*¡No lo entiendo!* (35)

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¡Maldita sea!

Mis brazos me duelen y mis rodillas ya no aguantan estar en la misma posición.

Escuchó que alguien se acerca... se detiene justo en la puerta.

Mi cabello tapa la poca visibilidad que tengo pero sé que aún está ahí parado.

La puerta se abre unos momentos después.

-- tan sólo mírate...-- esa voz... sé muy bien de quién es -- ¿simpre fuiste asi de perdedora? Tus amigas estan apunto de ser descubiertas y tu eras la unica cumpable

--¡Lucía! Debes ayudarme... por favor.

Por unos segundos solo escuchó como respira.

-- Aun no lo entiendes ¿nove?

--Solo abisales a las damas que el vigilante lo sabe todo

--...no puedo hacer eso-- escucho como abre la puerta nuevamente y no tengo nada para detenerla.

--espera...--y otra ves estoy sola.

No entiendo..
¡No lo entiendo!
¿Porqué?

Su actitud fria hacía mi. La manera en como me hablo. Nada tiene sentido...

¿Que puedo hacer? Yo no...

Se escuchan pasos acercándose apresuradamente y un monton de voces.

La puerta se abre de golpe

--te dije que la habia traido aqui-- esa voz es de Palma

--hay que apresurar nos-- ¿numero 34?-- quitale las cadenas

-- chicas... ¿de verdad son ustedes?

--claro que si. Pensaste que te ibamos a dejar-- Plama me quita las cadenas de mis manos y caigo al sentir el peso de mi cuerpo-- vamos debes levantarte.

Me pongo de pie ayudandome de mis manos y ellas me sostienen a ambos lados.

-- esperen un momento hay algo que..

-- No hay tiempo

-- pero número 34 el vigilante lo sabe todo --todas nos detenemos antes de llegar a la puerta --el me vigilaba... yo no lo sabia.

-- lo se -- número 34 responde con calma -- eso solo significa que debemos apresurar nos

La miro por unos segundos y por fin lo entiendo.

--ire por la llave-- les digo saliendo de ese cuarto.

--confiamos en ti.

No hay tienpo que perder. Adelanto mi paso lo mas rapido que puedo para no ser vista por nadie.

Los pasillos parecen ser más largos de lo normal.

Llego al cuarto donde he estado todo este tiempo. La mano me tiembla al tocar la puerta pero respiro debo mantenerme concentrada.

La llave

Es lo inico que pienso al entrar.

--¿donde estabas?-- su vos aparce y su agarre no espera.

Me jala del broso y yo solo miro que tae puesto el abrigo.

Respira... la llave

Se sienta en la cama miestra me atrae hacia él, abrazandome mientras yo sigo de pie.

Me da asco pero nuevamente me concentro. Veo su bolcillo... y aunque no quiero hacer esto, levanto mi mano y la coloco es su cabeza acariciandola despues.

El parece notarlo y me abraza con más fuerza.

Lebanto la otra mano y ago lo mismo. Mientras que bajo lentamenta una de ellas sin que lo note hacia su bolsillo.

--eres tan obediente-- susurra

Yo trato de no vomitar y sigo bajando mi mano pero no alcanzo y debo inclinarme para poder alcanzar la llave.

Bajo lentamente al punto de arrodillarme y lo miro a los ojos. El me observa tan fijamente que puedo deslizar una mano lentamento, pero cuando estoy apunto de conseguirlo el mueve la cabeza y yo no se como mas detenerlo que agarrando su cabeza y chocando sus labios con los mios.

No pasa ni unos segundos y me apresiona otra vez contra su cuerpo.

¡La llave!

Mi mano logra entrar en el bolcillo y busca con cuidado. Cuando siento la llave él me levanta de la cintura y mi mano agarra con fuerza lo que habia encontrado.

Él me coloca en la cama sin dejarme de abrazar y yo veo en mi mano la llave.

Miestras el marca mi cuello y desnuda mi cuerpo yo solo pienso.

Ahora solo aguanta...

EncadenadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora