Decimoquinta Calavera.
Al llegar a casa, dejaste las llaves donde siempre y te quitaste tu chaqueta de cuero, dejándola en la barandilla de las escaleras. Tu casa entera estaba a oscuras, lo cual te extrañó, ya que no recordabas haber bajado las persianas.
-¿M... Mamá...?- Susurraste asustada, como si fueras una niña pequeña que recién acababas de despertar de una pesadilla. No obtuviste respuesta alguna -¿Mamá?- Volviste a llamarla, esta vez alzando el tono de voz en caso de que estuviera dormida.
Nada.
Al no obtener respuesta, te viste obligada a caminar al salón y encender la luz para ver qué había pasado. Tus ojos se abrieron al máximo, aterrorizada.
Tu madre estaba tumbada en el sofá y su estómago había sido abierto con un horrible corte vertical que dejaba a la vista sus órganos. La sangre había manchado el sofá, el suelo y alguna que otra mancha había en la pared. Su expresión de horror aún seguía gravada en su rostro, coo si hubiera visto a la muerte en persona.
Tus ojos se llenaron de lágrimas en nada, instintivamente de agachaste en una esquina de la habitación, tapaste tus orejas con tus temblorosas manos, sintiendo como los tics nerviosos volvían, para que luego un chillido desgarrador saliera de tu boca.
En pocos minutos, la policía se estacionó en tu casa y empezaron a golpear la puerta. Sin embargo, tu seguías en la esquina de la sala con los ojos completamente abiertos, derramando lágrimas, balanceándote de un lado a otro y con las manos aún sobre tus oídos.
La policía rompió la puerta y te apuntaron con las pistolas, mas las bajaron al instante al ver la escena. Un policía joven, un novato que recién había sido contratado se acercó a ti y te puso una manta encima, para luego ayudarte a levantarte y te llevó fuera de la casa, para dejarte sentada en el capó de uno de los coches de policía. La gente empezó a aremolinarse, al igual que la prensa.
-¿Sabes que ha sucedido?- Te preguntó el muchacho de ojos verdes mientras te daba un chocolate caliente. No respondiste, tus ojos seguian igual de abiertos, seguías echando lágrimas sin parar, tu cuerpo entero temblaba. El muchacho dedujo que tu no habías tenido nada que ver con el asesinato de tu madre.
-Mamá... Mamá...- Susurrabas. Te era imposible hacerte a la idea de que tu madre había muerto, ella era el único familiar que te quedaba y te la habían arrebatado.
-Señorita, ¿puede decirnos que ha sucedido en su casa?- Una periodista se acercó a ti junto con su cámara. El joven policía los apartó y les dijo que no era el momento.
Cuando la gente empezó a irse y sacaron al cadáver de tu madre de la casa, ya habías conseguido calmarte un poco, y empezaste a beber el chocolate tratando de pensar en otra cosa. Imposible.
-Señorita- El muchacho se acercó a ti con el rostro lleno de tristeza y pésame -Investigando la escena del crimen, encontramos huellas dactilares en el sofá...
No estabas segura de quién había podido ser, incluso tenías dudas de Jeff; tal vez lo hizo para pagarte la traición; Liu también pudo haberlo hecho... No estabas segura, y te estabas comiendo el coco para tratar de averiguarlo.
El muchacho te enseñó en un portátil las fotos de una chica muy linda junto a un oficial de policía. Su cabello era marrón oscuro, al igual que sus ojos, y su piel era pálida.
-Las huellas corresponden a ésta chica: Jane Arkensaw.
Ese nombre no te sonó para nada. Sin embargo, recordaste a la chica que apareció en tu casa junto a Liu, ella fue la chica que te dijo que todo había sido una farsa para llevar a Jeff ante la justicia, su venganza y la de Liu.
Tus ojos se cristalizaron de nuevo y rompiste a llorar desesperada.
¿Cuánto tiempo duraría este dolor? ¿Cuánto más seguirías sufriendo por enamorarte por error de un asesino psicópata que ahora quería verte muerta? ¿Cuánto tendrías que sufrir por tu error?
Te estaba destruyendo por dentro, sentías como empezabas a morir.
-Por favor, no llores...- El muchacho policía se acercó a ti y trató de consolarte con un abrazo.
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Painted Smile (Jeff The Killer Y Tú)©»Terminada«
Fanfiction"Escalo a través del panel de la ventana, estoy arrastrándome más cerca, ¿puedes oírme? Me acerco a ti" El gato y el ratón, un juego vicioso. Unete a mí con una SONRISA PINTADA... Historia 100% mía ¡Cualquier copia o adaptación queda totalmente pro...