Estás jugando con fuego.

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*Narra Elena*

Miraba el número sin saber que hacer. Me sentía como cuando Hugo me dio el suyo, la diferencia es que cuando Hugo lo hizo yo no tenía pareja. Realmente no era nada malo ¿no? Solo era una persona amable que quería volve a hablar conmigo...

Dejé el número sobre mi mesita de noche y me di media vuelta en la cama. Cogí el móvil y miré la hora: las 23:02, Hugo podría estar despierto.


*Narra Hugo*

Estaba sentado en el suelo de un aparcamiento, con la espalda apoyada en la puerta del coche y respiraba entrecortadamente por culpa de la rabia, quería romper algo.

Sonó mi móvil, lo que me faltaba. Miré y vi que era Elena. Decidí cogerlo para no preocuparla. Respiré hondo y contesté.

-Hola.-

-Hola.- dijo animada

-¿Ocurre algo?-

-No, no te preocupes. Solo quería hablar contigo.-

-¿Ya estás en casa?-

-Sí.-

-¿Qué tal aquello?-

Se quedó callada unos instantes.

-Bien.- dijo al final.

-Ah, pues me alegro.-

-¿Y tú qué? ¿Has hecho algo interesante en este rato?-

-No...-

-Ahm.-

Nos quedamos en silencio.

-Oye Elena, tengo sueño, ¿podemos hablar mañana?-

-Claro, que descanses.-

-Buenas noches.-

Y colgué.

Seguramente la habré cagado porque se me notaba ido, cabreado. No debí de coger el móvil.

Decidí que la llamaría al día siguiente para que no se preocupara, me monté en el coche y conducí a casa. De camino me comí lo que había comprado.


Me desperté a las 10 de la mañana, estaba cansado pero me encontraba mejor que anoche. Me di una ducha y llamé a Elena, esperando que no estuviera dormida aún.

-Hola.- contestó un poco apagada.

-Hola, ¿te desperté?-

-No.-

-Oye, quería disculparme por lo de anoche, puede que sonara un poco borde o enfadado pero no era contigo, lo  siento.-

-No te preocupes Hugo.-

-¿Te apetece vernos?-

-Claro, ven a recogerme esta tarde.-

-Genial.-

-Dime luego la hora que te viene bien.- ya sonaba más animada.

-Claro... oye Elena.- dije antes de que colgara.

-¿Sí?-

-Te quiero.-

-Y yo.-

Colgó.

Aquella tarde, a las 4, le mandé un mensaje diciendole que cuando ella quisiera iba a por ella.

Al poco rato estaba esperandola en su puerta con el coche. Ella salió y se metió en el coche.

-Hola.- le dije acercandome a ella.

Nos besamos.

-Hola.- me sonrió.

¿A donde vamos?-

-Pues si no te importa ir al centro, tengo que hacer unos recados para mi madre.-

-Claro.-

Conducí hasta el centro y paramos en algunas tiendas de comida, y una tintorería.

Mientras esperábamos en la cola de la tintorería Elena me contaba un poco sobre lo de la fiesta de aquella noche con su madre y de repente un esclofrío me recorrió toda la espalda, allí estaba, otra vez.

-Ehm Elena, salgo al coche.- dije nervioso.

-Vale. ¿Estás bien?-

-Sí.- dije saliendo de allí lo más rápido posible.

Cuando estaba fuera respiré aiviado. Con suerte no me habría visto y Elena estaba casi en el mostrador asi que me podria quedar aquí hasta que saliese. Pero mi suerte no estaba de mi lado hoy, Sara estaba saliendo y me vio de frente. Por un momento parecía que iba a pasar de mi, pero luego se giró hacia mi y se acercó.

-Joder.- maldije por lo bajo.

-Hola Hugo.-

-Dejame en paz Sara, por favor.-

-Pero, ¿por qué?- ya estaba acercandose a mi.

-No, Sara, adios.- dije dando la vuelta y entrando en el coche.

Se puso delante.

-Hugo, tenemos que hablar.-

-No tengo nada que hablar contigo.-

Ella se acercó aún más.

-Hugo...-

-¿Hola?-

-Mierda.- solté.

Sara se dio la vuelta y cuando se apartó vi a Elena delante con una bolsa.

-Vamonos.- le solté.

-¿No vas a presentarmela?- dijo Sara.

Elena me miraba con cara de sorprendida.

-Sube al coche, ahora te lo explico.-

-Hugo.- dijo Sara.

-Dejame en paz.- y me monté en el coche.

Cuando estabamos dentro arranqué rapido y salí de allí. Todo aquello me recordaba muchísimo a anoche.

-¿Quién era esa? ¿Por qué estaba hablandote tan... cerca?- dijo poniendo una de sus manos a la distancia a la que Sara había estado de mi.

-Es Sara... recuerdas lo de la fiesta.-

-Ah.- la cara de Elena cambió por completo de sorprendida a decepción.

-Me la encontré anoche y me hizo lo mismo, no se que quiere de mi, bueno, sí se lo que quiere, pero no se porqué está tan empeñada en conseguirlo si ya le he dicho dos veces que no y me he largado.-

Elena permaneció callada.

-No quiero nada con ella.-

Siguió callada.

-Yo te quiero a ti.-

Más silencio.

-Por favor, dime algo.-

-Y o también conocí a un chico anoche.-






Amor infinitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora