Capítulo Veintinueve

5.6K 558 53
                                    

Vigésimo novena mentira.

A la mañana siguiente, te levantaste de la cama frotando tus ojos y rascando tu cabeza. No habías dormido nada y te habías estado moviendo de acá para allá toda la noche. La falta de sueño te perjudicaba mucho, por lo que, tras ver que el sol ya salió, tardaste varios minutos en levantarte de la cama y vestirte. 

Bajaste al salón aún intentando acostumbrarte a la luz, aunque era una casa bastante oscura.

Jeff y Nina se encontraban en la cocina, hablando de algo que no querías saber. Jeff y tu compartisteis miradas por unos instantes. Ninguno dijo nada, pero tú si querías decir algo, simplemente no te atreviste al notar que Nina te clavaba con su mirada.

—____, ayudame a preparar el desayuno— Agradeciste mentalmente a Liu por ayudarte a romper miradas con Jeff, se estaba volviendo demasiado incómodo, más si Nina estaba ahí...

—Sí, voy— Fuiste con Liu y le ayudaste en lo que pudiste, mientras Jeff te miraba. Nina no había parado de decirle cosas malas fe ti al oído, como si de una de sus muchas voces se tratara. Lo peor, es que Jeff había acabado por creerla y ya no sabía que pensar de ti. 

Después de desayunar, Liu volvió a sumergirse en su libro, el cual estaba a punto de terminar. Jeff y Nina se sentaron en el sofá, y tú simplemente te sentaste al lado de Liu sin saber qué hacer.

De pronto, la voz de Jeff te sacó de tus pensamientos, escuchando como le ponía una excusa a Nina para apartarse de ella, se levantó del sofá y caminó hacia ti con seriedad. Miraste a Nina esperando que le detuviera, pero no hizo nada, simplemente se limitó a mirar la situación con una sonrisa, lobque no te dio buena espina.

Liu apartó la mirada de su libro para observar lo que sucedería, y algo le decía que nada bueno.

Lo miraste sentada, solo te atreviste a preguntarle qué le pasaba. Por la mirada que tenía, sabías que no iría a pedirte perdón por haber pasado de ti estos días.

Sentiste su fría mano en tu brazo y esta tirando de ti, te sacó del salón y te llevó escaleras arriba.

—¿Qué pasa, Jeff?— Cuando llegasteis a la habitación, Jeff soltó tu mano y te miró con enfado.

—Con que te has metido con Nina simplemente porque se agarró de mi brazo, ¿no?— Tus ojos se abrieron como platos. Todo aquello era mentira, más bien al contrario. Simplemente lo miraste extrañada —¿Tan enojada estás con nosotros que has ido a acostarte con Liu? ¿¡Eh!?— ¿Y ahora te acusaba de infidelidad? ¿Qué le pasaba?

—¡Yo no he hecho nada de eso!— Le gritaste para que dejara de gritarte todas las cosas que supuestamente habías hecho —, ¡más bien ha sido lo contrario!

—Nina jamás me mentiría, ¿¡entiendes!?

—¿¡Sólo porque eres su amor platónico!? ¡Jeff, no seas tan tonto!

—¡¡NO TE ATREVAS A LEVANTARME LA VOZ!!— Lo que estaba pasando te era imposible de creer. Esto solamente pasaba en las películas y, ahora, te estaba sucediendo a ti. Jeff hizo caso omiso de las lágrimas que estaban empezando a salir de rus ojos y te siguió gritando. Tu ira ya no podía contenerse más:

—¡¡ERES UN IDIOTA!! ¡¡PUES SI TANTO QUIERES A NINA, ENTONCES QUEDATE CON ELLA Y YO ME IRÉ DE ESTA MALDITA CASA!!— Sin dejarle a responder, le diste una buena bofetada y sin darle tiempo a responder, saliste corriendo escaleras abajo.

Liu y Nina compartieron unas miradas de odio. Él ya sabia lo que estaba planeando.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando te vio bajar las escaleras con lágrimas en los ojos y, poco después de que salieras de la casa, Jeff bajó las escaleras y se paró frente a la salida.

—Lo tenías preparado. ¿no es así?— Le preguntó Liu a Nina. Ella no respondió y no fue necesario porque él ya sabía que sí.

Jeff no escuchó nada, simplemente observó a su hermano levantarse del sillón, dejando el libro ya terminado en la mesa y caminar hacia la puerta.

—Liu...

—Voy a buscarla, pero ten por seguro que ella no querrá volver— Miró la mejilla enrogecida de su hermano y sin decir nada más, cogió su cuchillo y salió corriendo de la casa.

Painted Smile (Jeff The Killer Y Tú)©»Terminada«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora