Sentimientos

1.9K 91 3
                                    

*Narra Hugo*

Desde anoche no puedo quitarme a esa chica de la cabeza. Todo lo que pasó, el casi accidente... si estaba tan mal como para cruzar la calle así significa que algo iba muy mal. Y ¿quién era el que la perseguía? Y ¿por qué lo hacía? No se que es lo que siento, quizás miedo de que le pase algo malo... o no sé.

Intento despejarme un poco, no pensar en ella. No la conozco, no debo de meterme en sus asuntos. Pero... me es imposible no pensar en lo que pasó, no pensar en ella.

Una hora más tarde he conseguido tranquilizarme un poco y dejar el tema de lado, seguro que no vuelvo a ver a esa chica y no tengo que preocuparme de sus problemas. Me entretengo con algunas cosas en casa y para cuando me doy cuenta ya ha pasado un buen rato.
Me quedan unos cuantos días antes de comenzar de nuevo el trabajo así que he decidido no pasármelos encerrados en casa. Tengo un coche, vamos a darle uso.

Me pongo algo más decente que lo que llevo puesto y salgo con las llaves de casa y del coche. Me monto y arranco. He decidido ir a dar una vuelta al centro comercial, me vendría bien renovar algo del vestuario actual. Mi madre siempre me dice que me gustan las cosas demasiado monocromáticas y quizás es verdad porque no uso nada de color.

*Narra Elena*
Durante toda la mañana tengo la cabeza hecha un lío. El suceso de anoche, la fiesta, el casi accidente, el volver a casa en el coche de un "desconocido"... son cosas no normales en mi vida, y espero que tampoco en la vida de los demás. No sé so hice lo correcto en pedirle a... ¿Hugo? que me trajese a casa, no lo conozco. Sí, sé que estoy bien y que me salvó de ese tío pero... ¿y si el también es como el otro? No lo conozco, solo sé su nombre. Pero pensándolo mejor no tiene cara de ser un mal chico, y es muy amable. Y... y estoy fantaseando con un chico como si tuviera catorce años.

Dejo esos pensamientos fuera y decido que es momento de preparar las cosas para el día siguiente. Siguiente semana, una menos que falta para terminar y una menos que tengo que soportar.

Tras ordenar todos los papeles del fin de semana y completar algunas actividades y resúmenes que tenía pendientes me planto delante del armario y busco algo de ropa decente. Es Domingo y siempre me gusta ir a dar una vuelta los Domingos. Como Luz estará ida por lo de anoche llamo a Ángela que siempre está dispuesta a un plan más tranquilo. Es una amiga de la universidad y al igual que yo prefiere estar pasando el rato relajada que con jaleo en una casa llena de gente.

Le mando un mensaje a Ángela: " ¿Te apetece hacer algo esta tarde?"

Al rato contesta: "Vente a mi casa, estoy sola y podemos hablar."

Me visto y salgo por la puerta. Ángela no vive muy lejos por lo que no tengo que andar mucho. Al llegar a su casa llamo a la puerta y al instante ella me abre la puerta con una sonrisa.

-Te estaba esperando.- me dice haciéndome un gesto para que entre en la casa.
-Ya veo.- le sonrío.

La casa es bastante grande y está muy iluminada, me encanta. Subimos a su habitación y me acomodo en su silla de escritorio. Ella se sienta en su cama.

-¿Qué ha sido de ti estos días? Me han contado que estuviste ayer con Luz.-

-Sí, quise quedar con ella y nos fuimos a casa de unos chicos.-

-Los rumores son ciertos.- me mira con cara de interesada.- Cuentame un poco más, ¿conocisteis a alguien?-

-Yo no, y no sé nada de Luz desde que entramos en la casa.-

-¿Te dejó sola allí? Y ¿volviste sola?-

¿Qué hago? ¿Le cuento lo de Hugo?

-Ehm...- no sé que decir.

Me mira esperando una respuesta. No quiero mentirle y confío en ella así que digo:

-No, volví en el coche de alguien.-

Su cara expresa curiosidad así que le cuento todo el suceso con el chico de la fiesta, con Hugo, como nos conocimos primero y el casi accidente.

Se queda callada durante toda la historia y cuando termino me mira con cara extraña, no se si es buena o mala. 

-Increíble.- me dice.- ¿Por qué no me has contado esto antes?-

-No le di importancia.-

-¿Cómo no le das importancia a eso?- me mira extrañada.

-No se... no lo conozco de nada...- no sabía muy bien que decir.

-A ver, eso lo entiendo. Pero ¿te montas en su coche y no te importa no conocerlo pero para contármelo sí?-

-En eso tengo que darte la razón.-

Nos reímos.

-Cuéntame más sobre él anda.-



Amor infinitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora