Mientras Ana Josselyn salía rápidamente del hospital, su mente era un torbellino de emociones. Con el corazón acelerado, se dirigió al estacionamiento y buscó su carro. Al abrir la puerta con la llave, un suspiro de frustración escapó de sus labios.
¡No puedo creer que me haya molestado por tener novia! Eso no debería importarme, se susurró a sí misma, tratando de convencerse.
En ese momento, su teléfono celular sonó, rompiendo el silencio. Buscándolo apresuradamente en la guantera, lo contestó con una mezcla de irritación y esperanza.
--¡Aló! ¿Quién es?.---- exclamó, golpeando ligeramente el volante. Al reconocer la voz de Leonardo, su tono se suavizó. "¿Leonardo? Ya voy saliendo, te veo en mi casa", respondió, colgando el teléfono y cerrando los ojos por un momento.
Al día siguiente, Giancarlo entró a la oficina y se encontró con Ana Josselyn trabajando diligentemente. No pudo evitar contemplarla con una sonrisa sincera y llena de admiración. Ella, percibiéndose observada, lo miró de reojo, esbozando una leve pero encantadora sonrisa.
---¡Buenos días! ¿Podrías dejar de mirarme de esa manera? Es muy incómodo. ¡Sigues acosándome!.--- dijo Ana, observándolo con una mezcla de molestia y cierta diversión en su mirada.
Giancarlo ladeó la cabeza, reflexionando profundamente sobre sus palabras.
---- Me imagino que debes estar abrumada por esas miradas, siendo como eres una modelo acostumbrada a toda clase de halagos y admiradores que harían cualquier cosa por impresionarte, ¿verdad?---preguntó, jugueteando nerviosamente con las llaves en sus manos.Ana suspiró con pesar.
----No es nada divertido ni agradable que los hombres te imaginen haciendo quién sabe qué cosas indecorosas. Me vi envuelta en este mundo lleno de lujos y excesos por una serie de tristes circunstancias: mi padre falleció y mi madre nunca había trabajado en su vida. Como la mayor de mis hermanos, me vi forzada a encontrar trabajo rápidamente, y esto fue lo único que conseguí. Aprendí demasiado bien lo que significa vivir en la pobreza, pero de alguna manera me adapté a esta nueva vida de opulencia. Después de todo, ¿quién no se acostumbraría? Quedé deslumbrada desde el primer momento en que conocí a Leonardo. Había logrado conquistar a un hombre con dinero y poder, el tipo de hombre con el que muchas mujeres sueñan.
Sin embargo, a veces pienso que aceptar esta relación con Leonardo ha sido un grave error. Yo era mucho más joven cuando decidí ser su novia. Y tú, aunque también eres joven, te comportas con la sensatez de un hombre maduro. Seguro que has tenido novias o amiguitas en el pasado, ¿verdad? ----preguntó Ana, mostrando por primera vez su lado más vulnerable y dejando atrás esa actitud fría y altiva que había mantenido con Giancarlo hasta ahora.
----Lo siento muchísimo, Ana, no quería incomodarte con mis palabras.-----Giancarlo respondió con un tono sincero y una mirada de arrepentimiento.---Y bueno, es que solo he tenido una novia en mi vida, y la conocí en la universidad. No creo en esa idea de que los hombres debamos tener un harén de mujeres para ser felices. Siempre he creído que solo una persona puede ser capaz de llenarme el corazón. ----Giancarlo esbozó una amplia sonrisa, casi con un deje de nostalgia, mientras ajustaba tímidamente sus lentes.
----¿En serio? ¿De verdad? ----exclamó Ana, llena de incredulidad y una pizca de burla.
----No lo puedo creer. Eres un hombre tan atractivo y solo has estado con una mujer. ¡No me lo trago! ----se burló Ana, mientras Giancarlo asentía con la cabeza, casi avergonzado.
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Dejarlo Todo Por Tu Amor
RomanceAna es una modelo fría, altanera, y superficial.que tiene de novio a Leonardo meramente por interés. Ana conocerá a Giancarlo Ferrer. quien es, un guapo Doctor que trabaja en el hospital donde su jefe es Leonardo. Las cosas se complican cuando Leon...