Encadenada

*¿Cuándo empezó todo esto?* (22)

Lentamente me acerqué dando pequeños pasos hacia donde ella se encontraba.

--responda… ¿Quién está ahí?

Cuando me acerqué lo suficiente pude ver cortadas en sus brazos, moretones en sus piernas y una herida en su cuello que estaba vendada. Con mucho cuidado desvende sus ojos, pero ella estaba muy alterada que me empujaba y movía su cabeza.

--tranquila… soy yo la número 25—ella se quedó quieta y yo con cuidado quite ese trapo de sus ojos—todo está bien número 34.

Ella me miro y en un segundo ambas entramos en llanto. La abrase como pude y ambas no dijimos nada hasta parar de llorar.

Pude sentir su dolor y ella el mío.

--¿Cómo sobreviviste?...

La pregunta ahora parecía ya no tener importancia pero aun así quería saber.

--ellos me atraparon, me golpearon y me trajeron aquí. Todo paso tan rápido número 25. Pensé que me matarían, pero todo este tiempo me han tenido encerrada es esta habitación, con los ojos vendados—su expresión estaba totalmente aterrada, y hasta yo pensé que ella ya no estaba viva--¡¿Qué les paso a las gemelas?!—el recuerdo de ellas vino a mi mente, como si viera aun sus cuerpos llenos de sangre tirados en el suelo, y un dolor invadió mi corazón.

--ellas… están muertas--Apenas y podía pronunciar esas palabras que destrozaban cada centímetro de mi cuerpo.

La mirada que tenía la número 34 al oír esas palabras de mi boca fue devastador. Pude ver como la expresión de su rostro fue cambiando a una horrorizada. La entendía a la perfección.Sabia lo que se sentia.

Fui yo quien las vio morir frente a mis ojos, y no pude hacer nada. Sabía muy bien que eso me atormentaría por siempre. El dolor nunca se iría pero saber que no perdí todo, que la número 34 aún sigue con vida, hace que me sienta un copo tranquila.

--yo… lo siento mucho… todo fue mi culpa—con la cabeza agachada y en un susurro pronuncio aquello, pero aun así pude escucharla.

--no digas eso, no fue tu culpa—tratando de levantar su vista, con mi mano en su mentón. Pude sentir como el agua de sus lágrimas empapaban mis dedos.
Incluso ahora yo también estaba afectada por la muerte de las gemelas. Me sentía... destrozada por dentro.

Ellas se habían vuelto importante para mí. Me parecía algo increíble ya que hace poco ni siquiera hablaba con ninguna de las que nos encontrábamos en este infierno.

¿En qué momento empecé a hablar con otras personas?

Siempre me mantuve al margen de todo, quería estar lo más apartado de los problemas, así que no hablaba con nadie y solo me limitaba a obedecer.

¿Cuándo empezó todo esto?

La imagen de Lucia vino a mi mente. Así era, cuando conocí a Lucia fue cuando todo cambio, y ¿Por qué ahora no la veía? Acaso…

--¿Qué sucede número 25?—la voz quebrada de número 34 hizo que volviera a la realidad.

--no, no es nada

--te pregunte ¿Por qué estás aquí? Y ¿Qué te ocurrió? Tienes… toda la cara llena de heridas—había olvidado en qué estado me encontraba y como había llegado aquí.

--el Amo me “castigo” por haberle respondido—tratando de que no suene tan mal, hice apenas una sonrisa en mi rostro.

Ella volvió a bajar la cabeza y un silencio total se produjo en la habitación.

Sabía muy bien que no era momento de mostrar una sonrisa pero, no quería que el temor se apoderara de nosotras.

Pero aun así la pregunta se hizo presente y fue ella quien lo dijo primero.

--¿Qué nos va a pasar ahora?

Ni yo lo sabía, pero… de algo estaba segura no iba a rendirme y menos cuando la había encontrado viva.

--no lo sé, pero…-- acaricié suavemente su cabello produciendo que volviera a levantar la vista y me mirara a los ojos—te prometo que saldremos de esta… tu y yo, te lo prometo.

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Hola a todos espero que esten bien y lamento que ayer no subi el capitulo pero estaba muy triste y faltaba corregir algunos detalles.

Pero aqui tienen el capitulo, espero que les allá gustado.

Gracias por leerlo ☺😊

《☆besos y abrazos☆》