06|¡MARIMACHO!
Alexandra
Estoy patinando en la pista que queda vacía del Skatepark. Voy a conseguir hacer por fin ese truco que llevo practicando semanas. Todo se ralentiza a mí alrededor cuando estoy en el aire. Doy una vuelta, otra y otra. Solo me queda aterrizar sin caerme y lo habré logrado. Estoy a punto de rozar la superficie de cemento cuando de repente su voz penetra en mis oídos.
—¡Marimacho! —grita.
A partir de ahí todo sucede a cámara rápida. Hace un segundo estaba en el aire, disfrutando con mi skate y ahora estoy en el suelo con la cara pegada en el hormigón. Creo que me he roto la nariz en el golpe.
—Oye, sé que me consideran un Dios Griego pero no creo que sean necesaria las alabanzas de rodillas —le escucho.
Su ego no varía en lo más mínimo.
—Aunque claro, si te pones así para otras cosas... —sugiere—. Pero si me pusieras tan sólo un pelín claro está... —su voz es irritante para mis oídos.
Ignorando el dolor de mi nariz y de mis manos, consigo sentarme en el suelo con los pies apoyados en este y las rodillas un poco flexionadas.
—Yo le pongo hasta a las piedras, ¿lo ves? —me sacudo con las manos las pequeñas piedras incrustadas a lo largo de mis piernas.
Me levanto del suelo agarrando el skate y me dirijo al borde de la pista para volver a intentar el puñetero truco. Estaba a punto de conseguirlo.
—Vale, voy a hacer como si no hubiese oído ese último comentario —sugiere.
David me sigue dentro de la pista.
—Está bien, y yo haré como si nunca nos hubiésemos conocido —respondo sarcástica.
Ha conseguido que me caiga cuando estaba a punto de conseguir hacer el truco. Le odio.
—Espérame Alex, ¿me has escuchado? ¡No vayas tan rápido joder! —se queja David detrás de mí.
Yo le ignoro y sigo mi camino hacia el borde más bajo para salir sin partirme una pierna en el intento.
—¿No crees que este es un deporte un poco masculino? —pregunta tras de mí.
Yo sigo ignorándolo y recordando las pocas razones por las que no debo matarle aquí y ahora. Ese comentario ha sido de lo más machista. Los deportes no tienen género.
—Oye Alex, ¿estás segura de que no eres un tío? ¿Seguro que no tienes un pene que te cuelgue entre las piernas?— sigue preguntando el muy imbécil.
Ruedo los ojos desesperada. Esta vez ha llevado mi paciencia al límite con su estúpida insinuación de que soy un tío. Estoy harta de aguantar a gente como él.
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La primera vez con mi peor enemiga.©
Teen FictionSegunda parte de la serie «Destino» Se puede leer sin leer la primera parte, pero si tienes pensado leerla NO LEAS esta, te hará todo el spoiler del mundo. ~•~ Un corazón hecho trizas es difícil de volver a arreglar. Las piezas esparcidas no encaja...