30

1.2K 101 3
                                    

Joseph caminaba de un lado a otro como león enjaulado. La sala de espera estaba vacía. Sintió el repentino impulso de fumar un cigarrillo pero el letrero de "prohibido fumar" lo detuvo.
Estaba desesperado y molesto. Definitivamente no esperaba que así fuera su primera navidad con Rachel. Él hubiera querido una deliciosa cena para después disfrutar en la cama; pero no, estaba ahí, en un hospital con los nervios de punta esperando que un doctor llegara y le informara como se encontraba ella.
Llevaban ya casi dos horas en quirófano extrayéndole la bala. Por su mente pasaban los peores escenarios.

Sabía, muy en el fondo, que quizá ella ya no iba a querer verlo. Rachel ahora sabía la verdad: que él había asesinado a su padre.

Estaba consciente de que ella no lo perdonaría, lo alejaría de su vida para siempre; sin embargo, aún tenía la esperanza de que lo escuchara y —tal vez— pudiera perdonarlo.

Su móvil sonó, vio la pantalla y vio el nombre de Nick. Contestó.

—¿Cómo sigue? —preguntó su amigo.

Joseph lo había llamado en cuanto había llegado al hospital y Rachel había ingresado al quirófano. Pero en ese momento Nick tenía apagado su móvil asi que le había dejado un mensaje de voz diciendole que le llamara en cuanto pudiera, que Rachel estaba gravemente herida y que en ese instante la estaban operando.

—No lo sé —respondió Joseph bastante desesperado—, ningún médico a salido, ninguna enfermera me dice nada y eso me pone tenso. Me está matando no saber nada.
—Hermano, tranquilo todo saldrá bien.
—Eso espero. —Suspiró—. Aunque... estoy seguro que me dejará cuando se recupere.
—¿Por qué lo dices?

Tomó una bocanada de aire antes de responder. Se sentía incapaz de decir aquellas palabras a pesar de que las había pensado millones de veces; pero decirlas era un asunto totalmente diferente. Lo harían darse cuenta de que era real.

—Sabe que asesiné a su padre —dijo con un hilo de voz.

Nicholas se quedó callado al otro lado de la línea, él también sabía que solo era cuestión de tiempo para que ella supiera la verdad, pero no esperaba que fuera tan pronto.

—Habla bien con ella. —Fue lo único que se le ocurrió como consejo para Joseph—. Explícale como fueron las cosas. Si lo prefieres no le menciones a Scott, pero cuéntale todo lo demás. Tu y yo sabemos que jamás fue tu intención matarlo.

Joseph se sentía al borde del llanto. Ya había pensado en eso, en decirle todo... pero ¿y si ella no le creía? ¿Que pasaría? Lo abandonaría y  no estaba seguro de si podría con aquello.

—Lo intentare —le respondió a Nicholas—, espero que me escuche, que me crea.
—Estoy seguro de que sí —dijo su amigo para animarlo, aunque fuera solo un poco.

Cuando colgaron Joseph se dejó caer en una de las sillas de plástico y fijó su mirada en el suelo, no quiso pensar en nada así que distrajo su mente dibujando figuras amorfas en el suelo. Pasó el tiempo y él seguía pensando en las musarañas. Oyó pasos, levantó la mirada y vio al doctor que había recibido a Rachel y se puso de pie rápidamente.

—¿Es usted familiar de la señorita Anderson?
—Soy su novio —dijo casi en un susurro— ¿Cómo está? —Él mismo percibió la angustia en su voz.
—La operación fue un exito, ya salió de quirófano y ahora esta en una habitación. Está fuera de peligro —dijo el doctor con una sonrisa.

Joseph suspiró aliviado. Ella estaba bien y era lo que importaba, pero deseaba asegurarse de ello.

—¿Puedo verla?
—Sí, puede pasar. Solo que aún está dormida debido a los sedantes que le administramos, pero adelante. Pase.

REVENGE (+18) ||TERMINADA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora