Encadenada

*La número 21* (4)

Me encontraba parada aun, con la mirada abajo, y esperando lo peor.

--vaya, vaya esta se ve más tranquila-- escuchaba como hablaba y empezaba a caminar rodeándome --y ni siquiera estas llorando-- lo decía con tono de malicia y sorprendido --¿dime cuál es tu número?-- pregunto sentándose en un sillón aun costado mío.

Me sentía aterrada en responder algo que era muy sencillo, era tan fácil pero no me salía nada, pero podía sentir su mirada y decidí hablar antes de recibir un golpe.

--soy la número 25 Amo--mi voz salió temblorosa sin ni siquiera darme cuenta.

--con que la número...--

--¡AH!--

En ese momento un grito se escuchó en la habitación, interrumpiéndolo, y haciendo que todo mi cuerpo temblara de miedo.

Ese grito hizo que reaccionara, levantando mi cabeza y buscando de dónde provino. Observe detenidamente la habitación, era como una sala o una oficina pero aun costado de ella se encontraba otra puerta.

--se ve que se están divirtiendo, tranquila no hay por qué alarmarse--lo dijo poniéndose de pie nuevamente --sabes, si pones todo tu cabello en tu rostro no puedo verte--se acercó a mí, agarrando con fuerza los cabellos que tapaban mi cara y llevándolos con fuerza hacia arriba, hizo que lo mirara a los ojos.

Aunque me dolía la forma con la cual me estaba arrancando algunos cabellos, no dije nada solo me limite a mirarlo. Pero enseguida escuchamos nuevamente un grito.

--¡Por favor, ya no!-- de nuevo la voz de aquella chica. Se podía escuchar como rogaba y suplicaba.

Temía lo que estaba pasando en aquella habitación la cual se encontraba cerrada, pero en el fondo sabía lo que ocurría. Se escuchaban gritos de una chica y la única que aún no había salido, era la número 21.

--¡Callate!- esta vez la voz de un hombre se había escuchado en toda la habitación --¡estúpida, más vale que dejes de llorar!-se escuchaba con la voz muy enojada, como si no aguantaría más los gritos de aquella chica.

En ese momento los gritos dejaron de escucharse y todo quedo en silencio.

--sal de aquí--dijo el Amo, soltando mi cabello y empujándome a la salida.

Salí de aquella habitación, y sentí un gran alivio, como si la tumba que me habían obligado a cavar, fuese una simple tarea y no para mí. Mi corazón aún se encontraba intranquilo y todo mi cuerpo temblaba de miedo.

De nuevo me encontraba en mi cuarto, encadenada como siempre, y pensamientos me invadieron ¿Cuánto resistirá la número 21? y ¿quien era el hombre que había gritado? ....

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Gracias por leer mi historia, te agradeceria mucho tu voto.

《☆besos y abrazos☆》