Pensamientos

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*Narra Hugo* 

Llegué al centro donde pasa mi hermano todas las mañanas. Se supone que sirven para que estudie y se realice y tenga un futuro pero yo creo que es una perdida de tiempo. Llego a conserjería.

-Hola.- saludo a la conserje. Una mujer bastante... aburrida.

Levanta la vista pero no me contesta.

-Quería saber dónde está Manuel Heredia.- vuelve a mirarme y sigue callada. Teclea por fin en el ordenador y dice: 

-Aula 1B, no puede interrumpir hasta que no suene el timbre.-

Ni me molesto en despedirme. Me dirijo al aula marcada como 1B y me siento en el banco de en frente. Faltan unos veinte minutos para que toque así que saco el móvil y me pongo a jugar un rato. 

*Narra Elena*

Llego casi corriendo a la universidad y casi me choco contra la puerta de la biblioteca. Para mi suerte aún no hay nadie y me da tiempo para volver a poner los papeles en orden. 

Cuando llegan los profesores y demás compañeros ya lo tengo todo en orden, estoy más calmada y tengo la exposición preparada. Espero en mi sitio a que pasen las primeras exposiciones mientras repaso mentalmente la mía. Mi mente vaga en el accidente de antes con el chico. 

Las exposiciones pasaban y yo sigo vagando en mi mente, ¿qué me pasa? No entiendo nada ahora mismo, ¿por qué sigo pensando en el incidente?

Me tiro tanto rato ensimismada que cuando me doy cuenta ya es mi turno para exponer.

-Elena.- me llama mi profesor.- Adelante.-

Me pilla muy desprevenida y me quedo unos segundos procesando. Al fin me levanto y me acerco al ordenador. Pongo mi trabajo y miro al inmenso público, bueno "inmenso"... suficiente como para ponerme nerviosa. Centro mi vista en el profesor, respiro hondo y comiendo a exponer. 

*Narra Hugo*

Puedo morirme de aburrimiento aquí. Los veinte minutos más largo de mi vida. Por fin suena el timbre y un grupo reducido de alumnos sale del aula, mi hermano es uno de ellos. Me mira con cara rara y se para enfrente mía.

-¿Qué haces tú aquí?- me pregunta con mala cara. El comportamiento de mi hermano es malo con todo el mundo menos con sus amigos. Ni siquiera sé por qué mi padre habrá aceptado hacerse cargo de él, ya es mayor de edad. 

-Venir a por ti.- le digo.

-Creo que soy mayorcito para volver a casa solo, ¿no crees? Además, aún me faltan clases hoy.- se dispone a irse.

-No vuelves a casa.- no se como he conseguido pronunciar esas palabras. 

-¿Cómo?- mi hermano se acerca a mi y yo comienzo a temblar. Es dos cabezas más alto que yo y cuatro años mayor, puede matarme de un solo puñetazo.

-No ha sido decisión mía.- me mantengo firme.- Pero estoy de acuerdo con ella.- saco valor y por primera vez en mi vida me enfrento al bruto de mi hermano.

-¿Y dónde vais a llevarme? ¿Acaso me vais a pagar una casa para mi solo?-

Que te lo has creído imbécil.

-Te vas con papá.- sí, me cuesta pronunciar esa palabra.- Él dirá que hará contigo.-

Se queda mirándome, aún no se cree lo que le estoy diciendo. Su mala cara sigue y ya no se que más decirle.

Por suerte no me hace falta decir nada más porque mi padre aparece en la puerta del centro y nos llama.

-Hugo, Manuel.- se acerca a nosotros. Igual de alto que mi hermano, igual de guapo (está mal que lo diga un chico pero es la verdad) e igual de... ¿hipócrata, insensible,? Capullo, ese es el adjetivo exacto. 

-¿Ves? Te vas con él.- digo esto y me dirijo a la puerta.

-¿A dónde vas tan pronto Hugo?- dice mi padre.- Pensé en invitaros a desayunar o algo.-

-Ahorratelo.- salgo pitando de allí, esta vez mirando bien por donde voy. Pensándolo mejor, no fui yo quien se chocó pero la fuerza del golpe sí que la añadí yo al ir tan rápido. 

De repente me veo en medio de la calle pensando en una chica desconocida. ¿Qué me pasa hoy? Joder, espabila. 

Solo quiero llegar a casa y olvidarme de todo esto, por favor.


Al cabo de unos diez minutos de caminata, paro en una cafetería a por algo de azúcar, antojos repentinos míos. Compro unos dulces y me los llevo a casa, para ofrecérselos también a mi madre. 

Al llegar a mi casa el infierno se desata. 

*Narra Elena*

Menuda mierda de trabajo, de universidad, de vida, de todo... uff.

Sí, sé que el profesor dijo que estaba bien, pero en comparado con los demás no ha sido nada, bueno sí, una mierda. Jamás conseguiré mi objetivo. Tierra, tragame.

Amor infinitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora