16-Realidad De Papel.

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Jairo:

Me desperté nadando en sudor y llanto, otra vez esas estúpidas pesadillas me torturaban, deseé mil veces que todo esto fuera un sueño y despertara en cualquier momento en meses atrás donde yo era dueño de mis propias sensaciones y no un puñado de sueños agrupados en sangre, fuego, dolor y muerte.

Mis manos sudaban aferradas a las sábanas, mi cuerpo entero temblaba a ritmo de un corazón asustado que alternaba de manera violenta con una respiración agitada.

Sentía todos mis huesos molidos, que cada articulación la sentía desprenderse, un ardor en el centro de mi pecho me hacia mirar con mayor atención, una cicatriz tan idéntica al dije de la cadena que colgaba de mi cuello se marcaba en carne viva, era una cicatriz marcada como si con un hierro candente la hubieran hecho.

Me paré con gran dificultad, en el lado derecho, un gran charco de sangre mojó mis pies desnudos, el miedo se apoderó de mi en un segundo, intenté gritar, pero no lo hice, me volví a sentar en la cama y de pronto una imagen llegó a mi cabeza:

La noche, luna llena, una luz purpura, una figura material con forma de Valerius el padre de Lucios... ¡Que fue lo que hice... No por dios!... ¿acaso Valerius cumplió su palabra?...

Mi primera idea fue limpiar la sangre del piso, me levanté y de un tirón arranque la sábanas de la cama ignorando el dolor , algo salio volando contra la pared y quedó bajo un mueble.

Dejé las sábanas sobre el charco y me incliné para jalar aquello, era un libro pequeño, su grosor estaba entre unos dos centímetros, lo miré detenidamente, la portada era de madera, cubierto por un tipo de plástico muy pálido, sus paginas viejas y amarillas, como si hubieran estado mucho tiempo expuestas al humo, desprendían un olor a cera derretida, la primera pagina tenia plasmado el símbolo del dije que cuelga en la cadena de mi cuello.

Desesperado lo seguí leyendo página sobre página... Caí de rodillas al suelo sin contener las fuerzas... Si lo que estaba escrito en ese estúpido libro era verdad...

Entonces...

Mi razón de existir solo era...

¡Por Dios!...

Mi realidad se resquebrajaba al ver como en cada página, se describía con detalles todo lo que Valerius alguna vez me dijo.

★★★★★

Un sobresalto le encogió el corazón al despertar por una pesadilla. Miró a todos lados y solo encontró su habitación hecha un desorden. No era posible, desde niño, sus padres luchaban por tratar que fuera mas ordenado, no podía evitarlo, si su padre viviera se avergonzaría de ver semejante basurero, pensó y se levantó a medio vestir, dejando ver un cuerpo mas que perfecto, su altura contrastaba con una musculatura a medio desarrollar.

Se dispuso a ordenar todo y darse un baño, hoy era el gran día, el mejor pero también el más triste, sin la escuela no habría nada que los uniera, tendría que esperar a la prepa para ver de nuevo ese cuerpo perfecto, su forma de caminar, el color de sus ojos, en su mente solo maldecía el estar perdido por esa... Persona que jamas lo miraría como quisiera y por la que trataba de disimular su frenesí cuando estaba cerca.

Ni siquiera activó el calentador, y el agua fría poseyó cada rincón de su cuerpo, con una de sus manos distribuyó la espuma del jabón por todo su ser y con la otra, acariciaba esa parte tan delicada que apenas al sentir su gran mano rodeándolo, se endureció hirviendo contra el agua.

Imperio De Sombras: El Origen De La Oscuridad. (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora