*Narra Elena*
-Yo no quiero estar mal Hugo.-
Él suspiró y bajó la cabeza.
-Mirame.- le dije agarrándole la cara con mi mano.- Te quiero.-
-Y yo, pero...-
Le besé. Puse todo el amor que había tenido reprimido estos días en ese beso, y él también.
Cuando nos separamos él me miró sorprendido.
-Elena...-
-No digas nada y vuelve a besarme.-
Y lo hizo. Esta vez me acercó más a él, aunque no pudo bien porque estábamos en el coche.
-¿Me dejas llevarte a mi casa?- me preguntó.
-Sí.- dije, sin saber muy bien el porqué.
Volvió a conducir.
Cuando entramos en su casa todo estaba oscuro.
-¿Está tu madre?- le pregunté.
-No, está fuera hasta tarde.-
Eso me relajó, no quería que la madre me viera aquí. Sabía que no le importaba, pero me daba vergüenza.
Me cogió de la mano muy dulcemente y me guió hasta su habitación. Recordaba el camino de la cena en su casa, pero dejé que me llevara porque era más bonito.
Cuando entramos me sentó en la cama y el se arrodilló. Me besó, y yo le agarré de la nuca.
Se puso de pie y se sentó a mi lado. Puso música y se volvió hacia mi. Me acarició la cara y me beso suave. Nos tumbamos y nos tiramos así por lo que creo que fueron horas. Cuando levanté la cabeza eran las 10 pm.
-Creo que debería de volver a casa.- dije.
-¿Ya?- dijo, pero vio el reloj.- Ah, claro, perdón.-
-No te preocupes.-
-Te llevo.-
-Gracias.-
-Elena.-
-¿Sí?-
-¿Algún día podrías... quedarte a dormir?-
-Espera ahí.- le dije .
Bajé las escaleras y llamé a mi madre cuando estaba en la cocina. Respondió pronto.
-Hola cielo, ¿algún problema?-
-No mamá, solo quería pedirte algo.-
-Claro, di.-
-¿Puedo dormir hoy en casa de Hugo?-
Mi madre se quedó callada durante unos segundos y me arrepentí de haberle hecho esa pregunta.
Cuando iba a decir que daba igual respondió:
-Sé que eres responsable, espero no equivocarme.-
-No mamá.-
-Entonces... que descanses cielo.-
-Gracias.-
-De nada cielo.-
Subí las escaleras sonriendo y entré de nuevo en la habitación.
-¿Qué pasa?- me preguntó Hugo.
-Querías que me quedara a dormir, ¿no?-
-¿Va en serio?-
-Muy en serio.- dije mientras lo abrazaba.
Él me abrazó también. Rodeó mis caderas con sus brazos y me besó en la mejilla.
-Gracias Elena.-
-Te lo mereces, y tenía muchas ganas de poder dormir contigo.-
-Yo también.-
-No sé cuantas veces podré dormir contigo ahora mismo, pero disfrutemos de esta.-
-Claro.- dijo.
Me senté en su cama de nuevo.
-¿Me das unos minutos para darme una ducha? Tu puedes ducharte luego si te apetece.-
-Claro.-
Entró en su cuarto de baño y yo me quedé allí. Observé la habitación otra vez. La primera vez que había estado allí también lo había hecho, pero me gustaba ver como todo él estaba repartido por esa habitación en pequeñas partes.
Salió a los pocos minutos.
-Toma.- me tendió una camiseta que me valdría de vestido y unos pantalones de chandal.
-Así puedes descansar cómoda.-
-Gracias.- le sonreí y me metí en su cuarto de baño.
Tenía ducha, no bañera.
Fuí rápida también, y salí vestida con su ropa. Dejé la mia junto con mis demás cosas.
-No has cenado nada, ¿no?-
-Pues la verdad es que no.-
-¿Quieres que cocine algo?-
-O podríamos encargar comida a domicilio.-
-También.-
-No quiero suponer un trabajo.-
-No te preocupes por eso.- me abrazó.- ¿Pizza?-
-Claro.-
Llamó y encargamos una pizza grande para los dos.
No tardó mucho, y comimos sentados en su cama.
Cuando terminamos él se tumbó, y yo me tumbé a su lado.
-Todo está saliendo muy bien.- le dije.
-Gracias por empezar a luchar.-
-Luchemos juntos Hugo.-
-Claro.- dijo agarrándome la mano.
-Te quiero.-
-Y yo.-
Y nos besamos.
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Amor infinito
Romance¿Qué pasaría si te chocaras con el amor de tu vida tan casualmente por la calle? Esta es la historia de Hugo y Elena, dos chicos que por casualidad se conocieron un día y tuvieron una historia de amor muy peculiar llena de amor, risas y algunos mome...