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El aire helado que corría le provocó a Nick un ligero escalofrío y rápidamente tomó su café, bebió un poco y el caliente liquido bajó por su garganta transmitiéndole al mismo tiempo un poco de calidez en el cuerpo. Se relajó un poco y miró a Joe quien miraba su café con gesto ausente. El starbucks estaba abarrotado de gente en el interior por lo que tuvieron que sentarse afuera soportando el frío, pero mientras Nick tiritaba Joe parecia no sentir nada, permanecía muy quieto y callado, absorto en sus pensamientos.

—¿En que piensas? —le preguntó Nick.

Joe parpadeó y enfocó la mirada despertando de su ensoñación. Al principio la voz de Nick le había parecido como un susurro lejano.

—¿Qué? —preguntó confundido.

Nick puso los ojos en blanco, le molestaba tener que repetir las cosas y ultimamente lo hacía muy seguido debido a que Joe siempre estaba distraído.

—Te pregunté que en qué pensabas —dijo Nick lentamente enfatizando cada palabra.

Joe suspiró, últimamente su mente estaba ocupada en una única cosa: Rachel. No pensaba en nada más, sólo en ella; en sus ojos, su sonrisa, sus expresiones, su piel...

—En Rachel —dijo mientras movía un poco su café. Le dio un trago—. Siento que me voy a volver loco. —Su tono era de irritación extrema, aunque muy en su interior deseaba estar con ella tampoco quería ir a rogarle.

«Quiza ahora mismo este con él» pensó.

Nick sonrió burlón mientras negaba con la cabeza jamas imaginó que Joe se pusiera así por una chica.

—¿Qué es tan gracioso? —inquirió Joe molesto.
—Tranquilo —respondió Nick mientras bebía un poco de su café—. Cuando ella se dé cuenta de que no es el indicado volvera a ti.

Joe negó con la cabeza pero no dijo nada.

—Oye, ahora que tocas el tema de Scott ¿No crees que hay algo raro en él?
—Todo en él es raro pero ¿a qué te refieres exactamente? —Nick se removio en su asiento inclinandose hacia Joe.
—Pues a que no me reconoce —lo dijo en un tono que evidenciaba que era lo único raro que había en él y que por ende Nick debería haberlo notado desdé antes.

Nick se quedó callado acariciando su barbilla en gesto pensativo, él no había pensado en eso.

—Es raro —coincidió—, especialmente porque él te mandó con Anderson y debería recordarte muy bien.
—Pero no —resoplo—, quizá esa vez estaba bajo los efectos de alguna droga

Joe se encogió de hombros.

—Pero está prohibido.

Nick frunció el ceño y se estremeció al recordar aquella vez en que su jefe se enteró que se había drogado.
Le había hablado a solas en su oficina y despues de reprenderlo con palabras lo golpeó varias veces, eso marcó tanto a Nick como a los demás chicos obligandolos a jamás volver a hacerlo.

Joe asintió, a él no le había tocado un castigo como aquel pero había visto a Nick. Verlo así lleno de moretones y con el rostro hinchado le dio una idea de cómo debió haber sido el castigo.

—Pero era su sobrino —le recordó Joe— y él no trabajaba como nosotros de hecho solo se quedaba en la casa viendo peliculas fumando y bebiendo —dijo arrugando la nariz.
—Su sobrino... —susurró Nick.
—¿Dijiste algo?
—No, no —respondió Nicolás de inmediato—. Entonces, quizá estaba muy tomado o...
—¿O qué?
— O quizá no te reconoce de verdad han pasado dos años desde aquello, es más, nisiquiera yo lo reconocí. Se ve bastante cambiado y quiza nosotros también.
—Puede ser —coincidió Joe—, pero aún así debo tener cuidado. No había pensado en que quizá si llega a recordarme va a querer vengarse de mí y podria denunciarme —dijo torciendo el gesto en una mueca de desagrado.
—Pero aunque te denunciara no hay pruebas solidas —dijo Nick para tranquilizarlo— ademas a nuestro jefe no le gustaría que terminaras en la carcel y obviamente va a mover sus influencias para sacarte.
—¿Por qué? —preguntó Joe confundido.
—Porque eres su favorito, obviamente.
—Eso no es verdad —respondió Joe poniendo los ojos en blanco—. Él mismo ha dicho que nadie es indispensable.

Nick resopló él había visto como muchas veces Vondine hablaba de Joseph con exagerada admiración y orgullo, como lo ponía siempre de ejemplo para los novatos, la forma en que le hablaba. Recordó aquel día que Joe llegó muy desolado porque había asesinado a un hombre, Vondine lo abrazaba con fuerza mientras le daba palabras de aliento. Si no fuera porque todos había visto llegar a Joe a la casa se Vondine andrajoso, desnutrido y evidentemente solo... Todos hubieran llegado a pensar que eran padre e hijo; aunque había muchos que lo murmuraron durante un tiempo.

—O quizá tú no lo quieres ver —le dijo a Joe.

Joe levantó las cejas y miró a Nick con sorpresa y de inmediato su expresión cambio transformandose en una de confusión.

—No sé porqué lo dices —dijo con desdén.
—Porque lo he visto, el modo en que te habla y te trata. No a cualquiera.
—A ti te trata igual.
—Tal vez, pero por otra razón...

Joe lo ignoró, volteó para otro lado, no quería oírlo. Incluso el también  pensó que era su "favorito" pero no creyó que fuera tan evidente. No era que le molestara, más bien que no quería meterse en problemas con los demas chicos. Todos peleaban por recibir palabras de orgullo por parte de su jefe y Joe las recibía casi todos los días y él no tenía que hacer gran cosa mientras que los otros tenían que arriesgar el pellejo en cada mision. Nick estaba en la misma situación, aveces pasaba horas enteras en la oficina del jefe y luego salía durante días a otro estado o país.

—Prefiero no hablar de eso —dijo Joe con voz gelida.

Nick al oír su tono supo que el tema había finalizado, se enfurruñó en su asiento mientras bebía lo ultimo de su cafe, había perdido la oportunidad de revelarle la verdad.

Joseph se sintió aliviado de que su amigo no tocara más el tema. Tomó su café y bebió un poco, estaba frío, reprimió una mueca de asco y esperó a que se acercara una mesera para pedir otro. Buscó a alguna con la mirada pero se detuvo al ver a Rachel. Abrió los ojos como platos. Frunció el ceño. Estaba ahí sentada a unas cuantas mesas de donde estaban ellos, su cabello ondulado bailaba debido al aire helado, tenía las mejillas rojas. Al parecer el abrigo blanco que traía le proporcionaba muy poco cobijo porque la chica tiritaba casi podía oír el castañeo de sus dientes a pesar de no estar tan cerca de ella. Luego reparo en que ella no estaba sola parecía que platicaba animadamente con alguien más pero una señora no le permitía ver.
Después de unos minutos se levantó y entonces lo vio: un chico de facciones finas y cabellos rubios alborotados estaba ahí sentado frente ella. Rachel sonreía mientras él le explicaba algo.

Nick al ver su expresión volteó siguiendo su mirada.

—¿Qué pasa? —preguntó.
—Es ella —respondio Joe—. Rachel, la del abrigo blanco.

Nick enfocó su mirada. La vio a ella y al chico con el que conversaba.

Rachel sintió un escalofrío recorrerle el cuerpo, lentamente giró su cabeza y se encontró con un par de ojos color miel que la miraban con furia. Contuvo el aliento.
Joe estaba ahí.

REVENGE (+18) ||TERMINADA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora