30-Eclipse. (Parte 1)

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Un gran hongo de fuego se alzó entre la gran metrópolis y en medio de tanta incertidumbre Mario se preguntó si esa sería la señal que estaba esperando, lo dudó un poco y luego otra gran explosión chocó contra varios edificios que al impacto se hicieron pedazos.

Desde lo alto de una colina vio horrorizado como la explosión se propagaba rápidamente rumbo al cielo convertido en un gran hongo de fuego y humo, sin duda era esa la señal que estaba esperando. Sus ojos se cerraron y sus brazos se dirigieron hacia el cielo azul al momento que sus palmas se abrían y de su cuerpo se escapaba un brillo carmesí, su brazo izquierdo quedó convertido en una garra felina con un pelaje plateado, sus orejas crecieron un poco y tomaron una forma puntiaguda y un rasgo de animal creció en la mitad de su cuerpo.

El brillo carmesí que lo cubría se concentró en las palmas de sus manos y comenzó ascender verticalmente hacía el cielo.

Cuando abrió los ojos hubo un gran cambio, su ojo izquierdo era de un amarillo ámbar dándole un aspecto completamente animal.

Su mirada vagó por todas las posiciones de sus compañeros repartidas en lo alto alrededor de la gran capital y vio como varios rayos de luz se abrían paso entre la altura.

Ángel: Verde Jade, Jesús: Azul helado, Samuel: Naranja, Brizio: Amarillo Dorado, Josue: Rosa Magenta, Uriel: Rojo Escarlata, Dant: Azul Oscuro e Iván: Rojo sangre.

Los rayos multicolores de luz alcanzaron la misma altura en una simetría idéntica y a Mario solo se quedó con los ojos puestos en el centro de la ciudad a la espera de ver la siguiente parte del plan.

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La gran explosión desató el caos rápidamente al impactar contra los edificios cercanos que en un estallido desaparecieron en miles de pedazos mientras los escombros sepultaban a muchas personas adheridas a la marcha y aunque intentaban huir era por demás imposible. El humo y el fuego con los minutos fue desapareciendo junto a la runa de luz intermitente donde Ryu se inmoló.

Max escuchó gritos ensordecedores y a lo lejos ambulancias y sirenas de policías se acercaban. Los asistentes a la marcha iban de un lugar a otro cargando heridos e ignorando la gran cantidad de cuerpos aplastados por los escombros y la gran mayoría calcinados que aun ardían en llamas mientras en los alrededores el dolor y la muerte se hacían mas presente.

El cuerpo de Max cubierto por aquella luz violeta resplandecía en medio del humo y escombros ennegrecidos de la explosión y con su mirada aún inexpresiva recorrió la cadena montañosa que rodeaba la capital, apresuró aun mas sus pasos al ver como varios rayos de colores vencían las alturas y con desesperada fuerza se alzaban ominosos frente a sus ojos color violetas.

En el mismo lugar donde momentos antes Ryu se había inmolado, Max se detuvo ignorando todo el caos a su alrededor y cerró sus ojos un momento, luego extendió sus brazos y giró tan rápido que solo pudo verse un remolino de luz que al detenerse rápidamente tejió una complicada runa que lo usaba como centro. Los trazos se iluminaron de forma intermitente y después explotó una luminosidad que por varios segundos se quedó estática. De entre la luz violeta descendió en el aire el R-0 y al tocar el suelo toda la luz se apagó.

Por un momento Max recordó los entrenamientos en el cerro encantado pero rápidamente volvió en si al escuchar los gritos en los alrededores y varios disparos en una distancia muy cercana.

El R-0 cayó de rodillas y la runa se estremeció dando como resultado una luminosidad que se extendió varios metros mas. El clon arqueó la espalda hacia delante y apuntó su frente hacia arriba en el momento en que Max le colocó su izquierda en la cabeza, su cuerpo se cubrió de violeta y a continuación expulsó un rayo de luz aun mas grande que en los entrenamientos, este no se detuvo como las veces anteriores y con innegable fuerza rasgó el firmamento, en la frente de Max se dibujó una vena al mismo tiempo que caían unas gotas de sangre proveniente de su nariz pero nada de eso le importó pues tenía algo que cumplir y eso era desencadenar el caos en toda la capital. El rayo de luz se perdió en la altura y después de algunos segundos se detuvo y rápidamente un destello iluminó el firmamento seguido de un estruendo seco y pesado.

Imperio De Sombras: El Origen De La Oscuridad. (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora