Painted Smile (Jeff The Killer Y Tú)©»Terminada«

Capítulo Catorce

Decimocuarto juramento.

Jeff se encontraba tumbado en el suelo de la celda boca abajo, su vista estaba fijada en la pared y su mente estaba invadida por aquellas voces molestas que le susurraban sus palabras favoritas: 

''Mátalos, mátalos a todos''

''Véngate de ella como es debido''

Jeff estaba de acuerdo con esas voces, su mente entera estaba ocupada por todas las posibilidades que él tenía para matarte nada más saliera de la cárcel. 

-Levántate, Woods- Jeff escuchó la puerta de su celda abrirse, sin embargo, la camisa de fuerza que llevaba le impedía moverse. un guarda se acercó a él y le ayudó a levantarse para después sacarle de la celda y, junto a otros presos, llevarle a una sala donde los presos hacían cola para habár con sus familiares. 

-¿Por qué estoy aquí?- Preguntó Jeff, enojado. Sus ojos se abrieron más de lo que ya estaban cuando te vio sentada frente al cristal y mirando a todos los lados. No esperaba verte allí. 

<<¿Por qué está aquí ella?>> Pensó el joven asesino. El guarda le arrastyró por la sala y le obligó a sentarse frente a ti. Lo único que os separaba era el cristal que había, así que en parte te sentías aliviada. 

Los dos os quedásteis en silencio. Te sentías incómoda al sentir la mirada penetrante de Jeff, la cual inspeccionaba todo tu cuerpo, observando cada detalle de tu cuerpo, ropa y gesticulaciones.

-¿Por qué estás aquí?- Preguntó tras coger el teléfono que había a un lado. Tú también lo cogiste. 

-Para disculparme.

Jeff rió en silencio, moviendo sus hombros y ampliando su cortada y cicatrizada sonrisa.

-¿disculparte por zorra?- Preguntó Jeff entre risas.

-Liu me mintió. 

-Tú mer mentiste a mí. Aún sabiendo de lo que soy capaz de hacer, te atreviste a desafiarme traicionándome con mi propio hermano. Zorra.

Te entraron ganas de llorar. Las palabras que te decía dolían, más si se trataba de Jeff. Odiabas admitirlo, pero te habías enamorado de él, de la persona que te había acosado y torturado mentalmente. 

-Jeff... Lo siento...- Susurraste secando tus ojos ántes de que las lágrimas caigan.

-Llorar no te servirá de nada, linda. Me has traicionado y lo pagarás. 

-Jeff, te pido que no me odies, ¡por favor!- tan enamorada estabas de él que estabas desesperada porque te perdonara. Jeff rió de nuevo, ésta vez un poco más fuerte. 

-Oh... Ya sé lo que pasa...- Jeff se acercó un poco más al cristal para verte de más cerca -¿Estás enamorada de mí?- Tus mejillas se pusieron rojas al instante, de modo que apartaste tu mirada -Mírame. 

Obedeciste a Jeff y despacia le miraste, entonces escuchaste un golpe, y todos los que en ese momento estaban hablando en la sala, os miraron. Jeff había empezado a reírse como un loco, tras haberle dado un enorme golpe al crista haciendo una grieta bastante grande.  Un guarda le cogió de los brazos y le sacó de la siila. 

-¡Jeff, te sacaré de ahí, lo juro!- Gritaste antes de que él se diera la vuelta a mirarte ampliando sus sonrisa y desaparecer entre los presos que aún hacía cola para hablar con sus familiares. Una mujer con el uniforme de policía se acercó a ti y, agarrándote con delicadeza del brazo, te pidió salir del lugar, de modo que te fuiste a casa.