Desde hace unos minutos no he escuchado la voz de Lucía, aunque nunca me respondió si era ella.
El silencio no me gusta y menos cuando no logro ni ver.
--¿Lucia?-- pregunto tratando de levantarme. Colocando mi mano izquierda como soporte en el suelo.
Cuando trato de caminar, mis piernas tiemblan y caigo nuevamente. Trato de abrir los ojos y por al menos ver algo de lo que me rodea, pero fue inútil, aun no puedo ni siquiera abrir los ojos.
--Lucia... Por favor... Puedes ayud... -- no logro terminar la frase, al escuchar el sonido de la puerta, siendo esta abierta.
--lleven la al cuarto de baños-- escucho decir esas palabras a una voz de un repartidor.
Siento como me agarran de los brazos y me levantan del suelo.
Mientras me llevan, trato de escuchar a Lucía o que alguien se de cuenta que ella se encontraba ahí, pero nadie la menciona.
Creo que se fue más antes de que ellos llegarán.
Luego de un rato, caminando donde ellos me decían, y jalando me de los cabellos por no poder ponerme de pie, paramos en un lugar.
Escucho como una puerta se abre y a empujones me hacen entra, cerrando luego con llave.
Trato de no entrar en pánico por no saber en donde me encuentro.
--¿hay alguien aquí?-- pregunto apoyando me en la puerta que ya estaba cerrada.
--ven número 25, necesitamos primero bañarte-- escucho a alguien decir eso.
La voz me parece algo familiar pero no estoy segura de quien esta ahí.
--¿me podrías decir quien eres?-- pregunto.
--somos la número 32 y 33-- escucho responder a otra voz.
La número 32 y 33... Pero entonces ellas serian las gemelas.
--son las gemelas-- digo luego de saber quienes estaban ahí conmigo --me alegra que estén bien ambas.
Les digo aun no sabiendo donde están.
Con mucha gentileza y cuidado curan todas mis heridas. Me dan algo de comer y beber.
--en verdad se los agradezco número 32 y 33-- se los digo cuando con cuidado vendan mis ojos.
--no hay porque agradecer-- escucho decir a la número 32.
--si, no tienes que dar las gracias cuando la que sufre más eres tú-- afirma la número 33.
Me alegra que no las hayan separado a las dos, porque escuche que lo usual era separar a hermanas, y a una llevarla al Jardín. Es un lugar diferente a donde estamos ahora, que son los Calabozos.
--¿puedes pararte número 25?-- me pregunta la número 32.
Trato de ponerme en pie, levantando me despacio pero cuando creo que lo he conseguido, siento que mi cabeza da vueltas.
--n-no me... siento bien-- lo digo apenas tratando de equilibrarme.
El intento fue en vano, pues caído al suelo, chocando mi cabeza y desmayado me.
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Hola gracias por leer esta historia, les deseo lo mejor del mundo con todo mi corazón.
Espero que me apoyen con sus votos y comentarios.
Los quiero cositas hermosas.
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Encadenada
Mystery / Thriller[COMPLETA] En ese cuarto frio donde no había ni siquiera una ventana y solo estaba aquella puerta de metal la cual era la única salida al pasillo, pero afuera se encontrada él señor de las jaulas, así lo llaman todos puesto que era el encargado de v...