede ser, ¿te molesta eso? —Necesito saberlo.

—He intentado remplazarte, pero sin resultados, no me importa en lo más mínimo este cambio. —Se acerca más y comienza a besar mi cuello—. Quiero estar dentro de ti, pronto.

Y yo quiero que se aparte, aun así, todo no se puede en esta vida.

—Eiden regresará, ¿lo sabes, no?

Sonríe y me mira otra vez a los ojos.

—¿Tienes miedo? Un rapidito no nos hará daño. —Agarra mi brazo y me tira contra la cama, para luego subirse sobre mí—. No entiendo cómo mi hermanito puede descuidarte tanto, yo te había entrenado tan bien. —Levanta mi pierna—. Quizás te traté un poco mal, pero cuidé de no pasarme. Prometo que la próxima nos divertiremos mejor, con los juguetes que tanto te gustan. —Toma mis bragas para acto seguido bajarlas y dejarme expuesta. Su sonrisa es de satisfacción, está deseoso. Comienza a acariciar mis piernas, en ningún momento le respondo y eso le molesta. No hay sonidos de mi parte, así que decide pasar a la acción—. Me gustan los retos. —Mueve su lengua en su boca y empieza a bajarse el cierre del pantalón.

Perversa Oscuridad: Infiltrada (y Encuéntrame)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora