*Narra Hugo*
Cuando volví a despertarme me dolía todo el cuerpo, me sentía como si acabaran de darme una paliza. Me incorporé de la cama como pude y al levantarme me sentía mareado.
Bajé a por un poco de agua y me senté en el sofá. Miré el reloj, eran las 4 de la tarde. Me di una ducha y decidí salir para que me diera el aire.
Cogí el coche y conducí hasta la avenida donde estaban todas las tiendas. Me di un paseo y después de una hora y media ya me encontraba mucho mejor.
Me tomé algo en una cafetería, me compré algunas cosas y volví a casa. Allí puse el nuevo CD que me había comprado mientras probaba el nuevo juego.
Cuando llevaba un gran rato disfrutando de mi soledad sonó el móvil.
-¿Sí?- contesté sin mirar.
-Hola.- escuché la voz de Elena.
Apagué la música y pausé el juego.
-Hola.- dije
Mi cuerpo sintió algo extraño, entre alivio y miedo.
-¿Cómo estás?-
-Bien, ¿tú?-
-Preocupada por ti?-
-¿Por?-
*Narra Elena*
Llevaba toda la mañana y parte de la tarde sin saber de él.
-Porque estaba esperando a que me llamaras para hablar.-
-Ah.- dijo.- Lo siento, estuve haciendo cosas.-
-Vale, no pasa nada.-
-¿Ocurre algo?-
-Cuando me fui esta mañana me preocupó que te vinieras abajo sin mi?-
-Es lo que pasó.-
-Lo siento Hugo. Me encanta pasar tiempo contigo pero mi madre es muy pesada con sus horarios.-
-Lo sé, no te preocupes.-
-Yo también quiero quedarme contigo pero no puedo un día cualquiera sin avisarlo ni nada.-
-¿Y por qué no lo planeamos?- soltó.
-¿Qué?-
-¿Por qué no te quedas aquí un fin de semana? O puedo buscar un hotel si lo prefieres.-
-Ehm.- no sabía que decir.- Parece buena idea pero tendría que hablar primero con mi madre.-
-Claro.-
-Te llamo cuando haya podido hablar con ella.-
-Vale.-
Colgué.
Solté el móvil y me miré en el espejo de mi habitación. Se suponía que ibamos a hablar de lo que había pasado anoche.
Pasé del tema y cuando llegó mi madre se lo solté.
-Cielo, sé que te gusta pasar tiempo con él pero no es un poco arriesgado?-
-¿Arriesgado?-
-Sois jóvenes y no quiero que hagais ninguna locura.-
-No vamos a hacer ninguna locura mamá.-
-Elena, las locuras no siempre se preparan, a veces simplemente surgen.-
-Mamá, puedes confiar en mi y lo sabes.- le dije.- Además sabes que Hugo es un chico respetuoso.-
-Sí, lo sé.-
-No te preocupes, sé que es algo un poco fuerte para ti pero de verdad, confía en mi.-
-Lo hago cielo.-
-¿Entonces?-
-Vale, puedes ir con él.-
-Gracias mamá.-
-De nada.-
Cogí el móvil y lo llamé, no contestó así que se lo dije por un mensaje.
Un rato más tarde me mandó la foto de un hotel cerca de aquí.
Por alguna extraña razón me puse nerviosa, pero no de los nervios malos, sino de esos de emoción adolescente que dan sin saber la razón.
El próximo fin de semana iríamos a el hotel, estariamos juntos todo el fin de semana y podríamos estar tranquilos, me hacía mucha ilusión y estaba deseando que llegara el momento.
*Narra Hugo*
Incluso en los peores momentos sabemos sacar buenas ideas. Gracias a la idea que tuve ahora puedo pasar un fin de semana entero con ella. Odio echarla de menos, odio estar separado de ella, sentirla cerca de mi, poder abrazarla y besar sus labios es la mejor sensación que he sentido nunca. Estoy muy enamorado de ella.
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Amor infinito
Romantizm¿Qué pasaría si te chocaras con el amor de tu vida tan casualmente por la calle? Esta es la historia de Hugo y Elena, dos chicos que por casualidad se conocieron un día y tuvieron una historia de amor muy peculiar llena de amor, risas y algunos mome...