Jairo:
Todo fue tan rápido. Sin darme cuenta, una camioneta negra estaba sobre mi a toda velocidad, de pronto, en ese mismo instante, un miedo terrible me invadió y todos los poros de mi piel se erizaron al mismo tiempo, era la segunda vez que sentía como mi cuerpo reaccionaba a una situación desesperada.
Cerré los ojos entregado al final y en un segundo el silencio de tantas respiraciones contenidas revolotearon en mi mente, el latido frenético de tantos corazones al unísono, un pensamiento fugaz, un par de manos sobre las mías, el ruido de la camioneta cruzándose de largo e inpactandose contra un camión de redilas que venia de frente y mi cuerpo cayendo, pesado, sobre el asfalto.
El impacto fue brutal y al abrir los ojos mi visión se tornó borrosa en un instante y lo primero que vi fue las siluetas de muchas personas arremolinándose a mi alrededor, el ruido de tantas voces taladraron mi cerebro.
El desconcierto fue tal, que al sentir un par de manos en cada hombro, intenté pararme, pero el dolor en una de mis costillas me lo impidió y entonces, en ese momento vi a las personas que me sujetaban, uno de ellos era un chico de no mas de quince años, sus ojos verdes me miraban con lo que parecía ser una mezcla de terror y sorpresa, no se si me pareció o fue real, pero podría jurar que en un fugaz segundo sus ojos no eran verdes, sino violetas.
Del otro lado estaba Lucios, sus ojos color ámbar me miraron tan profundo que casi pude sentir como su mirada traspasó todo mi interior. Era raro, era como si el pudiera saber lo que había en mis pensamientos.
-¿Puedes andar, estás bien?-la voz del chico de ojos verdes me sorprendió mientras se ponía de pie y me tendía una mano.
Yo la tomé y me puse de pie junto a Lucios, las personas a nuestro alrededor no paraban de ir de aquí para allá y con emoción nos miraban.
-Si, estoy bien, muchas gracias-le contesté confundido, realmente, ese chico, ese chico tenia un tétrico y horrible parecido conmigo, sus ojos, su piel, su boca, incluso su cuerpo era como mirarme en un espejo.
-Que bien entonces, yo, mmm, hasta luego...-.
-¡Oye espe...ra-su cuerpo rápidamente se perdió entre el gentío que nos miraba y que nos acribillaban a preguntas tales como:
-¿Como hicieron eso? ¡fue muy rápido! ¡están bien!-.
Yo lo ignoraba todo, incluso me volví hacia Lucios y el al igual que los demás, solo me miraba...-Lucios...-apenas pronuncié su nombre y me agarró del brazo, su fuerza era tal que logró sacarme de en medio de tantas personas.
El me miró, yo lo miré y nuestros ojos conectaron en un punto donde ya no era sorpresa sino curiosidad lo que con ansias me miraba.-¡¿Viste los ojos morados de ese chico?!-.
-¿Tu también los viste?-pregunte dubitativo.
-Entonces no fue solo mi imaginación-dijo para si mismo.
-Tus ojos, tus ojos, también, estaban...-intenté decir algo mas pero me miró otra vez.
-¿Estas... Seguro?-.
-No se. Me pareció...-dije tímidamente.
-Está bien, dejálo así, que ahora soy yo al que las dudas se le acabaron-sus ojos tenían un brillo de indudable descubrimiento.
★★★★★
La ciudad era un caos después de las cuatro de la madrugada. El ruido de los transportistas, que comenzaban su jornada tras un trafico que avanzaba a vuelta de rueda por minuto, era inmenso. Eso sin contar las madrugadas que se oían disparos y todo el vecindario se llenaba de policías esperando encontrar una pista de tantos asesinatos en las ultimas fechas.
Esta madrugada había sido una de aquellas. Se escuchó un tiroteó y por miedo a todo lo que abajo pasaba ningún vecino se incorporó a ver que sucedía. Tres muertos fue el saldo de aquel enfrentamiento. Había sangre por todos lados, casquillos de grueso calibre y dolares esparcidos por el asfalto manchados de sangre. La policía interrogaba a todo aquel que pasaba por ahí.
Los muertos tenían un rasgo común: todos estaban marcados con un círculo negro en la muñeca. Por todo aquel alboroto que sucedía frente aquel edificio, Ana no había podido dormir después de haber llegado a las cinco de la madrugada del trabajo.
Estaba quedándose dormida cuando, unos golpes en la puerta la hicieron abrir los ojos de mala gana pensando en quien podría ser. Ya que todos sus conocidos sabían que a estas horas dormía profundamente.
Se levantó a medio vestir. Esa bata blanca resaltaba un par de pechos enormes sobre los cuales se levantaba una cara a medio desmaquillar con el rime corrido y un pelo rojo alborotado.
Abrió la puerta y se encontró con un hombre alto de cabeza rapada, tatuajes por todo su cuello y ojos claros bajo unas cejas arqueadas, mordiéndose los labios para ocultar su molestia.
-¡Que quieres Luke!-dijo molesta.
-¡Creeme, a mi más que a nadie me desagrada el hecho de tener que verte, pero como has estado ausente todos estos días, Alfredo me mandó a buscarte!-la voz del hombre, ronca y de mala gana, hizo que Ana sintiera asco.
-¡Y ahora que quiere!-contestó restándole importancia a lo demás.
-Mañana activaremos el prototipo del gemelo y no sabemos como vaya a reaccionar. El amo quiere que te quedes en la sexta casa de seguridad para cuidar de el, o de ser necesario, tendrás que cuidar del infiltrado que vendrá de Los Cimientos-la voz de aquel hombre le produjo un ligero escalofrío al recordar como el amo había utilizado a aquel chico hijo de Valerius.
-Si se lleva a cabo el plan, entonces, ya no podré permanecer al lado de las chicas, ¿que hará el con toda esta situación?-.
-El contrabando tendrá que esperar, después de la ultima entrega que tenemos pactada le pondremos fin a todo, vamos a concentrar todos nuestros esfuerzos en la invasión y el prototipo, por lo tanto, ellas serán distribuidas en nuevos países y ellos igual, solo dejaremos a unos cuantos para que se enfoquen de lleno al proyecto-Ana se lo temía, en ese momento confirmó sus sospechas.
Usarían al prototipo para potenciar la invasión.:::::::
ME ENCANTARÍA SI PUDIERAN DECIRME QUE LES PARECE ESTA HISTORIA... SUS CRITICAS SERÁN BIENVENIDAS...
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Imperio De Sombras: El Origen De La Oscuridad. (En Edición)
Science FictionHace millones de Eones existió una raza de seres supremos, su origen nunca fue revelado, sin embargo, se cree que llegaron de la estrella del norte... Su llegada aquel mundo y la guerra entre ellos por el dominio de los inmortales fue sólo el comien...