Una verdadera cita romántica.

1K 69 0
                                    

*Narra Elena*

Me duché y me puse delante de mi armario. No sabía que ponerme. 

Tenía la ropa que llevé la última vez, casi no la usé ese día, pero no quiero ir vestida igual. Tampoco quiero ir vestida normal.

Al final me decido por unos vaqueros largos que tengo nuevos y una camisa.

Me miro en el espejo y por alguna razón veo lágrimas en mis ojos. Sí, estoy llorando.

Llevo llorando toda la tarde, desde lo que me dijo Ángela. No puedo quitármelo de la cabeza.

Quise llamar a Hugo y contárselo, que me diera su opinión, pero no quería que pasara nada malo antes de la cita. 


Salgo de casa y me dirijo a la casa de Hugo a la hora acordada. Pego en la puerta y a los pocos segundos Hugo abre la puerta. Cuando me ve se le ilumina la cara.

-Hola.- me ofrece la mano y entramos en la casa.

-Hola.- digo mientras espero a que él cierre la puerta.

-Sígueme.- 

Lo sigo hasta la misma mesa que la otra vez, esta vez decorada de otra manera y con toda la comida ya preparada.

-¡Que bien huele todo Hugo!- 

-Me alegro, la verdad es que ha sido más fácil de hacer de lo que me esperaba.-

-Tiene muy buena pinta, estoy deseando probarlo.-

Nos sentamos en la mesa y me sirve una bebida. Reparte la comida y me pone un trozo de lasaña en el plato, espera a que lo pruebe para ver mi reacción

Cuando la pruebo me quedo alucinada.

-¡Está buenísima!- y era verdad.

Él suspira aliviado y coge un trozo para él. 


El principio de la noche lo pasamos muy bien, cuando han pasado unos minutos ya no pienso en lo de Ángela, me siento muy cómoda, me relajo y empezamos a hablar más alegremente.

Para cuando terminamos de comer ya estábamos riéndonos de cualquier tontería.


-Ven.- me dijo.

Me condujo escaleras arriba.

-¿A dónde vamos?-

-Ahora lo vas a ver.-

Se detiene unos segundos después delante de una puerta cerrada y se gira para mirarme.

-No te tomes esto como una indirecta, simplemente es que es el lugar más cómodo de toda la casa.-

Abre la puerta y veo un dormitorio. El suyo, supongo.

Entra y me hace un gesto para que entre yo también. Cierra la puerta detrás de mi y yo inspecciono toda la habitación.

Nunca me había imaginado como sería el dormitorio de Hugo. No sabía que tipo de decoración le gustaba ni tampoco si tenía posters o fotos pero aquella habitación tenía de todo.

Al lado de la puerta un armario enorme con un gran espejo y un montón de fotos en los bordes de este. Delante una cama, una mesita de noche y en frente de esto una televisión. Películas, juegos y una consola, algunos posters de grupos y otros de imágenes, no se si de algún videojuego o película. Aquella habitación tenía un montón de Hugo.

-Ahora entiendo porqué dices que es la habitación más cómoda para ti.-

-Porque lo tiene todo.-

Señala algunas cosas claves, algunas que no había visto, otras que sí: la televisión, las películas y la consola, las fotos, una cafetera y unas cuantas tazas, una caja hasta arriba de chucherías y chocolate.

Se sienta en la cama, bastante grande por cierto, y me da la mano. Me agarra y tira hacia él. Me siento a su lado y me besa. Continúo el beso y estamos así durante un largo rato.

Pone algo de música en un reproductor y vuelve conmigo a la cama, esta vez se tumba. 

-Ven, ponte cómoda.-

-¿Seguro? No quiero que llegue tu madre y...-

-Tranquila, está con su pareja. Además si llega irá directa a su habitación.-

-Pero...-

-Sabe que estás aquí, tranquila.- me sonríe.- Ponte cómoda.-

Me tumbo a su lado.


*Narra Hugo*

No tengo intención de hacer algo con ella hoy. No quiero que nuestra primera cena romántica se convierta en algo distinto, pero no puedo evitar sentir ganas de agarrarla. 

No quiero precipitarme, no sé que piensa de ese tema, ni tampoco sé si ya ha tenido experiencias de este tipo, así que prefiero contener mis ganas por ahora. 

La abrazo y la sigo besando. Todo seguido de la música de fondo y de nuestras manos, que se encuentran agarradas.

-¿A qué hora tienes que volver?-

-No me pusieron ninguna hora.-

-¿Crees que podrías quedarte a dormir?-

-Hoy no.-

-Lo comprendo.-

-Si lo que quieres es dormir conmigo tienes que avisarme, para que pueda decírselo a mi madre.-

-Pues... quiero dormir contigo.-

-Pues... la próxima vez.- 

Nos reímos. 

-¿Te apetece que esa próxima vez sea la semana que viene?-

-Claro.- me besa.

-Perfecto.-

Amor infinitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora