16

1.5K 124 4
                                    

Joseph tomó dos cervezas de la nevera, le aventó una a Nick y empezó a destapar la suya.

—¿Y qué tal te fue? —le preguntó a su amigo.

El chico se encogió de hombros antes de responder.

—Ya sabes, como siempre. Obtuvimos todo el dinero y el jefe está contento —le dio un trago a su cerveza y miró a Joseph fijamente—. Sin embargo, es obvio que tú no estás contento. ¿Pasa algo?
—Sí. —Suspiró profundamente y se recostó en el sillón—. Creo que me he enamorado.

Nick enarcó una ceja ante la confesión de su amigo, habían pasado tantos años desde que Joseph había dicho algo como eso. Había quedado destrozado cuando Anabella tomó sin más la decisión de marcharse, no dejó siquiera una nota y su amigo la buscó por todas partes removiendo mar y tierra y nunca había vuelto a saber de ella. Y temía que algo como aquello volviera a pasarle. Se rascó la nuca mientras buscaba las palabras necesarias para poder animar a Joseph.

—Tranquilo, colega. Estoy seguro de que esa chica está loca por ti, dime, ¿cuántas se han resistido a tus encantos? —preguntó bromeando mientras subía y bajaba ambas cejas.

Muy a su pesar, Joseph sonrío. Nick siempre sabía cómo animarlo. Sin embargo, necesitaba más que eso para poder sentirse mejor. Le dio un pequeño sorbo a su cerveza y continuó contándole a Nick lo que le ocurría.

—Estás muy equivocado. Ella no está loca por mí. Hoy estuvimos juntos por primera vez y, ¿sabes qué me dijo cuando terminamos? Que lo mejor era que nos alejáramos. Entiendo que apenas haya acabado con una relación, pero si llegamos hasta ese punto... —Se quedó callado unos instantes antes de continuar—. Pensé que de verdad sentía algo por mí, no sé si esté confundida o si sólo fue como para vengarse de su ex.
—¿Y por qué no se lo preguntas?
—Tengo miedo. ¿Y si me dice que no me ama?

Al oír esas palabras Nick pudo darse cuenta de que no era algo pasajero, efectivamente su amigo estaba enamorado.
Negó con la cabeza y levantó su cerveza.

—Brindemos. Por ese maldito sentimiento llamado "amor" que no es más que un maldito perro, un jodido monstruo que nos carcome por dentro hasta destruirnos.

Joseph sonrió. Sí, su amigo tenía razón, eso era el amor.

—Yo no podría haberlo dicho mejor. —Y después de decir aquello, brindó con Nick.

* * *

Todos los sonidos parecían amplificados, incluso gruñó cuando Nick cerró la puerta de la nevera un poco fuerte. La cabeza le dolía horrores y apenas había tomado unas aspirinas. Muchas veces se había jurado a sí mismo no volver a emborracharse, pero la situación lo ameritó; sintió la necesidad de beber hasta olvidarse un poco de Rachel. Sin embargo, no funcionó del todo, se la había pasado lloriqueando y lamentándose.

De seguro Nicholas no dejará de burlarse de mí.

Estaba acostado en el sillón de la sala con el antebrazo sobre la frente. Oyó el zumbido del televisor al encenderse y a Nick ocupando un lugar en el sillón de enfrente. De pronto, un cojín le cayó sobre el estómago provocando que se sobresaltara.

—¡Hey! —protestó. Se incorporó y le lanzó una mirada fulminante a su amigo—. No vuelvas a hacerlo —dijo en tono amenazante.

REVENGE (+18) ||TERMINADA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora