REVENGE (+18) ||TERMINADA||

29

El tipo se incorporó lentamente y se giró hacia Joseph y al verlo sonrió.

—Vaya, Jonas, pero si eres tú.

Joseph se limitó a fulminarlo con la mirada.

—¿Qué? ¿Dirás que no me conoces? —Se burló.

Joseph vaciló por un momento, sabía que si fingía no conocerlo de todos modos él lo diría.
Resopló.

—¿Qué demonios haces aquí, Elliot? —preguntó.
—Solo vine a visitar a tu... perra —dijo con una sonrisa burlona.
—No la llames asi maldito bastardo —dijo Joseph casi escupiendo las palabras. Cerró su mano libre en un puño mientras presionaba el revolver en la frente del Elliot.
—¿O qué? ¿Me matarás? —Lo retó.
—Dame un motivo para no hacerlo.

Rachel los miraba con los ojos muy abiertos sin dar credito a lo que estaba presenciando. Pudo ver la seguridad de Joseph al sostener el arma, era obvio que no era la primera vez que lo hacía. Le vino a la mente lo que le había dicho el otro tipo acerca de que en una ocasión asesinó a una persona.

—No te atreverías Jonas, eres débil.

Joseph sabía que Elliot sólo intentaba provocarlo, pero no iba a ceder no quería asustar a Rachel; no quería que lo viera disparándole a alguien, siendo un asesino, el maldito hijo de puta que había asesinado a un hombre a sangre fría... Al padre de la chica que amaba.

—Mátame, Jonas —dijo Elliot—. No sería la primera vez que matas a alguien.

Él se sorprendió al oír aquello. Pero no se lo demostró, no le daría ese gusto.

—¿O acaso no recuerdas cuando mataste a aquel hombre? —Rió—Déjame que te lo recuerde, Jonas; su nombre era Victor Anderson —dijo lentamente.

Rachel soltó un grito ahogado. Ese era el nombre de su padre. Sintió que todo daba vueltas a su alrededor.

«No... No es cierto, Joe no pudo... »

Deseaba con todas sus fuerzas que aquello que acababa de decir Elliot no fuera mas que una mentira. Una terrible y dolorosa mentira.

Miró a Joseph.

«

Dime que es mentira, por favor, dímelo » Suplicó mentalmente.

Él volteó a verla unos segundos antes de apartar la mirada. Sabía que el momento que tanto temía había llegado: Rachel ya sabía la verdad.

En cuanto aquello terminara Rachel lo abandonaría. Lo odiaría lo suficiente como para querer sacarlo para siempre de su vida. Y él se odiaría durante toda su jodida vida por aquel maldito error que habia cometido; aquel maldito error que aún le provocaba pesadillas por las noches haciéndolo despertar sudado, con la respiración agitada y el corazón latiendole desbocado; aquel maldito error que no lo dejaba vivir en paz;  aquel maldito error que le estaba quitando lo que el mas habia amado en toda su puñetera vida.

Rachel vio el dolor y arrepentimiento en los ojos de su novio. Entonces supo que era verdad, que aquello que habia dicho ese cabrón de Elliot era cierto: Joseph habia asesinado a su padre. Sintió un escozor en los ojos, quería llorar, quería desahogarse pero también queria pararse frente a él y golpearlo... sí golpearlo hasta cansarse porque por su culpa había perdido a su padre, porque no se había tocado el corazón cuando su padre le dijo que tenía una hija, no le importo eso en lo más mínimo y le disparo. Joseph era el jodido asesino que ella había estado buscando todo este tiempo, había invertido dinero, tiempo y esfuerzo en buscarlo para poder darle muerte, ojo por ojo... pero ahora no estaba segura. No quería hacerlo... no se sentía capaz, porque apesar de todo... lo amaba, lo amaba como jamás había amado a alguien pero ahora todo se estaba yendo a la mierda. Aquella vida que soñó junto con él no cabía en su mente, no podría estar a su lado ahora que sabía quién era en realidad.
Un maldito asesino.